Capítulo 3: Quizás

1.1K 108 101
                                    

Quizás ahora pierdo el control y me da igual.
Quizás ya no pienso en lo mismo, que más da.
Si estoy fuera de lugar, si estoy lejos de tu altar.
Dime que se siente al verme volar.

...

El despertador suena a las seis de la mañana y Raoul siente como todo el cansancio se le esfuma cuando recuerda que se va de campamento en dos horas.

Se levanta de la cama tanteando la pared con la mano en busca del interruptor y cuando la luz ilumina la estancia tiene que cerrar los ojos para acostumbrarse a ella.

"Se vienen los mejores 18 días del año." Piensa mientras abre el armario en busca de la ropa que se va a poner ese día.

Elije unas mallas negras, unas deportivas blancas y una sudadera rosa palo. Raoul nunca ha tenido prejuicios a la hora de vestir, le importa más bien poco lo que opinen de él por usar prendas que la sociedad declara femeninas.

Se mira en el espejo que adorna la pared de su habitación y se cepilla el pelo dejando que este caiga libremente por su frente, pero al ver que el flequillo le llega casi hasta la punta de la nariz decide hacerse dos trenzas de raíz que le recojan todo el tupé hacia atrás.

Recorre el pasillo de puntillas para no despertar a su familia y mira el reloj que cuelga en la pared de la cocina, son cerca de las seis y media y en una hora tiene que salir de casa para llegar a tiempo a Sants Estació.

Se pone un bol de cereales con leche y mientras se lo come va preparándose los bocadillos para el camino, su madre le dijo que la despertara para hacerle ella la comida pero Raoul es consciente de que con sus dieciocho años recién cumplidos ya va siendo mayorcito para hacer las cosas por si mismo. Prepara una tortilla de queso y rellena una barra de pan entera con ella, cocina un poco de soja texturizada con especias para darle sabor y también la añade al bocadillo, desde que es vegetariano se ha convertido en su salvación cuando tiene que cocinar algo rápido.

Guarda todo en la mochila y revisa su móvil, nunca ha sido muy activo en redes sociales y para él no supone ningún tipo de trauma pasar dieciocho días sin su teléfono.

Entra en la conversación de WhatsApp del grupo llamado precampa en el que están las veinte personas que hoy se marcharán hacia LasPaúles y revisa si se ha dicho algo importante.

Ve unos cuantos mensajes en los que se habla sobre la hora aproximada de llegada, como se recogerá a los Rovers de LasPaúles para llevarles hasta el campamento etc. Pero hay un mensaje en especial que le llama la atención, uno de Agoney.

"Buenos días chicos, espero que tengan todos un buen viaje en tren, Ximo, Carlos y yo les estaremos esperando en el campamento con bocadillos de nocilla, que sabemos que llegarán cansados y muertos de hambre y luego hay que ponerse a currar a tope!! 😁😜😉😘"

Raoul sonríe, el chico le produce mucha ternura y tiene ganas de conocerle más, es indudable su gran atractivo, su belleza y su carisma, pero intuye que más allá de todo eso se esconde una gran persona. Sabe que tiene un año más que él y que debería ser un rover aún porque el otro día escuchó una conversación telefónica de Thalía con él, pero como a ellos les han dicho que tiene veintidós años, él no va a ser quien delate al canario.

Sale de su casa a las siete y media con todo lo necesario para el campamento, su hermano Álvaro le sigue unos pasos por detrás de camino al garaje, sus padres ya se han despedido de él con muchos besos y pidiéndole que tenga cuidado antes de que saliera de casa.

Llegan al coche y tras colocar todo en el maletero y abrocharse los cinturones, el mayor de los Vázquez enciende la radio.

Raoul sabe que a su hermano le produce mucha nostalgia llevarle a los campamentos, pero le gusta hacerlo. Álvaro fue scout desde los seis años hasta los diecinueve y scouter hasta los veinticuatro, dieciocho años en ese grupo que para él es su segunda casa y donde sabe que si vuelve le acogerán con los brazos abiertos, pero por motivos laborales tuvo que dejarlo y dos años después sigue sin poder volver. Es por eso que el menor de los dos lleva puestas al cuello dos pañoletas grises y amarillas, que son los colores de su grupo, la suya y la de su hermano.

VOLCANS-RAGONEYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora