Técnicamente todavía soy la novia de Franco pero hace semanas que me quedo a dormir en la casa de Lucas, me despierto desnuda con su brazo rodeándome las costillas, a veces desayunamos juntos, a veces tenemos sexo en el living, a veces nos da tiempo de hacer las dos. "Ay Dios" me dijo Sofía un día que nos cruzamos en casa, horrorizada.
Olivia piensa que lo mio con Lucas es algo trágico y triste, que cuando me vaya le voy a romper el corazón, a mi me gusta pensar que no me tengo que hacer cargo de eso, que ya le advertí, que siempre le fui honesta, pero siento una maraña de sensaciones recorriendo mi cuerpo que me hacen sentir incómoda. Debajo de todas ellas está la rabia y un deseo inabarcable que no se satisface nunca, uno más allá del deseo sexual, uno que desborda mi cuerpo y mi mundo en un exceso que termina siendo doloroso e imposible de sostener.
Nunca antes mi corazón había rozado lo insoportable, siempre me fui antes de que eso suceda con alguien, si llegaba a localizar un atisbo de lo que en un futuro podía llegar a convertirse en algo que no podría manejar simplemente me alejaba, un poco por salud, un poco por miedo. No voy a negar que hice la vista gorda con Lucas, me dediqué a ignorar copiosamente todas las señales que me decían que tarde o temprano las cosas se iban a salir de la vaina y seguí adelante, porque si hay algo que no puedo soportar es tener que alejarme de su cuerpo cálido cada vez que se va.
Me mandó un mensaje cancelando los planes que teníamos ese día, me dijo que se iba a Lisboa. Su padre había tenido un infarto y su hermano le había avisado que estaba en estado crítico. Lo llamé por teléfono y sentí su nudo en la garganta al otro lado de la línea como si fuera mío. Le pregunté si quería que lo acompañara, me contestó que no era necesario pero que tal vez mi presencia ayudaría. Preparé una mochila con lo básico y me fui hasta su casa en un taxi.
Estuvimos en silencio tres de las cinco horas que duró el viaje, escuchando unas canciones que yo tenía en el usb que llevaba a todas partes conmigo. Me tomó de la mano fuerte, me dijo gracias con los ojos vidriosos y volvió a mirar al camino mientras dos lágrimas dejaban un camino húmedo desde sus ojos hasta su mentón.
Se viene la secuela escrita por Lucas, la llevo pacientemente pero saldrá en algún momento, ojalá quieran leerla:
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#1 ¿Qué quiere un hombre de una mujer que no quiere nada de él?
RomantikLucas y Clara se parecen en muchas cosas, pero hay algo en lo que no coinciden en absoluto: su forma de vivir el amor. ¿Se pondrán de acuerdo o tendrán todo para perder? ¿Se darán cuenta de que cuando 2 son inseparables, el 3 es número par? Esta his...