Visitante Inesperado

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Todo estaba mal, todo estaba jodidamente mal.

No podía ser verdad, no podría hacer esto sola....Lo que tanto había soñado ahora se había vuelto una jodida pesadilla.

Universo 3490. Instalaciones Stark, 21:30 hrs.

- ¡Maldita sea Barner!!, ¿Cómo has podido hacerlo? – Recriminaba con furia y estrés mientras caminaba a toda velocidad a uno de sus laboratorios. – Solo pedí una cosa ¡UNA SOLA!, y no pudiste cerrar tu boquita hermosa.

- Por favor....Espera....- Pedía casi sudando la gota gorda al estar detrás de la castaña. Una hermosa mujer morena de cabellos rizados que vestía una bata de laboratorio y enormes lentes anticuados.- ¡¡Tony!!

Al escuchar su nombre una hermosa mujer de larga cabellera negra risada, ojos color chocolate y tés blanca como la leche, resaltaba de su abultado pecho un brillante reactor. Antoinette Stark, la hermosa, filántropa, multimillonaria playboy se encontraba a nada de mandar bolar a su mejor amiga y compañera de ciencia Brenda Barner (Así le puse >.<) la cual temerosa trataba de todos los medios que la escuchara mostrándose arrepentida por lo que había hecho.

- No lo entiendes verdad, el jamás debía haberse enterado. Después de lo que iso yo...Simplemente no puedo aceptarlo fácilmente.

- Pero Tony...Entiende por favor. Sé que confiaste en mi para guardar tu secreto, pero el Capitán tiene todo el derecho de saber lo que está sucediendo muy a pesar de todo él es...

- ¡¡NO LO DIGAS!!...- Cortaba abruptamente la peli-negra, mientras algunas lágrimas corrían por sus rosadas mejillas.- Él no tiene ningún derecho desde que la eligió a ella...desde que inició esta absurda guerra...- Posa su mano sobre su pecho- Desde que destruyó mi corazón.

- Tony...- Mirándola decaída y antes de decir algo, las puertas del laboratorio se abrieron de golpe. Ambas mujeres se sobresaltaron más una de ellas quedo paralizada al ver de quien se trataba.

- Mierda....Steve...

- Tony....- Dijo apurado para después encaminarse a donde las mujeres se encontraban observándolo. El corazón de la peli-negra era un total caos, una mezcla de sentimientos como la emoción, la ira, el miedo, se apoderaron de ella y más cuando Steve estaba a unos pasos de tomarla en brazos. Rápidamente la mujer reacciono, apartándola de ella mucho antes de que pudiera rodearla con sus brazos.- Por favor, Tony escúchame...

- Jodete Rogers, no tienes ni un derecho de estar aquí, siquiera de hablarme....- Mirándolo con profundo rencor y tristeza, Tony llamaba a su armadura que de inmediato la envolvió y activando sus propulsores salía a toda velocidad de ahí, estrellándose con el techo hasta dejar una gran grieta que partes del escombro cayeron sobre Steve que protegió a Brenda de ellos.

- ¡¡Tony!! – Gritaban ambos, más de nada había servido. Brenda inclino la cabeza sintiéndose culpable más Steve simplemente suspiro lleno de frustración para después tomarse del rostro y comenzara a sollozar ligeramente.- Soy un idiota...Un verdadero idiota...

- Steve...vamos...- Tratando de reconfortarlo, Branda lo atraía a ella para darle un suave abrazo y asi calmarlo un poco.- Solo dale un poco de tiempo, veras que las cosas van a mejorar...

Mientras tanto, la mujer de hierro volaba a toda velocidad tratando de controlar las lágrimas que brotaban de sus ojos, su corazón acelerado y los temblores que al estar cercas del Capitán le habían provocado. Estaba abrumada, dolida y a la vez tan feliz de haberlo vuelto a ver.

- Maldito sea capi-paleta, ¿Por qué debiste joderlo todo? – Llegando hasta lo alto de uno de los tantos edificios de New York, Tony se desprendía de su traje para después hincarse y soltarse a llorar con amargura mientras acariciaba con suavidad su vientre.- ¿Qué se supone que haga ahora?, lo he perdido todo...Todo....

Enredos, Amores y una...¿Boda?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora