LA OTRA GUERRA

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-¿Te pasa algo, cariño? Estás raro desde que volviste.
-Estoy bien, Audry. Sólo es carga de trabajo, no te preocupes, linda. - dio un sorbo a su café y le sonrió a su esposa.
-Sé que tu puesto de auror te impide hablar de tu trabajo conmigo, pero soy tu esposa, Mer, puedes desahogarte un poco conmigo. - Miró a su esposo y le devolvió la sonrisa.

¡BOM!

  La puerta de la casa estalló en pedazos y una ráfaga de destellos verdes y rojos entraron por el hueco dónde había estado la puerta. Mer se levantó del sillón haciendo un medio giro al tiempo que tomó su varita para cubrir con su cuerpo a Audry. Sintió un impacto en la espalda, por un momento todo le dio vueltas pero se recuperó casi al instante. Con la mano izquierda abrazó a su esposa mientras hacía un movimiento complicado con la mano derecha para realizar un hechizo.
-¡Avada Kedavra!- Grito Mer apuntando al hueco de la puerta y al mismo tiempo giró en su eje para desaparecer con su mujer de ese lugar. Dos maldiciones asesinas impactaron en el lugar dónde estaban momentos antes.