Capítulo 1

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El odio es algo con lo que se vio obligada a convivir toda su vida. Independientemente del tipo de persona que decidiese ser, ella nunca parecía suficiente.

Entonces, ¿qué motivo le impedía hacer lo que desease? Si de todos modos, ese sentimiento de rencor que todos le profesaban jamás iba a desaparecer....

En ocasiones se consideraba estúpida: después de tantos intentos fallidos por finalmente ser aceptada, aún albergaba la esperanza suficiente como para arriesgarse una vez más.

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Al entrar al restaurante "Granny's", inmediatamente todas las miradas descansaron sobre ella.

Miradas de desconfianza, miedo, asco, ira... Odio.

Todos se preguntaban qué podría estar haciendo la bruja allí y sobre las intenciones que cargaría. También los hubo que decididos a no arriesgarse, tiraron un par de billetes sobre la mesa y prácticamente corrieron hacia la puerta cuando ella estuvo lo suficientemente lejos como para considerarlo seguro.

Zelena caminó hasta la barra ignorando la sensación que aquella gente le provocaba, acostumbrada a tener que lidiar con ella durante años. En ese momento, la única reacción que le importaba era la de la mujer canosa que la observaba junto al mostrador, la mujer que decidiría si esa noche dormiría o no bajo techo.

Cuando por fin quedó frente la anciana que todos llamaban "la abuelita", fue cuando se hizo consciente del silencio que había invadido el local. La bruja se quedó totalmente quieta mientras la mujer mayor la examinaba con ojo crítico tras sus gafas redondas.

Cuando al parecer por fin hubo terminado el examen a la pelirroja, alzó su voz lo suficiente para que todos la pudiesen escuchar.

- ¡Cada uno a lo suyo! ¡Aquí no hay nada que ver! - más de una persona, entre las que sen encontraban tanto clientes como empleados del lugar, dieron un pequeño salto en sus sitios ante el grito de la anciana, y poco a poco el sonido de voces y cubiertos hizo disminuir la tensión del ambiente - Y tú, ¿Qué quieres? - esta vez se dirigió a la bruja.

- Buenos días - Zelena trató de contener su mala lengua ante el tono descortés de la abuela - me gustaría poder arrendar una de las habitaciones de la pensión.

-  Gente como tú no es bienvenida en este establecimiento - dijo mientras se erguía y tomaba un trapo para comenzar a sacar brillo al mostrador - Si bien no lo es para comer, mucho menos para quedarse a dormir - Zelena había estado temiendo esta situación, y aunque comprendía los motivos de la mujer para no querer acogerla, tampoco podía permitirse darse por vencida.

Estaba a punto de intentar hacer entrar en razón a la anciana cuando una chica morena se detuvo justo a su lado.

-Buenos días Granny - la joven le ofreció una sonrisa a la dueña del local que inmediatamente le fue correspondida, sonrisa que, al notar el silencio incómodo que se había formado entre las dos mujeres frente a ella, disminuyó levemente - Lo lamento ¿Interrumpo algo?

- Claro que no querida, enseguida te tomo la orden - la bruja reconoció a la chica como la mujer del Oscuro, "Belle".

- En realidad... - la morena se llevó la mano a rascar su nuca con nerviosismo - Venía a alquilar una de las habitaciones.

A diferencia de la de la anciana, la expresión de Zelena era de total sorpresa. Una de las consecuencias de vivir casi completamente aislada del resto del pueblo, era no estar enterada de los rumores y cotilleos que circulaban entre los ciudadanos, ni siquiera de los problemas no tan privados y para nada atípicos entre el Sr. Gold y su esposa.

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⏰ Última actualización: Sep 05, 2018 ⏰

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