Amor de... hermanos??(Ayato x Subaru) EDITANDO

Diez

Antes de empezar os quiero pedir perdón por no haber actualizado antes. Sorry💖💖 Pero ya no tardaré en actualizar porque ESTE SERÁ EL ÚLTIMO CAPÍTULO. Espero que os guste.

Karl: Tendré que tener una charla bien larga con ustedes dos.

Subaru: No nos puedes obligar a separarnos

Karl: No seré yo quien os separe

Ayato: Ni tú, ni nadie

Karl: Ni yo ni nadie. Serán vuestros colmillos los que os separen

Ayato y Subaru: Que?!

Ayato: A qué te refieres con eso?

Karl: A los tres días de que uno de los dos muerda al otro y lo deje con poca sangre, el otro perderá sus colmillos, dejando de ser vampiro, y si deja de ser vampiro tendrá que irse de esta casa para siempre.

Subaru: No habría alguna manera de poder recuperar los colmillos? *piensa en sí Ayato lo mordió alguna vez*

Karl: Por qué? Acaso ya te mordió?

Subaru: No!

Karl: Pues qué no lo haga, y tu a Ayato tampoco

Acabaron de cenar y cada uno fue hacia su habitación.

Con Subaru:

Hay tantas preguntas en mi cabeza ahora mismo, que no se como expresarlas, ni si puedo preguntarlas.

De verdad esta mal que este con Ayato?

De verdad mi padre me echaría solo por dejar de ser vampiro?

De verdad mi suegra es tan hija de su.... Bueno, eso sabemos que si

Yo quiero estar con Ayato

Y se tumbó en su cama y se puso a llorar hasta quedarse dormido.

Con Ayato:

Me estaba duchando cuando de repente escuche un ruido extraño, como si alguien hubiera bloqueado la puerta de la ducha, y así era, mi padre estaba al otro lado y había puesto algo raro en la puerta. Intenté abrirla con todas mis fuerzas pero no pude. Como iba a salir? Moriria allí? Su padre haria algo así?

Supuso que sí, ya que escucho como se cerraba la puerta de su habitación con pestillo, de tal manera que sólo se podía abrir desde dentro, y el uníco que estaba dentro no podía salir de la ducha, osea que, como iban a encontrarlo. Ayato lo tenía claro, moriria allí dentro.

Al día siguiente

Subaru se despertó y bajo para desayunar. Le parecía ver que estaban todos menos Ayato. A lo mejor dormía un poco más, supuso que necesitaba descansar y un poco de tiempo para procesar lo que su padre les dijo ayer.

En cambio, Cordelia y Karl, intentaron pasar desapercibido. No querían que los otros vampiros se dieran cuenta de la atrocidad que estaban cometiendo. Iban a dejar a Ayato allí, que muriera lentamente. Ellos ya no lo querían, no podrían seguir el linaje vampirico con un hijo gay. Su sucesor tenía que tener hijos de sangre, no adoptados ni de una mujer que no sería de la familia. Era una deshonra para ellos.

Subaru, terminó de desayunar y fue a ver a Ayato. Pero, la puerta no se abría. Estaba el pestillo.

Subaru se quedó un poco triste, ya que sabía que tenía que darle un poco de espacio a Ayato, pero no pensó que el lo iba a apartar de esa manera. Así que se fue a su habitación, mientras Karl lo miraba desde el final del pasillo.