Dos

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Narra Subaru:

Estaba muy cansado tanto físicamente como psicologicamente  por lo pasado entre Ayato y yo, y me tumbe en mi cama al llegar a mi habitación y de repente, sentí como unas manos abrazaban mi cintura. Me giré y era Ayato. Me giré y me acurruque en su pecho, quedando profundamente dormido.

Al despertar, vi a Ayato durmiendo. Se veía muy mono, a la par que cansado. 

Para mí suerte, hoy era sábado y no teníamos que ir al instituto, pero Reiji siempre nos despierta a las 7 de la mañana, para ayudarle a limpiar y todas esas cosas que hace él entre semana. No me podía negar si no me las quería ver con su chancla, y obvio que no, me da miedo cuando se pone en plan "MamaReiji".
Mire a Ayato. Es tan lindo que me da pena despertarlo, aunque debía hacerlo para que Reiji no nos diera la charla de siempre de que nos empezará a cobrar un alquiler si no ayudamos, así que decidí acariciarle el pelo y darle besos hasta que se despertara. Cuando lo hizo, empezó a darme besos a mi. Se sentía bien tanto cariño y atención, ya que nuestros padres nunca lo hicieron. Bajamos a desayunar, fuimos los primeros en llegar, cosa que nos extraño, ya que ni siquiera Reiji está aquí, ¿por qué sería? Mire la hora. 7:05am. Esto me da mala espina. Ayato miro en la cocina, pero ni rastro de nadie. 

Subaru: ¿Estarán en su habitación?

Ayato: A esta hora es imposible, ya estaría aquí e incluso habría hecho el desayuno.

Subaru: Bueno, vamos a mirar por si acaso (fui a salir cuando algo cerro las puertas)

Ayato: El fantasma de la casa dice que no.

Subaru: Ayato, ¿y si les ha pasado algo? Debemos mirar.

Ayato: Pero yo quiero divertirme un poco

Subaru: Pues nos divertimos luego, pero no ahora. 

En eso, se abrió la puerta entró Reiji.

Subaru: Menos mal, ya pensábamos que no ibas a aparecer.

Reiji: Cállate, que no estoy de humor (y entro en la cocina)

Ayato: Ahora que lo pienso, ayer Kanato dijo que quería hablar contigo. Es raro que no nos lo pida ni a Laito ni a mí, ¿que te dijo?

Reiji: ¡Eso no es asunto tuyo, Ayato!

Ayato: Te me relajas ehh, que yo no te he hecho nada. Además, para una vez que me preocupo por mis hermanos ya podrías hablarme bien.

Subaru: Ayato, callate. 

Reiji: Si tanto te preocupas por tu hermano, ¿por qué no le preguntas? Por cierto, hoy no haré takoyakis(no sé cómo se escribe, si los escribo mal, os pido perdón por adelantado).

Ayato: ¿Que hoy no harás que? Los haces si o si

Subaru: *Facepalm* 

Reiji: Me estás mandando tu a mi?(dijo sacando la chancla :v)

Ayato: No no, emmm, bueno me voy a hablar con Kanato, hasta luego.

Reiji: Si buscas en su cuarto, no lo vas a encontrar

Ayato no escucho eso, pero por suerte lo encontró en el pasillo.

Kanato: Ohayo Onii-chan(buenos días hermano)

Ayato: Me dijo Reiji que hablara contigo, pasa algo?

Kanato: (no me digas que Reiji quiere que......)

Pequeño inciso, si queréis saber que le tiene que contar Kanato a Ayato, hay una historia mía que lo explica todo. 

Ayato: Kanato? Pasa algo? Hola? Si te lo digo con voz de osito me haces caso???

Kanato: No, no pasa nada, estoy bien, es solo que Teddy me estaba hablando antes que tú y le has cortado.

Ayato: Hermanito, si tienes algún problema sabes que me lo puedes contar...

Kanato: Sí, sí

Ayato: ¿Que es eso que tienes en el cuello? 

Kanato: Que???? No es nada, es solo que me golpeé con el cabezal de la cama al levantarme

Ayato: ¿Seguro? Bueno, confiaré, aunque no mucho. 

Narra Subaru:

Acabamos de desayunar y fui al jardín a pasear entre las rosas blancas cuando Ayato me cogió del brazo.

Subaru: ¿Nunca vas a dejar de aparecer de la nada o que? ¿Que quieres?

Ayato: Es muy poco probable que deje de salir de la nada y solo te quería decir algo

Subaru: ¿Que?

Ayato: Bueno, no sé como pedirtelo pero, ¿te gustaría tener algo así como una cita?

Subaru: ¿Cita? -Empieza el sonrojamiento de Subaru-

Ayato: Sí, podríamos ir a dar una vuelta por el bosque, o ir al prado que hay cerca del instituto.... Lo que tú quieras.

Ahora hablo yo. Lo del prado me lo he inventado. La historia de ese prado, para que entendáis lo que viene ahora, en mi mente es donde la madre de Subaru conoció a su esposo, entonces Subaru le tiene mucho afecto a ese prado. El prado es básicamente una expansión de hierva con muchas flores, para que os lo imaginéis.

Subaru: Sabes de sobra que al prado me gusta ir solo...

Ayato: Ya, pero es un lugar bonito y romántico para una cita... 

Subaru: Si quieres vamos a dar una vuelta por el bosque después de comer, pero que ni se te ocurra intentar hacer nada con mi cuerpo allí, ¿entendido?

Ayato: Trato hecho

Amor de... hermanos??(Ayato x Subaru) EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora