MAGIC // Azriel x OC

MAGIC

☆☆☆☆☆

Helina Archeron estaba loca, era una bruja y conspiraba con los seres que se encontraban más allá del gran muro, o por lo menos eso decían los rumores que circulaban por el pueblo; al  fin y al cabo la pequeña de una familia ex-rica, pobre e huérfana de parte de madre, que tanto miedo podía dar?

Su padre, al que llamaban "el príncipe de los mercaderes", la ignoraba, y sus hermanas mayores; Nesta y Elain, codiciosas, egoístas y hipócritas no hacían nada más que creer estos rumores. El único amor que recibía la niña de diez años era el de su otra hermana mayor, Feyra, la chica de quince años con quien aprendía a cazar y con quien compartía todos sus secretos.

Y, por supuesto, el amor de su madre y de aquel niño que eran invisibles para los demás, pero tan visibles para ella, una razón por la que la llamaban loca, hablaba sola.

...

Era un día soleado, cuando el niño y Helina estaban jugando al escondite; extrañamente el niño crecía a la misma velocidad de la niña.

Kai, el niño de cabello rizado y rubio, abrió sus increíbles ojos azules dejando de contar. Sus zapatillas gastadas corrían por el espeso bosque en busca de su mejor amiga; quien siempre se escondía en el mismo sitio, detrás de la grande roca verde llena de moho.

  —Te pillé — el gritó de victoria del pequeño Kai se quedó en su garganta al no encontrar a su mejor amiga. Su ceño se frunció y un puchero salió de sus labios mientras corría a encontrarla.

Helina esquivaba los arboles llenos de colores verdes, marrones y naranjas mientras corría soltando pequeñas risas inocentes, se pequeño vestido azul golpeaba sus piernas al ritmo en el que su cabello rubio saltaba sobre su espalda.

 En vez de ir al escondite al que siempre iba fue en dirección opuesta; al ver lo lejos que se encontraba el claro en el que habían empezado a jugar, decidió parar y esconderse detrás de un árbol. Su respiración era agitada y su pecho subía y bajaba a la misma velocidad; su cabello se había pegado a su frente y parte de su cuello.

Se rió otra vez, su adrenalina bajando, hasta que escuchó una voz profunda, ronca y de alguna manera delicada a la misma vez:

— Estas bien? —sus ojos azules se dirigieron a la voz que había subido las palpitaciones de su corazón. Helina le sonrió al extraño, su figura venía hacia ella y pronto pudo ver a un hombre vestido de cuero. Por alguna razón los ojos de Helina brillaron cuando el hombre se arrodilló ante ella.

Azriel le sonrió a su compañera, los ojos del mismo brillaban como estrellas y eso solo hizo que la niña sonriera más. 

  — Si, solo estaba jugando a las escondidas. Como te llamas? Yo me llamo Helina—La niña ansiosa por conocer a alguien más dejó que hablara.

  — Me puedes llamar Azriel, soy tu futuro esposo. Y soy un illyrio — Helina dejó pasar eso y se enfocó en sus alas. Sus facciones adquirieron una expresión de asombro y alzó una mano para tocarlas, sintió el cuerpo del chico tensarse y alejó la mano de inmediato.

  — Lo siento, lo siento, perdóname, déjame ser tu amiga — la niña tenía el terror en sus ojos al no tener al extraño como amigo.

  — Porque no serías mi amiga? — el rostro de Azriel se arrugó en confusión y cogió en brazos a Helina.

— Los otros niños del pueblo me tienen miedo, dicen que estoy loca porque hablo sola, pero no es verdad hablo con mama y mi mejor amigo, Kai. Papa y mis hermanas mayores no me creen porque dicen que mama esta muerta pero yo la veo, la única que me cree es Feyra — Azriel no dudaba de su respuesta, pero ahora no quería preocuparse por eso.

  — Bueno, me temo que no seré tu amigo y tu no serás mi amiga, tu serás mi esposa y yo seré tu esposo, estamos hechos el uno para el otro  — Helina frunció el ceño pero asintió.

  — Eso significa que no podré estar con otros chicos? — Azriel asintió — Entonces tu no podrás estar con otras chicas— Helina sonrió—. Bien, lo prometo.

  — Lo prometo— Azriel tampoco tenía pensado hacerlo, había encontrado a su igual y no la deshonraría. La niña en sus brazos abrazó su cuello y susurró en su oído:

— Cuando nos volveremos a ver?— Helina estaba ansiosa de volver con su madre y su amigo pero no quería separarse de Azriel.

— No lo se, pero podremos hablar igual—Azriel sonrió por la forma en que lo preguntó, como si deseara su presencia

— Has hablado en mi mente—Azriel asintió explicándole que hablarían siempre que quisieran de esta forma.

  — Tan solo tienes que decir mi nombre en tu cabeza— Helina sonrió— esto pasa por nuestros vínculos — Azriel explicó. Helina asintió y besó su mejilla.

— Hasta la próxima— Helina bajó de sus brazos y corrió hacia sus amigos invisibles.