El artista del tatuaje de pelo blanco

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Kibum y su otra mitad caminaron directamente hacia Minho mientras el último todavía estaba pensando en cómo reaccionar a la nueva pareja de su mejor amigo.

─ Entonces, tú debes ser el famoso Minho, supongo ─comenzó Jonghyun mientras extendía su mano hacia el hombre de ojos grandes.

Minho puso todos sus pensamientos en la parte posterior de su cabeza. Había prometido darle una oportunidad a este tipo, así que tomó la mano extendida y le sonrió al hombre más bajo.

─ Sí, y tú eres el genial Jonghyun, ¿no?

Jonghyun se echó a reír:

─ Yo no me describiría a mí mismo como genial, pero... ─miró al hombre feliz a su lado─ Si Kibum habla de mí de esa manera, tiene que ser cierto en parte.

Besó la mejilla de Kibum y Minho estaba listo para vomitar por lo lindo que es. La personalidad de este tipo no coincidía con su apariencia en absoluto. Esa fue posiblemente la interacción más linda que Minho había visto en mucho tiempo.

Entonces, Minho sonrió torpemente y esperó a que su amigo suavizara la situación. Pero para sorpresa de Minho, no fue Kibum, sino Jonghyun quien soltó a su novio primero.

─ Iré a buscar mis cosas; mi turno ha terminado de todos modos. Podéis esperar allí ─señaló el sofá de cuero marrón en el lado opuesto de la entrada.

─ Claro ─aceptó Kibum. Besó superficialmente los labios del otro y lo dejó ir a tomar sus cosas.

Cuando se sentaron, Minho dejó que sus ojos recorrieran de nuevo el estudio. Era realmente impresionante. Nunca pensó que se sentiría cómodo en un lugar como éste, pero se mudaría aquí totalmente si tuviera la oportunidad. A pesar de que los tatuajes secretos lo asustaban.

Mirando a su alrededor, vio una mesa de cristal llena de alfileres y anillos de metal. Aquí debió ser donde Kibum había perforado sus orejas hacía unas semanas, adivinó Minho. Todo comenzó a tener sentido ahora. Minho se había preguntado por qué de repente se interesó por las modificaciones corporales y este lugar explicaba mucho.

En la parte de atrás de la habitación había aproximadamente cinco de esos pequeños habitáculos. Minho supuso que eran por la privacidad; porque a pesar de que hacer tatuajes era ilegal en Corea para personas sin título médico, había mucha gente allí, tanto trabajadores como clientes. Uno en la recepción, tres más sentados en el sofá con ellos, y un artista en una mesa al otro lado de la sala. Tenía la cabeza baja y sus manos parecían dibujar un nuevo diseño en una hoja de papel.

El cabello de ese tipo era tan blanco que Minho se preguntó si el hombre, o podría ser una chica muy tatuada, era siquiera coreano. Llevaba una camisa a rayas con botones que cubría todo excepto su brazo derecho, que garabateaba en la hoja de papel que tenía delante. Todo el brazo estaba cubierto de tinta. Por lo que Minho podía ver desde su posición, era una obra de arte hermosa que no se detenía en su muñeca, pues también cubría su pequeña mano.

Minho solo notó que lo estaba mirando fijamente cuando Kibum le dio un puñetazo en el brazo.

─ ¿Minho? ¿Choi Minho? ¡Amigo, te estoy hablando, maldita sea!

Minho miró a su amigo en estado de shock: ¿cuánto tiempo había estado mirando a ese hombre de pelo blanco?

─ Sí, ¿qué? ─respondió Minho.

─ Sólo quería preguntar tu opinión sobre este tatuaje de aquí ─le comentó el más pequeño, y le señaló una foto en la carpeta que sostenía en sus manos.

¿Por qué siempre son chicos malos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora