Sin compromiso

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—¡Ba–basta!— le suplicó el de grandes cejas —N-No creo que esto sea necesario— Fue lo que pudo decir con su débil voz.

—¡Cállate Paul!— Sentenció el noruego —Me intento enfocar en lo que hago, y no puedo con tus lloriqueos.

—Pe-pero no creo que esto..., ¡Deténgase!.— Gimió Paul al no soportar más el dolor, las lágrimas no dejaban de salir por sus ojos, se sentía débil, y frente al líder, lo era mucho más.

—Uh, con que te haces el difícil pues entonces sufrirás más...— Rió el noruego con esa risa sinica, unos instantes antes de dispararle al subordinado de las bonitas cejas —Así no seguiras fastidiandome— Susurró al ver el cadáver en el suelo de su lugar teniente.

—¿¡Qué sucede aquí, líder!?— Exclamó un rubio ojí azul asomándose al escuchar el disparo que acabó con la vida de Paul.

—Buenas noticias, Yuu has sido ascendido a lugar teniente— Comentó el noruego con una sonrisa satisfactoria en el rostro y sin ninguna muestra de arrepentimiento de lo que acababa de hacer.

—Oh, qué bien al fin eliminaste a ese estorbo de la Armada roja.— Susurró el ojí azul.

—Lo sé— Concordó Larsson de la manera más cortante posible, no quería hacer mucha plática del tema, ahora lo que seguía era como decírselo a Patryck, él compañero de el difunto Paul.