Mi Último Recuerdo {taehyung y tu}

5

— me gusta estar así contigo — confesé con una sonrisa de oreja a oreja, acariciando sus manos que se encontraban en mi cintura. Ambos sentados en el suelo, y yo con la espalda apoyada en su pecho mientras el me abraza con esa calided que me desprende alegría por todas partes.

— es normal, todos amarían estar así conmigo — suelta una de sus típicas bromas arrogantes, ganandose que ruede los ojos por arruinar el momento. Llevamos como una hora en este lugar tan hermoso, abrazados y hablando de cualquier tonterías que nos pasa en nuestras vidas, o simplemente riéndonos de las desgracias de los demás.

— ¿desde cuando conoces este lugar? — pregunté curiosa jugando con sus dedos cubiertos por unos guantes grises. Juraba que si me los ponía me quedarían gigantes.

— lo encontré después de enterarme que me iría — hago una mueca con mis labios. Después de unos segundos mirando a los arboles me levanto con una sonrisa para poner mi mano frente a el — ¿que haces loca? — habla entre risas levantándose del suelo con la ayuda de mi agarre.

— quiero caminar, me duele ya el culo — al escuchar eso suelta una risa suave, me da la vuelta y me vuelve a abrazar empezando a caminar por las escaleras de piedra — creo que tienes una pequeña obsesión por abrazarme.

— no se, me gusta sentirte — expecta inocentemente dejando caer su cabeza sobre mi hombro con los ojos cerrados y una sonrisa, miro hacia otro lado intentando ocultar mi risa — ¿de que te ríes? — decido no decir nada, cuando se da cuenta se separa de mi con la boca abierta — ¡eres una mal pensada! — grita como si fuera un niño pequeño, tapando su rostro con aquellas manos que ya no eran tan pequeñas.

— no es mi culpa que digas cosas con doble sentido — intento excusarme inocentemente, cosa que no logro. Se quita las manos de la cara y se acerca a mi Volviéndome a abrazar con una sonrisa.

— te amo — abro mis ojos de la sorpresa ya que no me esperaba que dijiera eso, lo más que me decía era un "te quiero" por lo que fue algo raro para mi. Y parece que para el también, ya que enseguida se dió cuenta de lo que dijo y volvió a tapar su rostro, lo observo divertida cuando se da la vuelta.

— ¿que? no te oido bien — pregunto con tono de burla, acercándome a el y poniendo mi oreja cerca de su hombro, ya que seguía a espaldas de mi.

— sé que lo has oido bien — contesta avergonzado, no pude evitar sonreir como boba al ver esa reacción tan adorable. Seguía siendo el mismo niño adorable y tímido de siempre.

— vamos, quiero que lo repitas, es la primera vez... Bueno la segunda que me lo dices y me encanta que me lo digas — obviamente me siguia burlando de el, no digo que me moleste que me diga eso, todo lo contrario. Pero me encanta burlarme de las vergüenzas de los demás, ¿a quién no?

— ¡no ayudas en nada! Era un niño, no sabía nada de la vida — se refería a cuando me dijo lo mismo por primera vez.

— oye, pues ese niño se ganó mi corazón con ese beso y ese "te amo" tan adorable — enseguida me miró con esa expresión que ahora mismo me daba miedo, sí, me refiero a esa expresión pervertida.

— o sea, ¿que te enamoraste de mi? — pone su tono pícaro, subiendo y bajando las cejas rápido. vuelvo a abrir los ojos como Platos mientras siento como empiezo a sudar frío, me pongo demasiado nerviosa asi que niego repetidamente sin decir nada. Estaba segura que si lo hacía tartamudearía — ¿no? — dice con tono divertido acercandose a mi, vuelvo a negar de la misma manera, mientras más se acercaba más inclinaba mi espalda para mantener un poco de distancia ya que mis pies no me dejaban moverme debido a los nervios. Cuando estoy al limite de caerme pone su grán mano trás mi espalda, mierda — pues... Tus manos sudorosas, tus mejillas coloradas y el pulso de tu corazón que puedo hasta escucharlo, me  dicen que si — vuelvo a abrir los ojos soltandome de su agarrare, lo unico que pasa por mi cabeza es darle un pequeño golpe en el brazo.