Esclavas de la industria (K-Pop)

07

"Celebración"

Luego de la premiación nos dirigimos a la camioneta para irnos directo a casa, antes de llevar a nuestra cueva, la camioneta paró en una tienda 24hs.

- Lulu, te quedaste seca? No sabía que las piedras lloraban - Kyla comenta con gracia-.
- Dejame de joder, sos un dolor de ovarios - dice entre dientes la mayor-

Se escucha la puerta del copiloto cerrarse, Henry nos avisa que compró cervezas por nosotras, Qué nos espera.

(...)

La música estaba a tope, Botellas vacías por todos lados, El depto está lleno de luces navideñas, fue idea de Kyla y no quedó nada mal.

Lucy (26 años) no es nada tolerante con el alcohol, según ella, como es la mayor del grupo está acostumbrada por que solía pasar sus tiempos libres en fiestas y bares. Kyla (24 años) se encuentra bailando con su partner imaginario, es una ternurita. Amber (24 años) es la más tranquila del trío, me senté en el sillón y ella no dudó en poner su cabeza en mi regazo. No hablamos de nada (tampoco es que se podía debido a la música) pero me gusta tenerla cerca, me transmite paz.

- Hannie, vamos al cuarto? Quiero ver algunas películas de terror - Sus ojos tenían un brillo especial, no me podía negar-

No respondí, simplemente asentí. Llevamos algunas cervezas y gomitas de ositos que encontramos en la alacena. Me tiré a la cama dejándole todo el trabajo a Amber, eligió una película sobre un nene o un títere no lo sé.

- Creo que me gusta una persona muy cercana a mí pero no me da ni un cuarto de hora- Soltó sin mas, con la vista clavada en sus manos-

- Debe de estar ciega sino se da cuenta de la hermosa persona que tiene a su lado - Comenté mientras acariciaba su corta melena dorada-

- No está ciega sólo se niega a aceptar sus sentimientos, sé que siente algo por mí sino no me la jugaría tanto por ella- Agarró mi mano, impidiendo que siga con las caricias-

Se sentó en mi regazo sin siquiera dejarme protestar por su movimiento brusco, agarró mi cara y sin más Juntó sus labios con los míos.

- Mierda, besas taan bien pero las dos sabemos que esto no está bien- Siento un fuerte cosquilleo en el estómago, que no sea lo que estoy pensando.

- Honey sólo déjate llevar, dejemos que nuestros cuerpos hablen por sí solos.-

Amber empezó a desabrochar su camisa, se la quitó y la mandó a parar al otro lado de la habitación. Acaricia mi cintura por encima del vestido, antes de subir sus manos hacía mis pechos corta el beso para pedir permiso. No dije ni hice ningún gesto como respuesta, Me saqué el vestido, dejándolo al costado de la cama.

Quiero tomarme un momento apreciando cada facción de su bello rostro mientras la tengo encima mío. Su pelo ligeramente despeinado, esos hermosos ojos brillosos que me piden a gritos más besos, sus cachetes decorados de un suave rojo carmesí, sus delgados y dulces labios que estaban semi abiertos, quería decir algo pero no la dejé.

No entiendo como pude estar tanto tiempo sin darme cuenta de el pedazo de mujer que tengo como compañera, Amber se dejó caer a mi lado, se veía ridículamente sexy. No estaba lista para dejar de sentir su piel contra la mía, subí encima de ella y emprendí viaje al cuello de Amber, escuché suaves gemidos muy cerca de mi oído su aliento chocó con mi oreja, haciéndome temblar cómo una gelatina.

Sentí sus frías y delgadas  manos apretando mi trasero, poco a poco empezó a subir sus manos hasta llegar a mis pechos y dejar pequeñas caricias en ellos.

- Demonios honey, no te das una idea de lo caliente que me estás poniendode- diciendo entre besos haciéndome reír-

Amber estaba a nada de sacarme el Brasier pero unos pasos pesados nos hizo volver a la realidad, no dude en saltar de la cama y ponerme el vestido. Amber se puso boca abajo simulando estar dormida, me peine rápidamente y salí de la habitación, no sin antes dejarle un beso en el hombro al bombón estadounidense que estaba comiendo.

- hagan menos ruido, Amber está durmiendo - manifiesto

Me di media vuelta, cerrando con seguro la puerta en sus narices. Divisé a Amber o a una bola de carne y huesos en la cama, apenas terminé de apoyar mi cuerpo en el somier la bola de carne se estiró, dió la vuelta dejando medio cuerpo descansando sobre el mío y su cara escondida en mi cuello. Antes de quedarme dormida siento un suave y húmedo beso en mi pecho.