Para mi trabajar en algo que realmente amas es muy importante; de que te sirve trabajar hasta el final de tus días en algo que detestas¿? No señor, yo no soy así. Estudié y trabajé muy duro en algo que amé desde pequeña, pero nunca nadie me dijo que...
El vuelo duraba aproximadamente unas cinco horas; por lo que tenía tiempo de sobra para descansar. Con el tema de la mudanza a otro país, dormir era una palabra que había desaparecido de mi vida, entre que Sun hee me llamaba a cada rato por lo del trabajo, lo del permiso de trabajo y domicilio, una cosa y otra no descansaba más de tres horas seguimas, asique me dispuse a ponerme los cascos y descansar durante todo el viaje.
"5 horas después."
Ya había bajado del avión y mi mirada se iba de un lado para otro intentando encontrar un cartel con mi nombre, entre tantas personas se me hacía muy complicado, ya que no era exactamente alta, pero mis esfuerzos dieron sus frutos.
Al lado de un pequeño café destro del aeropuerto encontré a mi amiga hablando animadamente con un chico un poco más alto que ella, melena casataña y una bonita y peculiar sonrisa cuadrada.
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Me acerqué a ellos con cautela y me coloqué detrás de mi amiga para sorprenderla.
T/n – ¡Buh!
Sun hee – ¡¡T/n!! Casi me matas del susto. – Colocó una mano en su pecho para "regular" su respiración.
T/n – No has cambiado en absoluto, sigues siendo una exagerada.
Sun hee – Llámame mejor, reina del drama. Bueno T/n este Kim Taehyung, integrante de Bts.
Tae – Un placer conocerla noona. – Hizo una leve reverencia aún manteniendo esa tierna sonrisa.
T/n – El placer es mío Tae y no hace falta que seas tan cordial conmigo, por favor llámame por mi nombre.
El chico simplemente afirmo levemente con la cabeza algo tímido.
Sun hee – Bueno, ahora que os conocéis vallamos a tomar algo y así te explico como irá todo si te contratan.
Caminamos hacia dentro de la pequeña cafetería y comenzamos a hablar de como sería todo en la empresa, tanto horarios como salario y también sobre que al día siguiente vendrían ellos más otro integrante llamado Park Jimin a ayudarme a ordenar un poco mi apartamento. El tiempo pasó más rápido de lo que los tres creíamos y sin darnos cuenta ya habían pasado dos horas desde que habíamos entrado a ese local, por lo que pagamos la cuenta y nos fuimos cada uno por su lado, como estaba muy cansada lo primero que hice al llegar a casa fue cambiarme y dormir, era lo que más necesitaba en ese momento.
