Marla.

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—Vamos, Cora. Ya llevas una semana aquí, mañana empiezan las clases y es tu último año. Míralo como un nuevo comienzo.
Marla siempre tan optimista, ¿Acaso no veía que estaba destruida y en duelo? Metí otra cucharada de helado a mi boca, sentía todo el maquillaje negro esparcido debajo de mis ojos, seguro me veía más que fatal.
—Creo que no iré mañana, Mars.
Dije sin mas, deje el helado a un lado y la mire con cara de tristeza.
—Claro que irás, anda, levanta ese peso muerto.
Me tomo del brazo y con su enorme fuerza logró levantarme y quitar las apestosas sábanas de mí. Que prima tan molesta...
—Ahora mismo iremos a un spa y conseguiremos ropa más colorida para ti. Es hora de que dejes lo emo.—
Dejar lo emo? Jamás. Me gustaba mi estilo y lo que emanaba en la escuela.
—Ropa nueva, sí.  Pero será mi estilo o nada, querida prima.— dije mirándola con los ojos achinados.
Ella rodó los ojos y asintió.
Me incorpore completamente y fui a mi armario. Jeans negros raspados, ropa interior y zapatillas, listo.
Entre a darme una ducha después de mucho, Marla si que sabía distraerme del dolor.
La pasamos todo el día de compras, asustandome cada vez que veía mi reflejo en los espejos, estaba fatal en todos. No había excepción.
Comimos helado, fuimos al cine y por último llegue a casa a dormir. Ella había sido de mucha ayuda. Preparándome mentalmente para mañana, quería alejar a Will de mi mente todo lo posible, gracias al cielo que él término el año pasado y no tendría que verle la cara perfecta de siempre.
¿Por qué el amor era así? ¿Por qué existían los corazones rotos? ¿Por qué algunas personas no tenían sus "felices para siempre"? Y ¿Por qué tenía que doler tanto? El amor era tan inexplicable...

~Inexplicable~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora