El día de tú muerte | IronStrange (Omegaverse)

Reencuentro.

Una vez en el Reino y después de haberse reunido con  todos para planear una estrategia que les diera ventaja sobre el Titán, Shuri le indicó que por su bien aceptara hacerse varias pruebas y así lo hizo, cuando los resultados estuvieron listos fue llevado al laboratorio de la princesa, la cual ocultaba su tristeza detrás de una máscara, ni se explicaba como ella podía hacerlo.

“Tony…” Comenzó la chica lentamente. “Ya tengo todos los resultados y… Bueno…Tú” De pronto  la chica no supo como seguir hablando y Tony comenzaba a impacientarse.

“Vas a quedarte ahí o…” Se cruzó de brazos mirándola.

“Estas embarazado” La joven Omega lo miro unos segundos para después desviar la mirada, se sentía un tanto mal por él.

Tanto intentar tener cachorros propios con el hechicero y justo cuando este no estaba se enteraba de que lo había logrado, fue suficiente para el castaño. Se derrumbó, ese escudo que había creado para protegerse en cuanto bajo de la Milano se rompió en miles de pedazos diminutos, como si fuera el cristal de una fina copa de vino cayendo al piso rápidamente.

“Stephen…” Sollozo llevándose una mano al vientre, ese momento debería ser feliz, debería haber sido de los dos, dos... Pero no, estaba él solo y a la deriva.

“Yo…” No dijo palabra más y atrajo al mayor para abrazarlo, compartía su dolor.

Shuri había perdido a su hermano mayor, él monarca de Wakanda, la morena dejó salir algunas lágrimas mientras ambos genios compartían un abrazo lleno de sentimientos, intentando apoyarse el uno al otro. Reconstruirse.

Los meses pasaron demasiado rápido para su gusto. Pepper iba a verlo a Wakanda cada vez que tenía una oportunidad, si, la rubia había sobrevivido a ese apocalipsis. Shuri no lo dejaba quedarse en el laboratorio demasiadas horas, algunas veces le parecía que ella era demasiado sobreprotectora con él y con el bebé que aún no nacía. Harley había sido llevado a Wakanda también.

"Cómo lo llamarás?". Le pregunto un día mientras lo veía manipular la tecnología de su próxima armadura.

"No lo he pensado…". Miro su vientre de siete meses y soltó un suspiro. Estaba tan solo.

"Tony...". Empezó la joven. "Ese es tu bebé. El hecho de que Stephen no esté aquí no quiere decir que te darás por vencido y dejaras de luchar. ¿Te has preguntado que hubiera querido él?".

El castaño se lo pensó un poco, ella tenía razón.

"William". Susurro después de un rato. "Así se llamará". Y por fin, después de mucho tiempo una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios.

Su pequeño nació y fue un pequeño rayo de luz para Tony, pero eso no quería decir que dejaría de intentar hacer volver a Stephen, su amado Stephen. Y cuando William tenía apenas unos 10 meses la oportunidad se hizo presente.

Gracias a la ayuda de Rocket habían logrado hacer varios viajes a la galaxia y pedir ayuda a cualquiera que se cruzarán en el camino. Localizaron a Thanos.

De nuevo en Titan. Las pesadillas de Tony parecían arrastrarlo nuevamente. En los últimos meses había tenido sueños en los que veía a Stephen, Peter y al resto petrificados, pero había algo más. Stephen estaba en lo que Tony solía llamar "la forma fantasma". Lo llamaba, le decía un par de cosas que después Stark no podía recordar y cuando intentaba tocarlo desaparecía, entonces despertaba sudando y agitado, totalmente asustado… No, aterrorizado.

Pero ahora no eran solo ellos. Habían conseguido que los Nova les dieran apoyó al igual que varía tropas de los devastadores.

"Se lo que tú corazón desea Stark". Le dijo el gran monstruo morado viendo las cientas de naves que lo rodeaban. "Quieres a tú amado hechicero? Aquí lo tienes".