Ingenua, inocente y sin mucha experiencia en el amor, así es Roxanna Brown, una chica que a según ella no ha tenido tiempo para el Amor y quiere experimentarlo por primera vez en sus 17 años. Después de culminar sus estudios en bachillerato Roxanna...
Mierda... No tenía palabras para describir la emoción que me emitía ver el cielo y encontrarme con este fenómeno tan hermoso
— Es hermoso, ¿Verdad? — habló Aarón al ver que no decía alguna palabra
— Sí, es... realmente muy... hermoso — balbuceé. Aarón rió al ver lo sorprendida y encantada que estaba
Mis ojos estaban hipnotizados con el gran espectáculo que ocurría delante mis ojos, la emoción salía por mis poros y al parecer Aarón lo noto
— ¿Alguna vez habías visto una lluvia de meteoritos? — preguntó mientras arqueaba una de sus pobladas cejas
Bajé la cabeza y sonreí con cierta vergüenza, otra de las cosas que jamás había experimentado
— Nunca — levanté mi rostro y Aarón no veía la hermosura que sucedía en el cielo, me veía a mí, mi corazón se paralizó ante la mirada tan fija, sus ojos marrones miraban lo míos, como si buscaran algo, algo que no pude deducir. La inquietud, me invadió e inexplicablemente mis ojos desviaron la mirada, era como si mis ojos no soportaran que su mirada explorara en la mía, algo que jamás había sucedido en mí, podía hablar cómodamente con los hombres y mirarlos sin siquiera intimidarme, pero él hacía que me incomodara, algo que me parece interesante; mejor dicho, él me parece interesante, lo que más me interesaba y quería encontrar la respuesta era el por qué de mis reacciones ante su estúpida mirada, eso hacía que la odiara por hacerme sentir esto
— Bueno, aprécialo. Observa las cosas como si fuera la última vez — dijo con seguridad — tienes que ser más observativa. Ve lo que sucede a tú alrededor y siente el placer de los regalos que nos da la naturaleza, siente la emoción del momento, goza tú vida
Por alguna razón y por tan solo unos segundos pude mirarlo a los ojos y admirar lo que decía, lo dijo de una manera tan segura y sutil. Por otra muy insólita razón me sentí atraída a sus sabias palabras y hacia él. Es un aspecto moral casi imperceptible que he podido admirar de los hombres
— Que bonitas palabras — le dije aún impresionada, él solo sonrió mirando el suelo para luego levantar su mirada y dirigirla al cielo
— ¿Sabes cómo sucede? — preguntó con duda
— Ni idea — dije rápidamente para que empezara a explicarme con las palabras tan cultas y perfectas con las que se había expresado hace minutos. Lo miré nuevamente y observé con veía el cielo con admiración, la lluvia de meteoritos había cesado y no entendía por qué miraba el cielo; pero recordé de inmediato las palabras que había dedicado para mi vida
"Ve lo que sucede a tú alrededor y siente el placer de los regalos que nos da la naturaleza, siente la emoción del momento, goza tú vida"
Era obvio, Aarón solo estaba apreciando el cielo y gozaba del hermoso paisaje que le brindaba
— Yo tampoco
— ¿Por qué no lo buscas por internet? — reí. Él sonrió con lentitud
— Internet da mucha información errada, yo busco otro tipo de explicación.
— ¿Qué otro tipo de explicación?
— Algo natural
Hice una mueca de duda
— Olvídalo — dijo y me molesté con mis irreversibles expresiones de cara — Cuéntame algo Roxanna — la emoción volvió a él — no sé nada de la persona con la que comparto apartamento, no puedo saber si algún día intentaras matarme — compartió con gracia y un carcajada salió desde el fondo de mi garganta
— No te mataré — aclaré
— A ver, te preguntaré algo — habló, luego de segundos pensativos volvió hablar — ¿Cómo te va con tú novio? — me miró con atención, esperando mi respuesta, se veía impaciencia como si mi respuesta tratara de vida o muerte y parecía que ya había planeado esa pregunta
— No tengo
— ¿En serio? — se sorprendió
— Sí
— ¿Por qué termino tú última relación? — volvió a preguntar
Dudé, ¿Debería decirle la verdad? Me da mucha pena decirle que jamás he tenido novio y que jamás he amado, pero no pierdo nada con decirlo, me mostraré tal y como soy
— Nunca me he enamorado, Aarón — lo mire a ver que decía su lenguaje corporal ante mi respuesta y al parecer le había gustado, una sonrisa se asomaba en sus labios — no he amado ni he tenido mi primer novio, siempre me he concentrado en mis estudios, además eso del amor no creo que vaya conmigo, es muy dramático
Los dos reímos por mi respuesta
— No es dramático
— Sí lo es, en secundaria mis amigas siempre lloraban por él — dije con una risa atravesada en mi voz
— Él amor duele
— Tú debes saber mucho — lo mire interrogativa, de repente una extraña duda inquietante surgió en mí, algo en mí le importaba y necesitaba saber con cuantas mujeres había hecho pareja Aarón
— No tanto como otras personas
Mi ánimo bajo de golpe, quería saber que se sentía todo eso del amor, quería experimentar alguna de sus sensaciones
— ¿Qué pasó? ¿Dije algo malo?
— No, no, por supuesto que no, es solo que quisiera experimentarlo
— Algo me dice que llegara muy pronto...
Me quedé atónita, no de la respuesta que dio Aarón, sino sentir un cosquilleo de mi estomago a mi cuello... ¿Qué está pasando en mí?
Lluvia de meteoritos
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