Capítulo 8.

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Al despertar ni siquiera abrió sus ojos, ya que había luz filtrándose entre las cortinas, y también podía sentir unos labios recorrer su espalda desnuda, como si fuera acariciado por el pétalo de una flor, y un gemido escapó de sus labios cuando que estaba siendo preparado por su pareja, haciéndole sonreír porque esa para él era una buena manera de ser despertado, ya que las caricias no se sentían precisamente lujuriosas como había sido la noche anterior, sino como si fuera acunado en los brazos de la persona que amaba.

—Sé que estás despierto.

Por la manera en como cayó su aliento en su espalda podía imaginarlo sonriendo, y casi estaba seguro que por su tono de voz tampoco había despertado hace mucho, haciendo que su sonrisa se ampliara un poco y se obligó a abrir los ojos, intentando moverse, pero una mano en su hombro lo obligó mantenerse en la boca abajo, mientras su esposo no dejaba de besar su espalda.

—Te amo tanto, Min Ho —le fue susurrado al oído.

Su hombro fue mordido con suavidad y sintió como un dedo más se unieron a los dos anteriores que estaban preparándolo, haciendo que un gemido un poco más fuerte escapara de sus labios y buscara más de ese contacto, escuchando la risa de su esposo, como si hubiera buscado eso en él, provocarlo hasta el punto de casi tenerlo suplicando por más.

—Taemin... —jadeó.

—Anoche no tuve suficiente de ti —colocó una pierna entre las de su esposo —vamos a aprovechar que Min Hyun está éste fin de semana en casa de tus padres.

Porque su hijo había estado feliz de que lo dejaran con los padres de Min Ho, ya que sabía que estos siempre solían consentirlo, le daban todo cuanto él quisiera y nunca lo regañaban, así que ya no era sorpresivo para ellos saber que Min Hyun iba a llegar con cualquier cosa ostentosa como regalo de sus abuelos.

La mano libre de Taemin se deslizó por debajo del cuerpo de su esposo y tomó su pene que estaba erecto, masturbándolo mientras se colocaba entre sus piernas y las separaba más para tener mayor acceso, sintiendo como Min Ho elevaba un poco su trasero para facilitarle todo, luego se retiró sus dedos del interior de su pareja y tomó más lubricante que esparció en su erección, posicionándola sobre el ano de su pareja, haciendo un poco de presión para poder ingresar en él.

—Taem...

Taemin rió una vez más besando el hombro derecho de Min Ho, y se deslizó lentamente dentro de él, deteniéndose cada cierto tiempo para que su pareja pudiera relajarse, ya que no estaba acostumbrado a pesar de que esa no era la primera vez que los papeles se intercambiaban; pero él no pudo apagar su deseo cuando vio a su esposo envuelto parte de cuerpo en las sábanas y desnudo.

Si bien, la noche anterior había sido una locura, ya que luego de llevar a Min Hyun a la casa de los padres de Min Ho, al regresar, llenaron la tina, disfrutando de bañarse juntos, y Choi parecía dispuesto a probar algunos de los juguetes que su esposo compró hace tiempo, incluso si Taemin parecía nervioso en el momento que lo vio con un látigo en la mano, y se quejó demasiado cada vez que éste cayó sobre sus glúteos, pero movía su trasero como si estuviera incitándolo a que lo siguiera haciendo.

Al final de la noche, cuando estuvieron sobre la cama, estaban demasiado cansados, pero no fue suficiente para que no volvieran a consumar su pasión, y ahora estaban ahí, con Taemin besando cada parte de su cuerpo que podía, mientras se deslizaba en su interior, con estocadas certeras que hacían que Min Ho estuviese casi gritando.

—Min Ho —ronroneó Taemin mordiendo el lóbulo de su oreja —estaba pensando que quiero más hijos contigo.

—¿Ah, sí? —se obligó a decir.

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