La hija del rey Shinigami |Death Note♡|

2♡L♡ 1T

POV L

El sonido de las campanas retumba en mis oídos cada vez que hablo con él y, evidentemente, sé quién es la persona que se oculta tras la letra. Es B, su nombre real es Beyond Birthday. Aún admiraba la luna de la pantalla ¡Qué bajo has caído! Usar la letra de tu hermana, su símbolo, en un final usarla a ella para cubrirte las huellas. A la verdadera Z no la había visto desde hace años, suponía que estaría en otro lugar siendo feliz. Quizás estudiaba en la secundaria más normal de mundo, tenía amigos y amigas, quizás algún chico la estaba cortejando ¿He dicho cortejar? Si, bien que lo he dicho. A ella solía gustarle que hablará de esta forma, como si hubiera vivido incluso más que la vida misma. Con elegancia decía luego de una risa tibia y calidad

Extrañaba aquella risa, como un loco

Aunque en mi memoria todo es borroso, como si mi mente hubiera eliminado su rostro en una especie de protección acatando ordenes de mi inconsciente. Ya no recordaba su rostro, pero si sus ojos. Sus espesos ojos bosque y, por supuesto, el aroma a chocolate que emergía de su piel

Ha llegado el día en el cual se terminara el misterio Z. No estaba muy seguro de todo, pero el único quien podría encontrarse tras esa pantalla era Beyond Birthday. Iba a apresarlo, estaba seguro ¿Y luego qué? Me pregunto la voz, esa voz en tu mente que sabe lo que realmente quieres decir. Esa tarde ingrese al servidor y busque los datos de B y la prisión de donde escapo. Hasta ese momento estuve seguro de quien era Z cuando mire el estado en la ficha de la prisión de California

|RECLUIDO|

Y las puertas se abrieron, lleve mi dedo a la comisura de mi labio con una ligera sonrisa divertida aunque había más emoción y excitación que nada. Aquella tensión de tener que apresar a Z en frente de mi nuevo equipo se eliminó cuando un aroma dulce y fuerte inundo mi nariz. Chocolate. Aquellos indicios, aptitudes, expresiones y misterios decían que Z era B. Aun así jamás descarte la posibilidad del 15% sobre su delirio. No la descarte porque ese era mi deseo, mi única esperanza de verla de nuevo

Esa tarde me costó mucho girarme, no por miedo sino por tensión. Desee en silencio, muchas cosas innombrables. La vi de pie observando a mis camaradas saludar al joven hombre de sonrisa a la Light. Ella se tapaba la boca con la manga del abrigo. Era una hermosa castaña de cabello largo y lacio, con ojos verdes cual bosque y piel blanca pálida similar a la mía con pequeños bultos negrizcos que opacaban sus expresivos ojos. Vestía una abrigo de largas mangas blancas, un abrigo que le quedaba grande, y una falda marrón con algunas fajas rojas a los costados. Su atuendo me dio una enorme nostalgia, seguía usando aquellos viejos abrigos que A alguna vez la obligo a usar. Y no puede evitarlo, sonreí para ella mirándola fijamente. Como si la llamara con mi mente. Detective Z. Y entonces ella se giró y me observo

Mi cuerpo, mi expresión y mis emociones se descontrolaron, solo por un segundo en forma sigilosa y silenciosa

«Eres un detective» dijo la voz fúnebre en mi mente

¿Podría seguir ese consejo? ¡Quién rayos sabe! Tenía ante mí a la niña de mis pesadillas y mis sueños. Las campanas resonaban en mis tímpanos, me molesto de una forma inexorable que ella trato de engañarme. No iba hacerlo, ese era yo simplemente negando los hechos. Era yo negando que Beyond no era Z, pero nada más. No estaba seguro de que ella fuera Luna Rue la hermana de Beyond, podía tratarse de una coincidencia su aroma a chocolate y su aspecto. Yo había olvidado su rostro también. Y podía ser una coincidencia que ella usara la letra Z y que fuera una chica

Porque en mi mente Luna estaba siendo cortejada, por un sin gracia en una secundaria de Londres o Estados Unidos o por qué no Japón. Muy, muy lejos del asunto de Kira. Siendo ignorante de todo, viviendo como ella lo merecía. Pero no voy a mentir, la idea de que ella era Luna Rue me alegro inmensamente. Como no me había sentido en años. Los labios que se me prohibieron años atrás, y seguían prohibidos, formaron una línea recta y apretada. Se había convertido en una hermosa mujer, aunque solo medía 1,56. Todavía conservaba la mirada salpicada en temerosa y asombrosa emoción, y esos pequeños risos a lo largo de su lacio cabello castaño que caían hasta el final de su espalda, que era presidida por una considerable curva