Capitulo 26.

1.4K 152 30
                                    

Cogí una barra de pintalabios rosa y escribí en el espejo un simple mensaje.

Te amo, Harry. No me olvides.

Sabía que no iba a volver en cuanto esa nube morada me atrapase, mi conciencia me lo estaba diciendo. Los sollozos empezaron a salir de mi garganta mientras las lágrimas caían por mi rostro. El humo morado envolvió mis pies y fue subiendo por mis piernas.

"Te amo, Harry. Siento no habertelo dicho antes" susurré antes de que el humo morado me envolviera completamente.

Aparecí tumbada en un suelo de roca, me levanté, las paredes también eran de roca y todo estaba muy oscuro.

Vi una luz a lo lejos y empecé a caminar hacía ella. ¿Así se siente la muerte? ¿Este es el túnel y esa es la luz de la que tanto hablan? ¿Realmente debo caminar hacía ella? ¿Quiero caminar hacía ella?

No, no quiero.

Di media vuelta y empecé a correr hacía la oscuridad, lo más lejos posible de esa luz.

No quiero, no quiero morir.

Aún quedan muchos ángeles y ángeles caídos por convertir. Aún hay muchas cosas que no les dije a mis amigos. Aún no le dije a Harry que lo amaba.

La luz me perseguía, torcí a la derecha en una esquina y me quedé paralizada. Debajo de un rayo de luz dos hombres me miraban intensamente. A mi derecha Satán y a mi izquierda un hombre idéntico a él pero rubio y con los ojos azules, supongo que es Dios.

"No hagas esto más difícil, Winter, por favor" me suplicó dulcemente Dios.

"No quiero morir" dije.

"Una pena pero tiene que ser así. ¿Sabes el tiempo y el esfuerzo que me costó crear a los siete pecados capitales? ¡¿Lo sabes?!" gritó Satán, intimidandome.

Pero me puse recta y los miré con la cabeza bien alta.

"Se supone que yo era algo bueno, que este era mi destino y que vosotros lo sabíais" dije.

"Nosotros no queríamos que fuese así, queríamos que te pusieras de parte de alguno de los dos, Winter" dijo Dios.

"No lo siento, yo estoy de parte de quien debo estar" dije orgullosa de mi decisión.

"Ella se ve como un ángel teñido de negro" le dijo Dios a Satán.

"Ella se ve como un demonio teñido de blanco" le respondió él.

Los dos me miraron.

"Lo siento, Winter" dijo Dios.

"Yo no" dijo Satán.

La vista se me empezó a nublar y deje de respirar bien.

"Esto me duele a mi tanto como a ti" dijo Dios.

"Lo... dudo" dije con dificultad cayendo de rodillas.

Se me escapaba la vida, no tenía fuerzas ni para mantener los ojos abiertos.

"Yo también lo dudo. Pero puedes creer que yo estoy disfrutando con esto, Winter" dijo Satán.

Mira, eso sí que me lo creía.

"Dios, si de verdad eres bueno" tomé una bocanada de aire para continuar "Dile a Harry que siento no haber podido decirle que le amo" 

"Oh, que bonito es el amor" se burló Satán.

"Se lo diré, Winter. Te doy mi palabra" dijo Dios.

Caí al suelo y todo se volvió negro. Ahora sabía como se siente morir. Es como si te rompieran por dentro, es tu alma separándose de tu cuerpo. Es tu corazón quedándose con los que dejaste atrás.

"No debieron hacerlo, se han interpuesto en tu destino. ¡Malditos canallas!" gritó una voz masculina.

Abrí los ojos, estaba en una habitación que en vez de paredes tenía telas blancas cayendo desde el techo. Estaba encima de una agradable cama, no, no era una cama, era una nube.

¿Dónde estaba?

"Controlate, Alain. Estás hablando del creador de todo y del mayor destructor del mundo" dijo Angie.

¿Angie? Eso significaba que estaba en el paraíso, que de verdad estaba muerta.

Un sollozo salió de entre mis labios y oculté mi cara en la nube mientras seguía llorando. Escuché una de las cortinas ser apartadas.

"¿Te acuerdas de mí, Winter? Yo también estaba con Angie el día de tu transformación, pero a mi no me llegaste a ver, soy Alain"

Levanté la cabeza para verle y entre las lágrimas pude ver a un anciano de ojos azules y pelo blanco.

"Estaba allí por una buena razón, soy tu abuelo. ¿No me recuerdas?" preguntó.

Apoyé mis codos en la nube y lo miré atentamente.

"¡Abuelo! ¿Me cuentas un cuento?" fui corriendo hacia el hombre de pelo blanco que me sonreía.

"Claro que sí, mi pequeño invierno"

"Me llamabas pequeño invierno" dije limpiándome las lágrimas con el dorso de las manos.

"¿Estoy muerta?" pregunté.

Mi abuelo miró hacia un lado y asintió.

"Desde hace tres días" dijo..

"Entonces Harry ya lo sabe" murmuré.

"Lo sabe, y está roto por dentro. Leyó tu mensaje, el del espejo. Y Dios cumplió su promesa, aunque tuvo que salir pitando de allí porque Harry intentó matarlo" 

"¿Y los demás?"

"Tus padres están desolados, aunque tengo que decirte que ni de lejos se compara a lo que siente Harry, ellos te quieren, pero Harry te amaba hasta tal punto que si tu mueres él esta dispuesto a seguir tu camino. Lo ha intentado, pero no lo convertiste en humano, no puede morir, siempre se recupera" dijo.

Me dolió tanto escuchar eso que creía que moría otra vez.

"¿Y Louis, Niall y Jade?" pregunté.

"Intentan consolar a Harry, pero es imposible aliviar su dolor"

"¿Y eso es todo, abuelo? ¿Aquí acaba mi vida, mi destino, mi misión?" pregunté alzando los brazos y dejándolos caer.

"Ni por asomo, Winter. Nada puede detenerte, ni el mismísimo Dios. Este no es tu final, Winter. Te lo prometo"

Tan tan tan, os subo otro capítulo de regalo, pero no intentéis ejem, matarme, ejem por favor :)

The Angel Smile. (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora