Era un día nublado en el pueblo de Drachenrock, venia en un carro una joven llamada Elizabeth, ella era una periodista muy subestimada por su género aunque habilidosa, ella iba en camino porque en Londres llego la noticia de extrañas y misteriosas desapariciones, se decía que era un vampiro que rondaba por el pueblo pero ella no creía en esas cosas y pensaba que era un asesino serial, ella quería saber la verdad así tal vez dejara de subestimar su trabajo y decir que sus noticias eran pura palabrería, a medio día ella llego al pueblo el lord Ambrose según dicen los villanos, era un buen hombre que a veces tenía un muy mal carácter pero él era un excelente médico y cuidaba del pueblo. A Elizabeth le parecía que era un buen hombre no encontró a nadie que hablara mal de él, ella fue a la mansión toco la puerta y una joven pálida de cabello azabache y ojos amarillos la recibió
-Buenas soy Elizabeth Durless, soy una reportera y me gustaría hablar con el conde para ver si me permite una entrevista- la joven la miro de pies a cabeza y abrió la puerta por completo
-Soy Amber la mucama, pase la guiare a la oficina del amo Ambrose- ella la guio a una oficina grande que tenía un escritorio amplio en este habían diversos papeles- siéntese el amo Ambrose llegara en seguida.
Amber se fue de la oficina y le informo sobre la señorita Elizabeth, él se dirigió a la oficina mientras le decía a ella que le sirviera té y que se lo hiciera llegar con Alfred, y que le dijera a Owen que se encargara del hospital mientras él estaba con la invitada inesperada.
Ambrose entro a su oficina vio a la joven una señorita rubia de ojos verdes, piel blanca y mejillas rojas.
-Bienvenida a mi mansión señorita Elizabeth, ¿A qué se debe su visita?, necesito que esto sea rápido hay mucho trabajo en el hospital- dijo mientras se sentaba en su escritorio
-Gracias conde Ambrose, lo que quiero es hacer una entrevista no muy larga sobre las desapariciones que ha habido últimamente en el pueblo.
-Le daré la entrevista solo si tiene una cena conmigo esta noche usted puede divagar el día de hoy en el pueblo y cuando mi criado la busque tendremos la cena ¿le parece?
-Por supuesto que si muchas gracias.- la señorita se dirigió a la puerta, pero choco con Alfred mientras salía- disculpe
-Me parece que choque con un gatito, no se preocupe, pero ¿Ya se está retirando señorita?
-Ella volverá para la cena- Elizabeth se despidió y se fue- Ella quiere investigar sobre las desapariciones entonces hay que recibirla con toda la hospitalidad.
-Amo Ambrose no creo que sea buena idea, se ve que es una mujer muy curiosa, ella podría ser una buena pretendiente usted debería de casarse pronto yo no viviré por siempre alguien tiene que cuidarlo
-Yo tampoco puedo cuidarlo toda la vida así es muy difícil solo para mí- dijo Amber entrando por la puerta
-No deberías escuchar las conversaciones ajenas- dijo el conde- si sigues tan arrogante te comeré a ti de cena
-¡oh! Amo que miedo tengo- dijo Amber son sarcasmo
-Amber no deberías herirás el ego del amo- dijo Teresa ella era una mujer muy delgada y frágil con un aire infantil aunque estaba en su adultez
-Vamos no traten al maestro así- dijo Owen mientras también entraba
-Saben que puedo oírlos verdad- dijo Ambrose- salgan de mi oficina no tienen trabajo que hacer
-Amo usted debería de saber que el respeto que tienen ellos por usted es casi nulo- dijo Alfred- por eso temo el día en que yo ya no este para defenderlo
-Cuando ya no estés lo cuidaremos, deberías de preocuparte de nosotros con las amenazas que nos da- dijo Owen
-Yo tengo tanto miedo que no duermo por las noches- dijo Amber con tono sarcástico
-Me los comeré algún día y contratare sirvientes que no sean tan irrespetuosos
-Amo pobre de esas almas en pena que estarán a su servicio si eso llegara a pasar dijo Amber
-Ya fue suficiente distracción amo Ambrose tiene mucho papeleo que hacer, Owen prepara el comedor el joven amo tendrá una cena, a las cinco ve a buscar a la señorita Elizabeth tendrás quince minutos para venir con ella, Amber y Teresa ustedes preparen la cena algo normal.
-No, le daré mi hospitalidad ella es una amenaza quiero que cocinen la especialidad de la casa
Ya siendo la hora de la cena Owen llego con la señorita y la guio al comedor y le ayudo a sentarse, luego llego el conde, acompañado de su mayordomo, se sirvió y dijo
-El día de hoy la cena es una carne tierna con salsa de hongos acompañado con una ensalada. Elizabeth probó la carne y quedo fascinada con su sabor.
-Conde que buena carne es esta, ¿Qué tipo de carne es?
-Antes de eso cuales eran las preguntas que me iba a hacer, dígalas todas y yo las responderé
-A si ¿Qué opina usted sobre las desapariciones? ¿Ha tomado medidas para que deje de desaparecer la gente? ¿Han encontrado a un sospechoso? ¿Por qué no ha dejado que la policía se encargue den asunto?
-Le hare una pregunta antes de contestar ¿Usted tiene familia esperando por usted?
-Sí, mi padre espera por mí él también es un periodista, aprendí el oficio de él.
-Interesante, bueno opino que debería cuidar en lo que se mete y la carne pues es de uno de los jóvenes que desapareció
-Dis... disculpe ¿Qué ha dicho?
-A como lo ha escuchado la carne de él era especialmente suave- el conde Ambrose se levantó de su asiento y camino hacia ella- El vino también le ha parecido bien verdad pues esa era sangre
-Que repugnante-dijo aguantando las ganas de vomitar- usted es el responsable de las desapariciones usted es el asesino
-oh señorita no debería acusar sin pruebas, es muy peligroso pero en este momento no puedo dejarla regresar
-Amo ya está lista la sala de cirugía-dijo Owen
-Señorita es hora de una operación
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Un omóplato para compartir
HorrorEl conde Ambrose, el es un respetado cirujano, bueno respetado por todos menos por sus sirvientes, ellos conocen un secreto que le impide desdedirlos. Esta historia es pars participar en el concurse de terror y humor lo hicimos dos miss macabra y yo...