La vida de Hermione se derrumba a su alrededor en un momento. Incapaz de afrontar la situación y con una nueva vida en su interior, corre a una tierra sobre la que había leído en la biblioteca.
¿Podrá encontrar la paz sabiendo que en casa todavía h...
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Hermione se sentó en el sofá y se quedó mirando su bolsa llena de escasas posesiones. Así no era como se había imaginado que le iría la vida; ahora mismo debería estar esquiando en los Alpes con sus padres, no empaquetando lo que quedaba de sus vidas. Pero gracias a una borrachera nunca volvería a hacer nada con sus padres. Había cogido un taxi para volver a casa desde la estación cuando nadie apareció para recogerla, suponiendo que se habían retrasado en el trabajo, sólo para encontrarse con dos policías esperándola en la puerta. Toda su vida había cambiado en ese momento.
Sólo una persona del colegio sabía lo que había pasado. Había llamado a Harry inmediatamente y algo en su voz había hecho que su asquerosa tía le diera el teléfono. Media hora más tarde había aparecido en el Autobús de los Caballeros preguntando qué podía hacer para ayudar. Así que mientras ella se ocupaba de parientes lejanos y de los preparativos del funeral, él se había colado en Gringotts para actuar como su intermediario con los duendes. Con Fudge aún en el cargo y Voldemort en movimiento, ninguno de los dos confiaba en el Ministerio, así que la emancipación de la niña se dejaba en manos de los duendes y Harry la financiaba por el momento con su fondo fiduciario. Una vez que tuvo acceso a las cuentas de sus padres, le transfirió el dinero necesario a Gringotts.
Así que aquí estaba, a pocos meses de cumplir los dieciséis y recién huérfana, todavía vestida de negro fúnebre y esperando su taxi. Salía de Inglaterra mientras podía y Harry había estado de acuerdo, si no fuera porque la guerra lo perseguiría, él también habría venido. Se sentía un poco cobarde al hacer esto, pero ¿cómo podía luchar en su estado? Ella era un desastre emocional y sí, parte de eso eran las hormonas que era sólo otra razón para salir. ¿Cómo podría criar a su bebé en una guerra? Cerró los ojos mientras luchaba contra las lágrimas; ni siquiera había podido decirles a sus padres que iban a ser abuelos. Aunque si aquel bastardo se enteraba, sabía que se llevaría a su bebé y lo criaría para ser un mortífago. Se estremeció y se obligó a alejar los recuerdos, criaría bien a su hijo, para que fuera como Harry y no como su padre.
Al oír llegar el taxi, cogió su bolso y abandonó la casa de su infancia por última vez. Los nuevos dueños se mudarían la semana próxima y esperaba que no los molestara ningún mago buscándola. Por suerte, el conductor se dio cuenta de su estado de ánimo y no hizo ruido durante el trayecto hasta Heathrow, así que le dio una propina extra antes de entrar en el enorme edificio. Caminó hacia el mostrador de facturación y se quedó helada al ver tres figuras familiares. Harry, Ginny y Luna la esperaban vestidos de muggles y con un aspecto totalmente informal. "¡Hermione!" Ginny se lanzó sobre la mayor y Hermione la abrazó. "No podemos quedarnos mucho, mamá cree que estoy en casa de Luna pero teníamos que despedirnos".
"Yo... Ginny....¿cómo... Harry?". Tartamudeó y él se rió, acercándose para abrazarla con fuerza.
"Lo siento pero ya conoces a Luna, ella solo sabe cosas y tenían muchas ganas de venir a despedirse". Él se encogió de hombros y ella pudo notar que no estaba durmiendo bien pero no lo culpó ya que ella tenía el mismo problema. "Aquí tienes tus papeles". Le entregó la carpeta. "Todo está arreglado con los Goblins y archivado en el Ministerio así que no hay forma de anularlo, no es que importe una vez que estés fuera del país. Te informaré sobre el testamento de Sirius cuando se lea, ya que lo hizo después de escapar. Los duendes insinuaron que te mencionó y que yo podría ser su heredero. Así que hice algo que podría hacerte enojar. Al parecer puedo heredar de Sirius porque mi Abuela era una Black y yo soy varón, la otra opción es Malfoy. Pero una vez hecho esto cambiará para seguir las reglas de herencia de la familia Potter y la única que tenemos es ser mágicos. Así que.... escribí una especie de testamento nombrándote mi heredero si muero sin tener hijos. Así Malfoy no podrá heredar las cosas de Sirius. Y, oye, así evitarán que intenten liquidarme sólo para que él pueda heredar, puesto que ya no será para él."
