26- Segunda Ronda (Esto no está saliendo como lo planeado!!)

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La segunda ronda había empezado. El primero en el escenario era Barbato.

Ese chaval italiano estaba haciendo una interpretación bastante aceptable de Chandelier, de Sia... A violín, claro...

Mis dudas se disiparon cuando vi a Annabeth subir al escenario. Era tan... Tan magnífica que descalificaría a Barbato en cuanto tocara dos notas.

Su canción era una original llamada "No surprises" Hecha perfectamente para el momento en el que estaba viviendo. Una canción en tonos agudos y relajados para calmar sus nervios y su dolor de cabeza.

Con una gran sonrisa en la cara, miré a los jueces. Dos de ellos tenían la boca ligeramente abierta, el otro estaba serio, pero a la vez tenía el rastro de una sonrisa.

Y entonces.... Todo se fue a la mierda.

Ese sería un gran resumen.

La canción extremadamente bonita y calmada que Annabeth me había tocado millones de veces, tomó un giro brusco y agresivo. Qué decir de lo bien que le había quedado el cambio, pero de pronto, dudó, aunque no dejó de tocar.
Podía ver en la expresión de Annabeth que su dolor de cabeza era más agudo que las notas del principio, y más grave que las de ahora.

Trastabilló, pero recuperó el equilibrio y siguió tocando. Unos segundos más, hasta que....

Annabeth paró y se llevó una mano a la cabeza, tapándose la cara con el codo.

Las alarmas saltaron dentro de mí cabeza.

(-¡...y sobre todo, ESTÁ. TERMINANTEMENTE. PROHIBIDO. PARAR. EN. MITAD. DEL. SOLO. Si lo hacéis, estáis descalificados)

Las palabras de Apolo retumbaron entre mis oídos. Will me miró confundido, se levantó para ir al escenario a por Annabeth pero yo fui más rápido.

En cuanto llegué, le quité el violín de las manos y se desmayó. Annabeth... Se desmayó...

Dos minutos y un concurso temporalmente parado más tarde Apolo, Will, Austin, Thalia, Jason, Piper, Hazel, Rachel, Frank, Leo y yo salimos del Wickery, Apolo con Annabeth en brazos.

Todos seguimos a Apolo como polillas y nos quedamos mirándolo mientras sentaba a Annabeth en el asiento del copiloto de su coche y luego se metía en el del piloto.

El motor arrancó y Will y yo nos presionamos contra la ventanilla de Apolo.

-¡Espera, Papá!—Dijo Will—Percy y yo también vamos.

-¡Y yo!—Hubo un grito colectivo.

-¡No, ninguno! Me la llevo al hospital San Andreas, allí podréis visitarla.

-Espera—Dije—¿Y su coche?

-Apolo la miró un momento, con la cabeza ladeada, descansando en su ventanilla y sus rizos dorados cubriendo su rostro.

-¿Quién tiene su mochila?

-Yo—Dije. En el último momento se me ocurrió recoger sus cosas.

-Lleva a Will y a Austin a mi casa y deja el coche en la suya. Os llamaré cuando esté despierta.

-Austin, Will y yo corrimos hacia el flamante coche de Annabeth mientras los demás nos miraban estupefactos.

Rebusqué en la mochila de Annabeth hasta encontrar las llaves del coche. Lo encendí mientras Will se ponía el cinturón a mi lado y Austin se acomodaba en los asientos traseros.

Cuando llegamos a casa de Annabeth, corrí a la puerta para contarles a sus padres lo que había ocurrido. Me dijeron que Apolo les había llamado mientras conducía al hospital y justo en ese momento se dirigían a él.

Volví al coche y lo aparqué donde suele estar el de Apolo y Naomi.

Will y Austin me dijeron que me quedara en su casa a esperar a que Apolo nos dijera que podíamos ir.

No aguanté mucho tiempo sin contarles lo que me había dicho Annabeth de sus dolores de cabeza. Will se agobió y empezó a echarse la culpa, hasta que unos 15 min. más tarde Apolo nos llamó pidiéndonos que viniéramos y se le olvidó que estaba a punto de llorar.

Había esperado al menos que Will se molestará conmigo porque Annabeth hubiera decidido contarme su secreto a mí y no a él, su mejor amigo, pero para mí suerte, Will no debió darse cuenta de ese detalle.

Fuimos al hospital andando/corriendo porque nos parecía mal seguir usando el coche de Annabeth sin que ella lo supiera. Le preguntamos a la recepcionista por la habitación de Annabeth y resultó ser la misma, la C113.

Will y Austin subieron en el ascensor (yo, por mi parte, preferí usar las escaleras) y llegué antes que ellos.

Alargué el brazo para abrir la puerta pero esta se abrió sola. Bueno, la abrió una enfermera desde dentro. Después de que saliera, yo asomé la cabeza. Annabeth estaba tumbada en la cama, cubriéndose la cara con las manos mientras hablaba con su madre.

Quise entrar silenciosamente para no molestar, pero Will y Austin llegaron corriendo y me arrollaron.

¿Resultado? Los tres acabamos en el suelo, delante de la puerta abierta, con todos los ojos puestos en nosotros. Bien.

Cuando Apolo nos vio llegar, sabiamente invitó a los padres de Annabeth a un café en la cafetería de la primera planta. Después de que Will le diera un abrazo a Annabeth, Austin me dedicó una muy significativa mirada y se llevó a Will de la sala.

Yo me senté en una silla al lado de la cama.

-No me mires así, estoy bien.

-Uno, no sé a qué te refieres, no te estoy mirando de ninguna forma y dos, ¿¡Cómo que estás bien!? ¡Te desmayaste!

-Me acuerdo perfectamente, no hace falta que lo repitas...—Annabeth miró fijamente al techo—Ya sé que estoy descalificada.

-Le habrías ganado de no ser por el dolor de cabeza—Dije intentando subirle los ánimos.

-Pero él sigue en el concurso y yo no. Espero que aguante todas las rondas para que puedas darle una paliza, Percy.

Sonreí por eso, depositaba su confianza en mí.

-Gana por los dos, Percy

Sentí como si me hubiera tragado un armadillo vivo y ahora estuviera jugando entre mis intestinos.

Al día siguiente el concurso continuó. Estaba tan enfadado que canalizé toda mi ira en la pasión de la canción. Iba a ganar por los dos...

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Esta es la canción que tocó Annabeth. No la podía poner antes porque tiene que parar a la mitad.

Escuela Wickery para talentos [Percy Jackson AU] (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora