Ingenua, inocente y sin mucha experiencia en el amor, así es Roxanna Brown, una chica que a según ella no ha tenido tiempo para el Amor y quiere experimentarlo por primera vez en sus 17 años. Después de culminar sus estudios en bachillerato Roxanna...
— Roxanna, confía en mi. Aarón te gusta — contestó mirandome con ternura
— Pero eso esta mal, él tiene novia — dije
— ¿Y? Cuando el corazón le gusta algo, no le importa lo demás
— No se que hacer — dije con estrés. Me agarré la cabeza con las dos manos sin saber siquiera que pensar a lo que Nahomy decía
— El problema es Brenda — dijo Nahomy
— ¿Por qué no la quieres? — pregunté
— ¡Es una perra! — exclamó Nahomy — soy testigo de la infidelidad de ella
— ¿Por qué no se lo dices a Aarón? — volví a preguntar asombrada, nunca imagine que Brenda le fuera infiel a Aarón
— Se lo dije y no me creyó — dijo Nahomy con decepción — me dejo de hablar por semanas, él cree estar enamorado de Brenda, pero no es así, es solo un capricho o simple costumbre, llevan tanto tiempo que Aarón esta acostumbrado a ella
— No lo puedo creer — contesté moviendo la cabeza lado a lado, Aarón estaba tan ciego con Brenda que no se da cuenta de lo que sucede alrededor
El día había terminado y nos dirigiamos al comedor, al llegar a la universidad después de lo sucedido con Aarón la tristeza era tan notoria que Camila y Scarlet me preguntaron qué sucedía conmigo, sin saber que hacer y a punto de derramar lágrimas —ya que de mi mente no salía lo ocurrido— les conté, me escucharon atentamente y agradecí por eso, tenía tantas cosas que contar que me estaba saturando y sentía que en cualquier momento explotaría.
Mientras caminabamos al comedor divicé en la que siempre nos sentabamos, se encontraban: Brenda, Aarón, los chicos y otras dos chicas que no conocía.
— No me sentaré ahí — hablé deteniendome
— Si tu no te sientas ahí, nosotras tampoco lo haremos — dijo Scarlet agarrando mis hombros
— No, tranquilas, sientense con ellos, ustedes no son las del problema — dije sin dejar de mirar la mesa donde se encontraba Brenda en las piernas de Aarón. Mi corazón se debilitó
— No soportaré una vez más sentarme con Brenda — dijo Nahomy
— Yo tampoco — habló camila — es tan... estúpida, se cree la mejor, si me siento con ella otra vez clavaré mi puño en su cara — me mostró su puño y sonreí
— Gracias
...
Las semanas pasaron, después de lo ocurrido jamás me volví a sentar con Aarón en el comedor. El grupo se había desprendido, Scarlet, Camila y Nahomy habían decidido no dejarme sola, nos habíamos hecho muy amigas, cada una estabamos para la otra. Aarón, Alex, Troy y Angelo se quedaron junto a Brenda, Cristina y Gabriela. Cristina es la mejor amiga de Brenda y Gabriela su hermana. Las chicas siempre trataban de alentarme diciendome que el grupo se había separado por Brenda pero yo sabía que no era así, el grupo se distacio por mí.
En todos estos días que pasaron Aarón no me había dirigido la palabra, ni siquiera me miraba, en cambio yo, trataba de hablarle y el solo me ignoraba, de vez en cuando le miraba furtivamente, no sé para que lo hacía, ni siquiera se percataba que estaba ahí, eso es lo que demostraba.
Deslicé por mi cabeza un vestido blanco con un rosado fluorescente, llegaba más arriba de las rodillas, arriba de este me puse una chaqueta de bluejeans y en mis pies coloque unas converse blancos, deje mi cabello suelto y salí de la habitación, al estar cerca de la puerta de salida, recordé que había dejado el celular en la cama, di una vuelta para buscarlo, golpeé el cuerpo de Aarón y caí al suelo, sentía un peso en cima de mi, abrí los ojos y me encontré con los de Aarón
No supe como reaccionar, hace tiempo no estaba tan cerca de él, un nudo se hizo en mi estomago y mi corazón latía con todas sus fuerzas. Aarón miraba mis ojos y yo miraba los de el, aunque estaba nerviosa no quería dejar de mirarlos, hace tanto que no les veía que su recuerdo se había borrado, el recuerdo de esos hermosos y brillantes ojos; aproveché a mirarlos tanto como pudiera, a examinarlos a ver si me explicaban que había pasado entre nosotros y para que me explicaran que habían hecho conmigo, aproveché a mirarlos ¿Quién sabe cuando se volverían a mirar nuestros ojos? Después de unos segundos sin dejar de mirarlos, Aarón habló:
— Maldición
Sus labios chocaron con los míos, los movio con una apasionada lentitud sobre los míos mientras yo no sabía como reaccionar, agarró mi cabeza y apreto más sus labios contra los míos si eso se podía, moví mis labios al compaz de los suyos y acaricié su mejilla. Se separó de mí y miró nuevamente mis ojos
— Maldición — volvió a repetir. Se levantó velozmente y se dirigió a su habitación sin decir más dejándome en el suelo mientras una confusión crecía en mi cabeza...
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Atuendo de Roxanna
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