Capítulo 3.

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Había intentado comunicarse con Ki Bum desde el día anterior, pero su amigo no le respondía las llamadas, y no debería estar preocupado por eso si tenía conocimiento de que el lugar al que irían no tenía buena cobertura, sin embargo, empezaba a preocuparse y no importaba si Min Ho intentó tranquilizarlo, porque sabía que a su esposo también le preocupaba su hijo.

—¿Te respondió Ki Bum? —inquirió Min Ho —seguro están ocupados —intentó calmar a su esposo antes de que tomara su auto y fuera en busca de su hijo.

Apartó la mirada de la pantalla de su móvil y miró a su esposo, quien sólo llevaba una toalla alrededor de su cintura, y las gotas de agua resbalaban desde su cabello por su pecho, capturando su atención por un momento, porque no importaba el número de veces que hubiera visto y tocado aquel cuerpo, su esposo podía tener su atención al pasearse frente a él con sólo una toalla, y hacer que empezara a desear o haberlo dejado salir de la cama para que fuera a la oficina, ¿quién podría echar de menos a su esposo por un día?

Min Ho sonrió al darse cuenta que su esposo lo estaba mirando como si quisiera que regresara a la cama, pero ese día no podía quedarse más tiempo en casa, tenía una junto a las diez para la que apenas alcanzaría a llegar, y eso porque decidió hacerle una modificación a su horario de ese día, quedándose con su esposo y hacerle el amor en aquella mañana, sin recibir quejas por parte de Taemin, por mucho que aquello hubiera cambiado sus planes de ser un esposo cariño que llevaba el desayuno de su pareja a la cama.

—¿Te gusta lo que ves?

Taemin mordió su labio inferior y asintió, estirando sus brazos hacia su esposo como una invitación para que regresara a la cama, y que hizo sonreír a Min Ho, quien caminó hacia su pareja, colocando una rodilla en el colchón y sus brazos alrededor de Taemin, inclinándose para unir sus labios en un beso nada casto, en el que la lengua de su pareja pidió acceso inmediato a la boca de su esposo, sintiendo el sabor de la pasta de dientes. Taemin estaba deseando quitarle la toalla cuando su móvil comenzó a sonar, obligándolos a separarse e intentar regular su respiración antes de que respondiera sin siquiera ver el nombre en la pantalla.

—Min Hyun está bien —escuchó una voz que parecía divertida al otro lado de la línea.

Min Ho lo miró con el ceño un poco fruncido, podía escuchar levemente la voz de Ki Bum, por lo que se alejó comenzando a vestirse mientras escuchaba a Taemin murmurar un reclamo a su amigo por no responder, y fue cuando estaba colocándose el pantalón que escuchó la voz de su hijo, haciendo que volviera su atención al móvil de su esposo.

—Papi, estoy bien, tío Ki Bum me cuida mucho.

Una sonrisa apreció en sus labios, casi podía ver el ceño fruncido de su hijo mientras decía esas palabras porque Min Hyun decía que era "un niño grande" cuando en realidad no pasaba de los ocho años, y aunque él había intentado hacer creer a su esposo que exageraba las cosas, lo cierto era que también estuvo preocupado porque era el primer viaje que su hijo hacía solo, al menos que Ki Bum estuviera ahí les daba algo de seguridad.

—¿Ya desayunaste? —preguntó Taemin.

—Sí, me dieron fruta. A mis amigos no les gusta la fruta.

—¿Comiste toda la fruta?

Sí.

—¿Lavaste tus dientes anoche?

—Sí.

—¿Te bañaste y cambiaste tu ropa interior?

¡Papi! —se quejó el niño.

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