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Después de salir por fin del trabajo, me dirigí con un gran cansancio a casa, estaba muy aburrida y harta de hacer siempre lo mismo y todo esto me frustraba demasido.
En cuento llegué a casa tiré todas mis cosas en el suelo y me estiré en el sofá para poder relajarme un rato, pero el sonido de mi teléfono me quitó ese relax, lo cogí y vi que era Sun hee; una amiga coreana que me había ayudado a aprender su idioma, ya que siempre me interesó  su cultura. Contesté al teléfono con algo de pesadez.

Sun hee – T/n, cuanto tiempo sin hablar contigo, como estas¿? – Por detrás de la voz de mi amiga podía escucharse a algunos chicos gritar y reírse muy fuerte y una voz riñéndoles por montar tanto escándalo.

T/n – Holaaa, si hace mucho que no hablamos, yo estoy algo cansada, pero dudo que tanto como tu jajaja. - Reí al escuchar aún gritos de fondo.

Sun hee – No hagas mucho caso a las voces de fondo, son los chicos que han acabado de ensayar y se están divirtiendo, ¿tanto te maltratan en el curro como para estar tan cansada?

T/n – No es que esté cansada de trabajar, pero es que ya estoy harta de hacer lo mismo, enserio te envidio, tu puedes viajar y ver lugares nuevos, mientras yo estoy encerrada entre cuatro paredes. – Bufé de solo recordarlo.

Sun hee – Puede que suene algo precipitado y loco pero, ¿por qué no te vienes a Corea? Le enseñé a mi jefe muchos de los trabajos que realizas y subes a instagram, dice que eres muy buena.

T/n – Me lo pensé durante unos segundos. – ¡¡Claro!! ¿Qué puedo perder?

Sun hee – ¡¡¡Bien!!! Trabajaremos juntas wiiiii, hablaré con mi jefe para que prepare una entrevista.

Después de hablar un rato más con ella colgué y me fui a dormir, estaba realmente cansada.

Después de dos semanas de preparación ya me encontraba en el avión que me llevaría a una nueva y mejor vida.




Enamorada de un idolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora