Hace ya una semana que Leah murió, ahora ya estaba enterrada en el cementerio de la ciudad, y yo aún no salía de mi cama, llegaba del trabajo e iba directo a mi cama, ya no había nadie quien me diga “Hola amor, ¿Cómo te fue en el trabajo?” o “Amor, ven prueba este nuevo plato que hice”, nada, ella ya no estaba, el lado derecho de mi cama, el cual era su lugar, estaba frio, aún seguía su aroma ahí, era lo único en “físico” que me quedaba de ella.
Toques a mi puerta me sacaron del trance que estaba teniendo. A regañadientes me fui a abrir, de seguro era la señora Jones diciéndome que no podía abrir su puerta y siempre me pedía ayuda, era una viejita agradable. A ella le encantaba Leah, hasta la llamaba nieta, ¿a quién no le caía Leah? Ella era un ángel, bueno, es un ángel.
Abrí la puerta y me encontré con una chica linda, pero nadie se comparaba a mi Leah, ella es única, cabello castaño lacio y ondulado, blancura espectacular, mejillas rosadas, ojos color ámbar, casi como la miel a la luz del sol.
-Hola-sonrió-soy la nueva vecina, mi nombre es _______, ________ Hudson, vivo en el 408B, quería saber si tenías un poco de azúcar, mi hermana aun no me trae la mía
-no, no tengo, ¿eso es todo?-me miro extrañada y asintió-bien adiós
Y le cerré la puerta en la cara, no quería que una chica tonta viniera y me pidiera azúcar, eso es de la escuela antigua, por favor, que chica tan ilusa, viene a coquetear con los vecinos, que se busque a otro.
Tiré la bolsa del McDonals en el basurero y me fui a acostar, dejando el lado de Leah, como la extraño, mi vida sin ella es tan apagada, tan vacía, nadie podrá llenar este vacío, nadie.
A la mañana siguiente, la misma rutina, saludar a Leah, baño, traje, desayuno, aseo bucal, colonia y las llaves de mi carro BMW negro que Leah había escogido, malentín, listo, al trabajo.
Al llegar al ascensor me encontré con la misma chica de ayer, llevaba un traje de oficina, el cabello recogido con una coleta y llevaba unos lentes rectangulares negros.
-Hola-dijo sonriéndome
-Mmm-dije incomodo
-bueno...-suspiró cansada
El ascensor se detuvo y ambos caminábamos en el estacionamiento.
-mira lo siento si te incomode ayer-dijo sacando una llaves y desactivo la alarma de un Mercedes-Benz plateado, un porshe, sí que tiene buen gusto en carros, a quien engaño, de seguro es una hija de papi-soy nueva, quería azúcar y la insolente de mi hermana me lo trajo a medianoche
-no me interesa tu vida ni el motivo de la demora de tu azúcar-no tener a Leah me había vuelto el Zayn frio de antes, ya no tenía motivos por los cuales ser amable con los demás
-¿Qué tal si empezamos de nuevo?-se acercó a mí-Hola, soy _______, _______ Hudson, soy la nueva vecina y vivo en el 408B
-no te importa quién soy y no me importa saber quién eres, me retrasas al trabajo
Entre a mi auto y pise el acelerador saliendo de ese estacionamiento y alejándome de la nueva vecina. Me exasperaba, ¿Qué quería ella en realidad? ¿Ligarse al nuevo vecino? Esta loca. Llegué al trabajo y me dirigí a mi oficina, en la puerta estaba la inscripción “Gerente General de Finanzas– Zayn Malik”. El puesto de vice gerente había sido tomado, tendría un colega más, sería mi mano derecha.
-hermano-entro el ruloso de Harry a mi oficina-¿Cómo te trata la vida?
-no estoy para juegos Styles-dije
-lo siento Malik-dijo sentándose en el escritorio-te venía a decir que la vice gerente ya llegó
-¿la? ¿No es un hombre el que había ocupado el puesto?
-no, una mujer, y sí, y está más buena, vamos-dijo y salimos
Llegamos a la oficina del presidente, abrimos la puerta y solté una maldición mental, era ella, la vecina, ¿Por qué a mí?
-Zayn-dijo acercándose a mí-te presento a ________ Hudson, la nueva vice gerente de finanzas
-Hola-dijo ella
-Hola-dije seco
-bueno, __________, espero que te sientas cómoda, Zayn te enseñara como se trabaja con el sistema, buen día-ella asintió y nos fuimos
Esta mujer me traería problemas.
------------------------------------
Aviso:La nove no es mia! A mi me encanto y la comparto con ustedes
Voten !
Comenten !