sugar daddy; andy biersack

2.

— ¡Necesito que me pagues la renta, ya llevas un mes sin pagar y mi jefe está cabreado!

— Por favor Tío, deme una semana para conseguir el dinero. —rogué —

— Está bien. —suspiró — Pero que sea lo más pronto posible, o sí no tendré que echarte.

Aún no sabía que hacer y el pánico se apoderó de mí, ¿qué haré? Esto cada vez es más estresante. Encendí mi laptop y entré al sitio web, y vi muchos mensajes del Señor Biersack.

Tú: ¿No se cansa de acosarme?

Andrew: ¿Por qué debería de hacerlo?

Tú: No me interesa su oferta.

Andrew: ¿Por qué?

Tú: No pienso prostituirme.

Andrew: ¿Por quién me toma señorita?
Sólo pretendo que tenga que sexo conmigo.

Tú: ¿Como una puta?

Andrew: No señorita.
¿Le parece sí nos podemos ver?
Podré explicarle mejor.

Tú: Ni siquiera sabe donde vivo.

Andrew: Me tomé el tiempo de informarme.
Vive en Cincinnati, al igual que yo, y de hecho, va al colegio donde asistí.

Tú: Me da miedo.

Andrew: ¿Nos veremos o no?
Puede llevar a alguien que la acompañe por sí gusta.

Tú: De acuerdo.
¿Donde?

Andrew: ¿Sabe donde queda Avelar's Coffee?

(...)

Ahí me encontraba dirigiéndome hacía donde había quedado con Andrew, y mi amigo Kellin me está acompañando, no le mencioné que lo conocí en ese sitio web y mucho menos la propuesta que me hizo. Al estar enfrente del local, esperamos un rato.

— ¿Estás segura que estarás con él a solas?

— Claro Kel, aunque no estoy muy segura... ¿Y sí es un asesino en serie que me matará para saciar su sed de sangre?

— Tal vez sólo soy un muchacho que está muy interesado en usted, señorita. — escuché una voz gruesa a mis espaldas —

Me estremecí un poco al escuchar su voz, lentamente me di la vuelta, Encontrándome con él, levanté mi vista, puesto a que es demasiado alto, vestía muy bien, y ni hablar de lo apuesto que es. Pude ver la reacción de Kellin, estaba boquiabierto, claro, cualquiera pensaría ¿qué hace un hombre tan apuesto con una chica como yo?

— Amm, yo me voy, que la pasen bien.

Nos sonrió y caminó en otra dirección, dejándome sola con tan ardiente hombre.

— Después de usted. —me abrió caballerosamente la puerta del local —

— G-gracias. —sentí mis mejillas arder &

Tomamos asiento en una mesa de al fondo y vino una chica a tomarnos la orden.

— ¿Qué van a pedir?

— Quisiera dos capuchinos, por favor.

— Se los traeré enseguida, con permiso. —se retiró —

Me empecé a sentir un poco incómoda con su mirada examinándome, aunque admito que tiene unos lindos ojos azules.

— Usted es muy hermosa.

— Gracias. —sentí mis mejillas arder —

— Aquí está su orden, señor Biersack.

Tomé mi capuchino y le di un enorme sorbo.

— Bueno, a lo que vinimos. —se aclaró la garganta y bajó el volumen de su voz — ¿Le ha picado la curiosidad sobre buscar lo que es un sugar daddy?

— No. —negué —

— Muy mal señorita. Bien, se lo explicaré nuevamente, usted me hará compañía a cambio de pagarle sus caprichos y necesidades.

— Pero, ¿sólo por sexo?

— Es algo que quisiera aclarar. —carraspeó su garganta — Mmm... También necesitaré su compañía en todo momento, cenaste viajes... De usted sólo quiero que pida las cosas de "por favor", que sea educada, no rechace mis regalos, ponerse los atuendos que le compre, y al momento de tener sexo que me llame... —hizo una pausa — daddy.

— ¿Daddy? —levanté una ceja —

Él sólo asintió y bebió de su café, aún no puedo saber sí confiar de su palabra.

— ¿Por cuánto me estoy vendiendo?

— Por todo mi dinero señorita, le estoy diciendo que pagaré sus deudas, su comida, gimnasio, estudios, ropa y viajes, ¿hay trato?

— ¿Como sé que puedo confiar en su palabra?

Andrew suspiró. Pasó su mano por su cabello y me vio.

— Deme su número de cuenta.

— Yo...

— Bien, apuntelo usted misma.

Andrew me pasó su enorme IPhone, puedo jurar que es más grande que mi mano. Apunte mi número de cuenta y di en OK, para qué él no viera y se lo entregué.

— Listo, ya tiene el dinero para pagar la renta mensual.

Mi células vibró y la transferencia había sido un éxito.

— Pero sí aún no he aceptado.

— No tardará en hacerlo, ¿me acompaña a mi casa?

— N-no lo sé...

— Sólo quiero convencerla.