Superando un obstáculo

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A partir de ese instante, Thomas y yo estábamos juntos en todo momento.

"Vivamos! Y que pase lo que tenga que pasar".

Fue la única etapa, en la que no me sentí cohibida por las chicas de la secundaria, digo ellas seguían llegando a hacer sus ataques, pero Thomas estaba ahí para defenderme. Se me hizo tan ... Natural, buscar resguardo en él...

Aunque un día, yo me encontraba sentada en la biblioteca. La maestra recién nos había entregado la tarea de hacer un trabajo en binas, estaba esperando a mi mejor amiga Alya, cuando las chicas que se habían paseado cómo buitres, esperando la oportunidad de que me encontrara sola aparecieron.

-Amy! Amiga mía...- Saludo Xolia, mientras meneaba su cabello largo cabello negro. Detrás de ella Viviana y Tatiana, como siempre su séquito.

Miré a mis nudillos, levemente atemorizada por sus previas acciones, pero ellas se seguían riendo.

-Bueno, bueno! Pero que te parece? - Preguntó Xolia con una gran sonrisa mientras me obligaba a verla. Apreté los dientes, enfurecida por no poder hacerle nada.- Ahora somos un número par! Hay que hacer el trabajo de historia!

Tomó mi cuaderno y apuntes, y empezó a ojearlo. Cómo si entendiera...

-Hmmm. Me encanta la idea! Qué te parece...- Estaba por ordenarme cuando cerré mi libro, lista para irme de ahí.

-Lo siento, pero yo ya tengo...

-Equipo! - Respondió Thomas detrás de mí. Me convertí en estatua al sentir sus manos sobre mis hombros y su aliento chocando contra mi piel, pero el continuó hablando.- Pero tienes razón, ahora es impar. Me temo que se tendrán que largar.

Xolia bufó y se levantó de la mesa, las otras dos chicas imitando la.

-Qué no sabes quién soy? - Preguntó indignada, haciéndole ojitos. Rodé los ojos ante su desfachatez.

-No. Y sinceramente no me interesa.- Comentó Thomas al encogerse de hombros. Xolia golpeó mi cuaderno contra la mesa al dar un taconazo y se volteó ondeando su cabello negro sobre su piel moca.

Caminó pavo, según ella modelando, hasta la entrada de la biblioteca. Ya que estaba ahí se volteó y nos habló.

-Solo les digo, que me llevaré esto.- Apuntó a mi cuaderno en su mano.- Así que mi trabajo será el mejor!

Ya que ella se había salido me reí, le iba a agradecer a Thomas, pero entonces sentí su aliento en mi cuello, su respiración en mi oído, de nuevo me paralice.

-Ya siendo serios... Quieres ser mi pareja? - Preguntó calmado, mientras que mi corazón era todo lo contrario. Lo sentía revoloteando por todos lados. Además de haber perdido el habla.

-Claro que acepta! - Gritó Alya frente a nosotros. Parpade y por fin reaccione.

-P-pero... Alya! Tú eras ...- Mi amiga levantó el dedo índice callando mi voz.

- Llegué tarde, además necesitas un poco de diversión en tu vida... Un novio te hace falta.- Ante lo insinuado me sentí arder, era un tomate. Un tomate!

-No! Alya... Yo me refería a ... A ya sabes pareja de equipo! - Explicó alterado Thomas.

-Sí...claro.- Alya le guiñó el ojo a Thomas y apuntó a un chico detrás de él.- Ven chico, tú y yo ahora somos equipo.- Dicho esto Alya salió de la biblioteca y se fue.

Abrí los ojos y lo cerré, aún confundida por todo lo que pasó. Hasta que Thomas se sentó junto a mí

-Te parece si... empezamos? - Asentí, a falta de encontrar palabras, y comenzamos a trabajar.

Después de ese trabajo, las chicas siempre querían ponerse al tu×tu. Pues él chico nuevo, atlético y bien parecido me había defendido a mí.

-Por que... Qué le hiciste para que te ayudara? - Preguntó una vez Tatiana, nos había tocado la limpieza del salón así que estábamos solo nosotras dos

-No es nada especial... Simplemente no estaba para pleitos ese día...- Contesté lo más normal posible mientras barría.

-No! Es especial! Qué tienes tú? - Gritó al dejar caer la escoba y salir hecha una furia. Pensé que hasta ahí había llegado la conversación y continúe con lo mío, en verdad estaba equivocada.

Pues de un momento a otro me encontraba bañada en el agua del trapiador.

-Xolia nos prohibió tocarte... Pero y eso que? No es mi jefe y ... Me desesperas! - Limpié mis ojos y la miré enojada, apenas logrando distinguir a la persona frente a mí por el agua sucia.

-Sabes que? Bien! Mojame no me interesa, sólo ten esto bien claro, y pásale la información a tus amigas. Yo no soy su sirvienta ni mucho menos, estoy harta de hacer sus trabajos y aguantar sus teatros!

-Maldita! - Gritó corriendo por la escuela. Suspiré y me dejé caer al suelo, estaba lista para llorar.

Estaba sucia, sola, apestosa y mojada...

-Eres única.- Escuché sobre mí, ahí estaba. Thomas, con una sonrisa. Quitándose el suéter, poniéndolo sobre mis hombros. - Por fin te liberaste del grupo de ... Pues que te digo.- Comentó con diversión mientras se sentaba junto a mí.

-Sí...no fue fácil...-Comente aferrandome a su suéter.

-Pero eres libre! Ahora, yo sabía que podías, por eso no ... Ayude con este problema, lo siento. -negue y recosté mi cabeza sobre su hombro.

-Gracias! Afrontarlas... Fue pasar un gran obstáculo!

-Yo sabía que podrías.- Comentó con una sonrisa en el rostro. Lo cual me hizo sonreír a mí.- De casualidad ...  Sabes lo que Amy significa?

Negué con la cabeza mientras le miraba de reojo.

-No, qué significa?

-La que es amada. Amy, tú eres amada.- Entonces sentí el peso de la cabeza de Thomas sobre mí y cerré los ojos. Me sentía protegida.

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