Enamorado; VKOOK

ESTOY

Lo amo.

Lo amo desde que éramos niños.

Desde aquella ves dónde nuestras madres nos presentaron porque eran muy amigas. Te veías muy tierno e indefenso como un pequeño conejo asustado cuando te escondiste detrás de las piernas de tu madre. Recuerdo que tú fuiste el que tomó la iniciativa y me jalaste de la manga de mi suéter y me llevaste a tu habitación diciéndome que te llamabas Jungkook y tenías 6 años.

Teníamos 7 años cuando me preguntaste algo que nunca olvidaré.

—TaeTae hyung, ¿qué es el amor? —recuerdo que me viste con los ojos curiosos y brillosos como esmeraldas esperando una respuesta.

—Amor significa que quieres mucho a la otra persona y te gusta verlo sonreír —te respondí, despeinándote el cabello. —, yo te amo Jungkook.

Te dije tan inocentemente sonriéndote, sin saber el significado de mis palabras. Tus labios dibujaron un "o" y ladeaste tu cabeza como un cachorrito confundido.

—Yo también te amo TaeTae ¿pero cómo puedo demostrarle que lo amo?

—Pues mis papás se dan besitos y ellos se aman.

Y me congele cuando te acercaste hasta mi y me robaste un pequeño e indefenso besito. Fue muy rápido, pero solo sonreí cuando te alejaste y noté tu sonrojo.

Te di otro besito inocente y te abracé como nunca antes. Me sentí super emocionado al saber que yo había sido tu primer beso y que tú habías sido el mío.

Nos divertimos hasta altas horas de la noche, jugamos con tus juguetes, haciéndonos cosquillas o jugando al policía y el ladrón.

Siempre, desde que tengo memoria, me ha encantado ver las estrellas; como estas iluminan el cielo nocturno. Pero desde el momento en que te vi sonreír con regocijo, desde el momento en el que me mostraste tus dientecillos de conejo mientras tu naricita se arrugaba me di cuenta que aquella brillaba más que mil constelaciones.

Nos volvimos inseparables, muchas veces me quedé a dormir a tu casa y tú en la mía; jugando como los niños que éramos. He de confesar que en algunas ocasiones perdía apropósito únicamente para poder escuchar tu meliflua risa de victoria. Amaba la forma en la que tu rostro y ojos brillaban cuando ganabas o me contabas cosas que amabas.

¿Recuerdas cuando íbamos a la escuela en bicicleta?.

Dime si recuerdas las veces que salíamos minutos antes de las 6 de la madrugada y trepábamos el árbol de mi casa solo para apreciar el alba, lo recuerdas, ¿verdad? Porque yo sí, recuerdo tu entusiasmo al verlo, recuerdo tu hermoso perfil decorado con los colores del amanecer mientras sonreías, ¿por qué solo te recuerdo a ti y no al propósito de estar en ese árbol?

Y te vi crecer, estuve presente a cada cambio que tuviste, como te volvías más y más bonito con el pasar de los años. Como te hacías más alto, pero lamentablemente solo te paso por unos cuantos centímetros. Como tu cuerpo sea afinaba y ahora tienes unas hermosas curvas.

Y yo cada día te amaba más.

☁

Acabas de soplar tu vela de 15 años, todos aplauden incluyéndome. Me miras y sonríes. Conozco esa mirada: tienes ganas de llorar. Me acerqué lo más rápido que pude y te abracé con la excusa de que te felicitaba. Te aferrabas muy fuerte a mí, sentí como mi camiseta se mojaba por tu silencioso llanto, pero era lo que menos importaba. No recuerdo que excusa tonta puse solo para llevarte a tu habitación porque sé que no te gusta que te vean llorar.