John Dawlish

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Capitulo Quince: John Dawlish


Cada paso que daba le resultaba una agonía. Le dolían los huesos y a cada rato le invadía un ataque de tos. Aun así, Luna no detuvo su caminata. Tenía que ir. Debía llegar a ese lugar. Se tambaleó un par de veces, pero eso no le impidió cesar su andar. Buscó sostén con las paredes cercanas, postes y de lo que fuera encontrando a su paso.

[...]

−¿Cuándo podré ver a mi papi, tío T? – preguntó Severus, se encontraban en la cafetería del hospital.

−Dentro de una hora, Granger está haciéndole unos estudios, en cuanto termine te paso a su habitación – el mayor le sonrió.

−¡Hasta nos da tiempo de comer postre! – exclamó Lizzy, sonriendo.

Theodore les sonrió.

−Tengo que ayudarle a Granger, vendré por ustedes en un rato más. No se separen y no se muevan de aquí, ¿entendido?

−Sí – respondieron a coro, engullendo sus alimentos. Theodore revolvió el cabello de Severus y le dio un beso en la frente a su hija a modo de despedida.

−Los veo en un rato más.

Un hombre alto y de cabellera castaña les sonrió, se sentó a una mesa de distancia de ellos.

−Qué bueno que mi papá nos dejó salir de ese lugar – opinó Lizzy – me aburro mucho en esa casa.

−Yo también – coincidió el ojiverde.

El hombre alto los escudriñó con la mirada, metió una mano a su bolsillo y de ahí sacó una pequeña jeringa con contenido de un líquido color azul.

−Si no fuera por ti, Lizzy, me sentiría muy solo – confesó el pequeño – eres mi mejor amiga.

−También tienes a tu abuelo.

−Pero a él apenas lo conocí y tú y mi tío T los conozco desde siempre – le sonrió –tú eres como la hermana que nunca tuve y mi tío T como... mi papá, el que nunca conocí...

El pequeño entristeció. El hombre alto agrandó los ojos, no pudo evitar lo que estaba sintiendo en esos momentos. Tuvo deseos de acercarse a Severus y decirle "Yo soy ese padre que nunca conociste, soy yo, Blaise Zabini". Pero no lo hizo, estaba ahí para cumplir una misión. Contagiar de la gripa muggle a Lizzy. A esa pequeña que Severus quería como a una hermana. ¿Lo haría? ¿Contagiaría a esa pequeña niña? Blaise pensó en su otro hijo, en Adrián, quien estaba en sus últimos días. No soportó la presión, salió de la cafetería, en cuanto estuvo lejos de San Mungo la poción multijugos dejó de funcionar.

[...]

Ginny entró en la oficina de Harry, el muchacho la había estado evitando desde el momento que le pidió el divorcio y la pelirroja no necesitaba estar a la espera del ojiverde. Tenían que tomar una decisión.

−¡Ginny! – el ojiverde dio un bote sobre su asiento, no esperaba verla en su lugar de trabajo.

−Harry necesito tu respuesta – habló sin rodeos – hace dos semanas que te lo dije y solo me has evitado.

El ojiverde se levantó y se detuvo frente a ella.

−Ya tomé una decisión – suspiró – nos divorciaremos.

Ginny lo abrazó afectuosamente.

−Tenemos que hablar con Scorpius – aclaró, separándose del abrazo – y después, procederemos.

No me olvides... || Harry Potter || Harry/Draco || MpregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora