Primeras veces

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'Ring, ring' Sonaba el timbre de la habitación, mi vestido estaba un poco arrugado, lo sacudí como pude con las manos y me pasé los dedos por el pelo.

- Voooy!! -acerqué el oido a la puerta- ¿quién es?

- Chel, cariño soy yo, Sharon.

Abrí la puerta rapidamente, Sharon sonaba algo borracha, ''si supiesen como es ella... ya no la tendrían todos en un pedestal'' pensé.

- ¿Pero... que has hecho? -pregunté mientras la cogía del brazo. Tenía un aspecto horrible, estaba despeinada, tenía los labios y los alrededores manchados de un rojo borroso, su cara expresaba cansancio y olía a alcohol como nunca.

- Nada, que se ha pasado un poco con las copas -dijo un chico de los que la acompañaba. Era alto, fuerte, rubio y de ojos castaños.

- Ah... vale, gracias - no sabía que contestar, aunque yo ya sabía como era realmente Sharon no podía asimilarlo.

Cerré la puerta y sin ninguna gana cogí a Sharon del brazo y la metí en la ducha, dejé correr por su cabeza agua fría y le fui quitando la ropa.

- ¿Pero que haces retrasada? Vas a echar mi vestido a perder.

- L-lo siento Sharon -dije con hilo de voz.

Su vestido ya estaba echado a perder, pero no tenía ganas de discutir con Sharon, no me veía capaz. Le puse su pijama y la dejé en su cama.

No sabía que me pasaba, estaba desganada de todo completamente, sentía la necesidad de llorar incluso. Bajé la cremallera lateral de mi vestido rosa y lo dejé caer al suelo, y abrí el grifo de la bañera. Se fue llenando poco a poco, mientras tanto me quite todo y me metí en ese agua ardiente. Me relajaba mucho, me metí bajo el agua, y los recuerdos vinieron a mi cabeza. La noche en que mi padre murió, ibamos a la casa del lago, era invierno, noche cerrada, un frío que penetraba hasta los huesos pero aun asi era algo muy bello. La carretera por la que circulábamos no estaba en muy buenas condiciones y además había hielo sobre ella. Esas navidades iba a pasarlas yo sola con mis padres, Sharon se habia ido con sus amigas a Toronto, pero fueron las peores navidades de mi vida. Mi padre perdió el control del coche y chocamos con un árbol centenario. Desperté de mi pesadilla, salí de la bañera, cogí una toalla y me miré en el espejo. Había cambiado mucho desde el accidente, y tan sólo habian pasado dos años.

Me fui a la cama casi arrastrandome, abrí el armario y busqué un pijama. Encontré mi camisón de seda color coral, sonreí. Me lo habían regalado Megan y George por mi cumpleaños ''Esperamos que te guste pequeñaja, ya sabemos que estas acostumbrada a cosas más finas, pero este nos parecía perfecto''. Recordaba ese día como si acabase de suceder. Mi móvil sonó.

''Perdoname por lo sucedido esta mañana y por no llamarte a las seis, estaba algo ocupado, me gustaría conocerte y prometo que te lo compensaré. Voy a estar una semana en Morehead City y quiero invitarte a tomar algo antes de irme otra vez a Dallas.

                                                                                Buenas Noches Chelsea, un beso Rob.''

Sonreí, despues de todo ese beso me gustó, y parecía buen chico. Ese fue el úimo pensamiento que tuve esa noche antes de quedarme dormida.

                                                                       

                                                               ******

Me desperté, hacía un calor infernal, mi frente estaba algo sudada al igual que mis muslos y mi espalda. Sentía que me moría de sed, tenía una necesidad tremenda de beber agua.

Luck and Misfortune: una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora