Parte 1: La Captura

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Antes de empezar, quiero poner un tip. Esto es un fanfiction de "tú x Farlan", así que cuando veas esto ––> "[...]", lo tienes que leer colocando ahí tu nombre en la lectura. ¡Gracias y disfrutad de la lectura!


Miré desde abajo cómo las tres figuras hacían volar los cables de su Equipo de Maniobras Tridimensionales, adhiriendo sus ganchos a los muros de las casas y a los edificios altos. La tropa del Cuerpo de Exploración les perseguía usando el mismo método, con Mike Zacharius y Erwin Smith –el comandante de la Legión– en cabeza. Tres personas además de mí habíamos sido encargados de, cuando vinieran hacia aquí, apresarlos con vida. Mi tropa se tensó; los objetivos venían hacia aquí corriendo por la calle. Cuando por fin fueron visible, salté a por uno, un chico alto de pelo almendrado, ojos celeste claros y pinta amable a pesar de su expresión enfadada. El resto de mi equipo siguió mi ejemplo

Forcejearon, dificultándonos notablemente la misión. De repente, uno de ellos, uno pequeño y con la parte inferior del pelo rapado, se liberó de su captor y corrió hacia mí, con furia en los ojos. Estaba a punto de soltar al chico para defenderme, pero una persona cayó del cielo para interponerse entre nosotros. "El comandante Erwin", comprendí. Ambos desenvainaron sus espada, forcejeando para vencer al otro. Al final, Erwin, con acopio de toda su fuerza, le tiró al suelo, y rápidamente Mike, un hombre alto rubio y con barbita pequeña le agarró con fuerza. 

–¡Dejadnos en paz! –Gritó– Farlan, Isabel, ¿estáis bien?

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–¡Dejadnos en paz! –Gritó– Farlan, Isabel, ¿estáis bien?

Los dos asintieron, todavía confundidos. 

Erwin se agachó para recoger el pan que había robado el chico de estatura pequeña. 

–Tú debes de ser Levi Ackerman. El matón de la ciudad subterránea. Debéis de vivir como cochinos aquí abajo –opinó, mirando a su alrededor. 

–Para él la limpieza es sagrada, creedme. Y no intimidáis tanto como pensáis. En realidad sois unos cerdos cobardes –dijo el joven que retenía yo misma. Me mordí el labio inferior y apreté con mi rodilla su costilla. 

–Escúchame con atención, cretino arrogante. Estás delante del comandante de la Legión de Reconocimiento Erwin Smith, así que-

–Ya basta, [...]. Estoy seguro de que se ha enterado –intervino Erwin, que me miraba ahora. Desvió sus ojos hacia la otra persona, una mujer joven, de una estatura aparentemente baja, unos grandes ojos verdes y el cabello rojizo y corto atado en dos coletas –. Llevadlos arriba, a la base de la Legión más cercana. 

–¡Tenemos nombre!

Erwin la miró, sin expresión.

–Estaría bien que me iluminaras. ¿Cómo os llamáis, vosotros dos?

La chica seguramente no se esperaba esa reacción, pues se calló, pero rápidamente respondió.

–Yo soy Isabel, y ése, el de la chica arrogante, es Farlan. 

La miré sorprendida y con odio. Me había llamado arrogante. ¿Dónde había cultivado tal falta de respeto hacia la gente? En aquél momento mi único impulso era pegarla, pero me contuve; al comandante no le gustaría. 

–Vámonos –dije al final, simplemente. 


Farlan x readerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora