Don't You Remember
[La historia – Parte 2] [____________]
-perdóname-dijo Jason, él había venido a disculparse-fui un idiota
-si, lo fuiste-dije riendo
-esa risa es de…-no lo deje terminar porque me acerqué a él y lo besé
Luego de eso, solo duramos un mes de buenas, porque él se volvió mucho más violento.
Cuando Sam me llamaba, él me arrebataba el celular y no me lo devolvía, y siempre me gritaba, duramos dos meses así, hasta que ese día, paso.
Jason me empezaba a besa duro, fuerte, no me gustaba, era muy brusco.
-para Jason-dije alejándolo
-vamos, se que quieres-dijo volviéndome a besar
-no… Jason… no-decía
-no te resistas-dijo él
-no Jason, para… no estoy lista
-vamos nena-dijo él
-¡Para!-dije y lo empujé
Nos gritamos de todos, ahí le terminé y me fui llorando hacia la casa de Sam, él me vio en ese estado y me acogió, le conté todo, y nos tomo toda la noche, contarle y consolarme, nos habíamos quedado dormidos. Al día siguiente, la puerta de Sam estaba siento tocada salvajemente, sabíamos que era Jason.
Se gritaron todo, yo estaba tratando de separarlos, no podía ver como ellos se peleaban, hasta que Jason dijo: “revuélcate con ella, no me interesa, soporté casi un año para poder acostarme con ella, y ahora no quiere, que la disfrutes” y se fue, dejándome a mi hecha añicos.
Luego de eso las cosas volvieron como antes, Sam y yo éramos de nuevo los mejores amigos, Jason quería disculparse conmigo y si, lo hice, lo perdoné, tonta de mí.
Le quería dar una sorpresa a Jason cuando lo encontré besándose con una de sus ex novias, en el parque, nuestro parque. Le grité, le pegué, yo lo amaba, él me había dicho que me amaba, y me viene con esas cosas, y ahí si, no lo perdoné.
Cuando nació Keyla, Pattie no la quiso ver, ni bien dio a luz, pidió que le dieran de alta y se fue, nunca supimos nada de ella.
Yo le puse el nombre de Keyla, y cuando Sam la tuvo entre sus brazos, fue la cosa mas tierna que vi en mi vida, me acerqué a ellos y la nena abrió los ojos, me vio y me sonrió. Desde ahí, esa nena se volvió especial para mí.
Con el pasar del tiempo, Keyla iba creciendo y ya estaba cumpliendo sus 3 años.
En ese tiempo Sam y yo estábamos en algo, siempre me robaba besos y me decía que me quería, y siempre me abrazaba, Keyla me decía mami, y eso me llenaba de felicidad, y Sam estaba igual, ya que siempre me decía que le encantaba que lo llamaran papá.
Jason seguía molestando, un día, horas de la madrugada, había llegado ebrio a la casa de Sam y mía, entró cuando Sam abrió e hizo líos.
-¿te acostaste con este no?-dijo él
-estás ebrio, te pido que te vayas-dije
-serás mía, desde que te vi, juré que serías mía, y tienes que serlo
-ándate antes de que despiertes a Keyla o llame a la policía-dijo Sam
-esa escuincle, bien zorrita su madre, ¿no?-dijo Jason riéndose
-lárgate Jason
Jason se fue, y no nos volvió a molestar, bueno, eso duró un tiempo, pero yo solo ignoraba todo respecto a él.
Llegó el día en que Sam se tenía que ir, Keyla y yo estábamos tristes, dejé a Keyla con mi mamá y yo me fui con Sam, le iba a decir todo, no sabía como hacerlo, estaba nerviosa.
Nos abrazamos un buen rato antes de que su tren saliera, le quería decir pero no podía, no me salían las palabras. Así que lo besé, como nunca antes.
-volveré, te lo prometo princesa, solo son tres días-dijo besándome de nuevo
-te extrañaremos-dije yo
-y yo a ustedes, ustedes son mis mujeres-dijo subiéndose al tren
Y ese “volveré” nunca llegó.