Capítulo 2: Recuerdos

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-"han llegado a su destino, sentirán algo de turbulencia, por favor, conserven la calma"- Si, si, si, comprendo que sea la azafata, pero, ¿tiene que hablar todo el tiempo?, has me tiene más cansada que este condenado asiento, tengo las nalgas más dormidas que mi tía, en todo el viaje no pude pegar el ojo, es extraño viajar, y que no sean vacaciones, mañana amaneceré con más ojeras que un oso panda -"Todos pueden reclamar sus maletas, mascotas y demás en el aeropuerto, gracias por viajar en nuestras aerolíneas, feliz tarde"

-Tía-susurro al oído ese momento incomodo cuando no sabes si está dormida o si ya falleció, la muevo un poco. 

-¿ya trajeron la champagne?-dice dormida, río levemente y despierta asustada, suelto una carcajada 

-ya llegamos, tenemos que bajarnos, esto no es un hotel. Al llegar a la nueva casa, tengo una sensación escalofriante, es el triple más grande que mi anterior hogar, y siendo sincera, prefiero la anterior, mucho más cálida, acogedora, aquí me siento como una turista llegando a un hotel, sin siquiera saber por dónde queda el baño

-¿qué te parece?-dice sacándome de mis pensamientos, me encojo de hombros.

-bien, creo, no lo sé, mmm, ¿no crees que hace falta un mayordomo?-reímos

-esta casa era de tus abuelos-dice mientras camina-es mi herencia, recuerdo que siempre nos sentábamos en la chimenea los días más fríos, y tomábamos una taza grande de chocolate con malvaviscos. Cuando me regañaban, o se enojaban con migo, me escondía en la azotea, me llevaba cereales, sodas y las frutas de mi madre, era "mi escondite secreto", mi hermano y yo solíamos correr por los pasillos con una caja en la cabeza, con dos hoyos hechos con un lapicero para poder ver, éramos ¡"los astronautas de papá"!-ríe levemente y al instante su alegría se opaca, y el silencio invade el lugar.

-se oye divertido-río y ella solo sonríe. Mis abuelos murieron muy jóvenes, ella tan sólo era una niña, mi abuelo manejaba, y ella y mi padre iban en la parte de atrás, tenían la radio muy alta, todos cantaban felices, me imagino que desafinados, pobres ventanas, entonces un conductor ebrio se fue en contra vía, mi abuelo lo esquivó, pero colisionaron contra un poste de luz y sufrió un paro cardíaco, mi tía lloraba y gritaba por ayuda, pero nadie acudía, la abuela era asmática y su inhalador no sirvió de mucho, estaban atrapadas en el auto, por suerte un mendigo fue por ayuda y ambas se salvaron,  pero la abuela se sumergió en el alcohol dejándose consumir por la melancolía, su mente y cuerpo ya no eran uno, dejó de comunicarse con las personas, sólo era un muerto en vida que vagaba por la casa buscando a alguien que ya no estaba en este mundo, y un día, al regresar la tía de la escuela y dirigirse a su cuarto, vio a la abuela guindada del abanico de techo, ¡se había suicidado!, O eso dijeron los forenses, la intentó ayudar,llamó a la policía, y los vecinos acudieron igual, pero no había nada que hacer,antes de llegar al hospital ella ya había muerto, es algo que no ha podido superar del todo, ¿y quién podría?, papá parecía tomarlo bien, pero no se crean, muchas veces lo vi llorar en silencio, recuerdo que de pequeña la visitábamos, y el rostro de ella solo irradiaba tristeza,me cansé de verla llorar mientras sostenía el retrato de sus padres, una vez, sumergida en el llanto y la melancolía,levantó su mirada tan vacía y me contó cada detalle de lo sucedido, luego de eso no se mencionó más el tema,ella estaba decidida a retomar su vida, tomó rehabilitación interna durante tres años, papá estuvo a su lado siempre, y al regresar, su cambio era notorio,era la tía ideal, divertida, desordena, con muchos planes a futuro, irradiaba luz...hasta ahora. 

 

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