ϲαρίτυℓο ³

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Hermione sonrió al entrar en el recinto Nara, siempre era un lugar tan relajante. Se rió cuando el pequeño Shikamaru caminó hacia ella, inclinándose para cogerlo en brazos. Él soltó una risita y le acarició las mejillas, acurrucándose en su regazo. Echaría mucho de menos al pequeño después de marcharse. No es que hubiera podido cogerlo mucho más tiempo. A las once semanas empezaba a tener una pequeña barriguita y sabía que aumentaría mucho en los meses siguientes. No le apetecían muchos de los aspectos del embarazo sobre los que había leído, especialmente cuando pronto viajaría a un lugar extraño. Llevó a Shikamaru hacia la casa principal, haciéndole cosquillas y hablándole suavemente mientras lo hacía. "Hola". Llamó al entrar.

Shikaku entró y sonrió a los dos. "Buenos días Granger-san."

"Buenos días Nara-san. ¿Está aquí su esposa? Habíamos planeado hacer algunas compras hoy".

"Se fue corriendo a comprar comida. Eres bienvenida a esperarla aquí, no creo que Shikamaru esté listo para dejarte ir". Él soltó una risita y Hermione rió. El niño señaló donde había algunos juguetes esparcidos por el suelo y ella se dirigió hacia allí para que pudieran jugar. Unos minutos más tarde dio un grito ahogado de sorpresa y acercó a Shikamaru cuando una figura vestida de negro con armadura y máscara blancas apareció en la habitación. Shikaku frunció el ceño, preocupado, y se acercó al ANBU.

"Se ha intentado secuestrar al heredero Hyuuga, un asaltante ha muerto. Todavía hay otros que pueden tener como objetivo a otros niños del clan". Afirmó el ANBU y Hermione frunció el ceño antes de relajarse al reconocer el cabello, era Hatake tras la máscara.

Shikaku asintió en señal de comprensión aun cuando Hermione apretó con más fuerza a su hijo. "¿Me necesitan?"

"Sí, preséntate ante el Hokage. Granger-san, ¿te quedarás con el niño?".

Hermione se sorprendió de que se dirigieran a ella, pero él conocía sus habilidades. "Por supuesto." Protegería a Shikamaru lo mejor que pudiera. A pesar de que sólo tenía conocimientos de quinto año, aunque por supuesto había leído por adelantado, la magia era desconocida para la mayoría de los shinobi.

Shikaku sabía que había algo que se le escapaba, pero lo ignoró mientras invocaba a un miembro del clan. Ensui apareció rápidamente en la casa, sorprendido por la presencia de un ANBU. "Lleva a Granger-san y a Shikamaru al refugio y asegúrate de que permanezcan a salvo. Hay intrusos dentro de la aldea". Ordenó y el otro hombre asintió, moviéndose al lado de Hermione que estaba de pie, con Shikamaru seguro en sus brazos.

"Por aquí Granger-san".

(...)

Hermione distrajo fácilmente a Shikamaru con cuentos y juegos durante las horas que permanecieron en el refugio junto con todos los demás niños de Nara y varios padres preocupados, a la espera de que se diera el visto bueno. La situación la hizo sentirse muy agradecida de que ella y su bebé no fueran nadie para los poderes superiores del mundo shinobi, nadie intentaría llevarse a su hijo por su linaje. Pero finalmente las puertas se abrieron y los preocupados familiares entraron en tropel para asegurarse de que los niños estaban allí y a salvo.

𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐏𝐨𝐫 𝐂𝐨𝐧𝐯𝐞𝐧𝐢𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora