Después de las vacaciones de Navidad, los alumnos de último curso se mostraban cada vez más nerviosos por los ÉXTASIS.
Solo veía a Draco durante las clases y en la biblioteca ya que, el resto del tiempo, lo pasábamos estudiando.
Una vez acabamos los exámenes, ambos salimos a patrullar y nos volvimos a encontrar todas las noches.
El día anterior a regresar a casa, recibí una carta de él en la que ponía que nos viésemos a medianoche en el vestíbulo.
En cuanto llegué, le esperé hasta que le vi aparecer.
-Me alegro de verte-dije, mientras le abrazaba.
-Vámonos de aquí-respondió.
Le sonreí y cruzamos la puerta del castillo.
Le agarré del brazo y apoyé mi cabeza sobre su hombro mientras caminábamos. Llegamos hasta el lago y, una vez allí, pude observar como la luz de la luna se reflejaba sobre el agua.
-Me gustaría saber nadar-confesó Draco, de repente.
En ese momento, se me ocurrió una idea.
-¿Estás listo?
-¿Para qué?-me preguntó, desconcertado.
-Para nadar.
Empecé a caminar hacia el lago pero Draco no se movió.
-Hermione, ¿a dónde vas?
Se acercó un poco hacia mí y, en cuanto vio que me quitaba la túnica, comprendió lo que estaba pasando.
-No pienso meterme en el lago.
-¿Por qué no?
-¿Tú sabes lo fría que estará el agua?Además no tengo bañador.
-Yo tampoco.
Me dirigí hacia la orilla y empecé a desabrocharme la blusa. Después de quitármela la aparté junto con mi falda.
-¿Vienes?-le pregunté, después de darle un beso.
Acabé de sacarme los zapatos cuando vi que él ya no tenía la camisa puesta.
En cuanto mis pies tocaron el agua comprobé que estaba realmente fría. Sin pensarlo, me metí rápidamente hasta cubrir todo el cuerpo.
Draco hizo lo mismo y, cuando llegó hasta mi comencé a explicarle:
-Estira los brazos y luego empuja.
Él siguió mis indicaciones y, después de un rato, comenzamos a flotar agarrados de la mano.
De repente me soltó y se acercó hacia mí. Sus manos se posaron sobre mi rostro.
-Hoy estás más guapa que nunca.
Sonreí y acaricié su cabello rubio mojado. Nos abrazamos y posteriormente nos volvimos a besar.
Instantes después, nos encontrábamos tumbados sobre la hierba mirando todas las estrellas que iluminaban el cielo. Mi cabeza se encontraba sobre su pecho mientras que él la acariciaba con su mano izquierda.
-Esta está siendo la mejor noche de mi vida.-dijo.
Nos quedamos hablando, hasta el amanecer. Contemplamos como el sol salía y después nos vestimos.
-Hermione, ¿te puedo pedir una cosa?
Afirmé moviendo la cabeza y me miró a los ojos.
-Escápate conmigo.
-¿Qué?
-Vayámonos a cualquier parte. Tú y yo.
-Draco yo...
-¿Qué ocurre?
-No puedo.
Nos quedamos en silencio hasta que preguntó:
-¿Es por él?¿Por Weasley?
-Verás, yo...
-¿Estás enamorada de él?
No dije nada y entonces él se levantó.
-¿A dónde vas?
-Tengo que acabar de meter mis cosas en el baúl.
-¡Espera!
-No, Hermione. Se acabó.
Ese día, intenté volver a hablar con Draco pero él ya ni me miraba.
Al llegar al Expreso de Hogwarts, le busqué por el tren.
Después de revisar la mayor parte de los compartimentos le vi sentado en uno de los asientos junto a Astoria Greengrass.
Los dos se reían, hasta que, de repente, Draco giró la cabeza hacia mí. Astoria me miró y, en ese momento, decidí salir de allí.
Poco después, llegamos a la estación de Kings Cross. Harry y Ron estaban esperándonos a mí y a Ginny.
Ron me abrazó y vi que Draco nos había observado.
-¿Vamos?-dijo Ron.
Apoyó su brazo sobre mi hombro y me di la vuelta para poder ver a Draco una vez más. Pero él ya no estaba allí. Se había ido con Astoria y yo ya no podía hacer nada para que volviese.
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Junto a ti (Dramione)
FanfictionLa historia de Hermione y Draco, como nunca antes había sido contada.