I| LA LLEGADA AL PARAÍSO |
— ¡Maldita sea, que se me hace tarde! — bajo lo más rápido que puedo las escaleras sin la opción de tropezar y rodar escalones abajo— Tan temprano en la mañana y estás con tus escándalos Johana — reclama Josh, mi mellizo.
— ¿Si te fijas la hora no? — señalo con el dedo la hora marcada en el microondas que tenia las ocho de la mañana — te recuerdo que se acabó el horario de verano, pedazo de estiércol
Robo la tostada con jalea de su plato y escapo antes de ser reprendido por mi madre. Retomo la carrera a la escuela compitiendo contra reloj.
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_Cierro mi taquilla asotandola lo más sonoramente posible para que la gente se diera cuenta de mi desgracia.
— Es que solo a ti se te ocurre llegar gritando, empujando la puerta e interrumpiendo la clase en mero Lunes — me reclama Gloria, mi mejor amiga... casi madre
— Debía tener entrada triunfal o hubiera sido como si no estuviera — acomodo los libros de la próxima asignatura en mi brazo izquierdo, recargo la espalda en el casillero — ¿Hiciste los deberes de economía? — pongo mi mejor cara chantajista
— Eres irremediable — de su mochila saca un cuaderno de pasta morada y lo coloca sobre lo que cargaba.
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_— Para finalizar, quiero que realicen una investigación sobre la gran depresión de 1873. PERO tienen prohibido utilizar el Internet, deberán consultar "la vieja confiable" biblioteca o si tienen libros de historia <<que no creo>> — murmuró lo último entre dientes — también funcionará. Es todo por hoy y nos vemos la próxima clase con tareas en mano.
El estrépito de los bancos siendo arrastrados, los Zippers de las mochilas cerrándose y el barullo de las distintas voces graves y agudas abarcaron por completo el aula. Yo prefiero tomarme ni tiempo y salir con calma para evitar el contacto hombro con hombro empujándome.
— Bien, hora de irnos directo a la biblioteca y firmar un pacto con Satán para pasar la materia — dramatiza Gloria
— Anda ya, vamos a llenarnos de polvo el cabello.
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_Era el enésimo libro que leíamos y la información era la misma
— Tanto que se queja el profe por la información repetitiva de Internet — cierra de golpe la pasta dura color guinda — yo-me-voy — se puso de pie empujando el banco de madera — ¿Vienes o quieres seguir secando el poco cerebro que te queda? — dice con cierta sorna mientras se recarga sobre una pierna, cruza brazos y me mira esperando una respuesta.
— Sinceramente quiero entregar por lo menos una tarea — regreso la vista al cuaderno de tres renglones escritos — si es que no cierran la biblioteca antes de que pueda terminar.
Siento como mi cabeza que se encontraba apoyada en mi mano, cae en un cabeceo y me doy cuenta de que dormí mientras leía el texto y algo de baba escurrió de mi boca. La limpio con la manga de mi chaqueta de mezclilla
— Demasiado cansada como para seguir estudiando ¿Eh? — esa voz la conocía a la perfección, para ser precisos me encantaba oírla
— Algo así — mencioné avergonzada
— Ya es tarde y la biblioteca está por cerrar. ¿Te acompaño a casa? — propuso Michael
Me lo pensé un poco buscando pros y contras... Más contras que pros.
— No es necesario pero gracias por el gesto — rechacé con todo el dolor en mi corazón.
— Insisto, no podría dejar a una chica caminar en la noche — tal como dijo, insistió hasta que acepté gustosa aunque no lo demostrara
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_Uno al lado del otro y yo con mis manos en los bolsillos delanteros del pantalón, bajamos la pequeña escalonada en frente del antiguo edificio en completo silencio.
Michael es mi primer amor desde primaria, solíamos convivir hasta que él se mudó a Oxford. Supe de él hasta ahora en último año de la preparatoria.
El silencia se mezclaba con las frescas brisas corriendo. Doblamos a la derecha en una intersección, cruzamos por en cima de las franjas amarillas y una niña con ropaje blanco impecable pasa por mi lado dando saltos cortos entre raya y raya, inconsciente de mi alrededor volteo hacia atrás pero la pequeña a desaparecido.
Un grito "me trae de regreso a la tierra"
— ¡JOHANA, CUIDADO! — grita Michael, lo miro y un bocinaso me llama.
El automóvil me golpea de costado y el dolor llega hasta que me doy cuenta de que estoy tirada en el pavimento mojado por el sereno, la mochila se aya a metros de mí y el libro que he tomado prestado se ha deshojando al impactar. No logro escuchar nada que no sea un molesto zumbido, un portazo a lo lejos y una voz distorsionada; Trato de moverme en busca de la persona que me habla pero el cansancio me gana y solo me basta con cerrar los ojos.
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_Todo es color negro y un calor sofocante se instala a mi alrededor, casi como si me encontrara en un sauna.
— Que bien que ya llegaste — escucho una voz femenina en mi oído — temía que te perdieras en el camino.
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Angel Falso| Patch Cipriano Y Tú |
Fanfic¿Existen las segundas oportunidades en la vida? Tal parece que sí y a Johana se le dio esa ventaja. Caminando por las calles después de estudiar en la antigua biblioteca del poblado de Newtan, Isabel cruzando una de la avenidas ve como una niña peq...