Capitulo 27.

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"Pásame ese geranio, Winter" 

Le pasé el geranio a Angie y ella lo plantó.

"¿Cuándo volveré a la Tierra?" le pregunté.

"Tranquila, se puede resucitar. La prueba está en Jesús y en todas las almas que resucitaron los dioses griegos" dijo.

"Eso ya lo sé, ¿pero cuando?" pregunté desesperada.

"Winter, solo han pasado tres días, no es fácil obtener una audiencia con dioses derrocados. Tu abuelo está haciendo todo lo posible" dijo Angie mirándome.

"Lo sé, pero han pasado seis días desde mi muerte, Harry está hecho polvo. Literalmente, ayer se tiró desde un edificio, si no fuera un ángel ni loco hubiera sobrevivido" dije alarmada.

Angie se quedó con gesto pensativo un rato, luego se levantó y me cogió de la mano para llevarme a una de las muchas habitaciones que allí había tan solo limitadas por unas telas blancas. Entramos en la más grande, donde estaba el espejo de cuerpo entero por el que había estado viendo a Harry todo este tiempo.

La imagen de Harry llorando en su cama mientras Louis, Niall y Jade intentaban consolarle me rompió el alma.

"Puedes ir a visitarlo como fantasma, no te verá, pero puedes escribirle una nota" dijo Angie.

"¿Cómo lo hago?" le pregunté.

"Entra en el espejo" dijo y se apartó.

Elevé mi mano hacía el espejo y desapareció dentro de él. Todo mi cuerpo siguió a mi mano y aparecí en la habitación de Harry.

Jade y Niall intentaban consolarlo mientras Louis simplemente estaba sentado con la mirada perdida en alguna parte de la pared.

Harry no tenía escritorio, no tenía ni papel ni nada con lo que pudiese escribir. Miré el bolso de Jade, ella siempre llevaba pintalabios, tal vez podría escribir un mensaje en la pared.

Ellos estaban distraídos así que no se dieron cuenta cuando me puse a hurgar en su bolso, saqué un pintalabios morado. Jade hoy llevaba los labios pintados de ese color.

Cuando se dieron cuenta de que el pintalabios estaba flotando Jade gritó y Niall la rodeó en un abrazo, Harry levantó la mirada y Louis miró el pintalabios con el ceño fruncido.

Empecé a escribir un mensaje en la pared con el pintalabios.

Volveré, no sé cuando pero Angie y mi abuelo están haciendo todo lo posible para devolverme la vida. Este no es mi fin, este no es nuestro fin. Os quiero, Niall, Louis y Jade. Te amo, Harry. -Winter.

Al leer el mensaje Harry se levantó rápidamente de la cama.

"¿Winter? ¿Dónde estás?" preguntó con la voz más ronca de lo normal a causa de las lágrimas.

Lo abracé apoyando la cabeza en su pecho, esperando que me sintiera.

"Te siento, pequeña. Te siento" murmuró, él no podía tocarme, pero yo a él sí.

Toqué su mejilla y no pude evitar que una lágrima resbalara por mi mejilla.

"Te amo, Winter" dijo.

Sonreí y caminé hacía el espejo, ellos no lo veían pero yo sí.

Me costó horrores alejarme de Harry y cuando crucé el espejo caí al suelo de rodillas, llorando.

Angie se arrodilló delante de mí y me rodeó con sus finos brazos.

"Mientras estabas allí dentro Alain volvió, vas a volver a vivir, Winter" dijo Angie sonriendo.

 La miré a través de las lágrimas y sonreí, volvería con Harry.

Las dos salimos corriendo de allí y fuimos a la puerta del paraíso, donde mi abuelo nos esperaba.

"Caerás donde tu destino decida, Winter. Pero caerás viva, como los ángeles caídos. Si Dios y Satán vuelven a intentarlo, ya sabrás como volver. Solo, salta" dijo mi abuelo señalando al vacío.

No sabía que había debajo de esas nubes, no sabía donde aparecería, pero sí sabía que volvería con Harry. Así que no me lo pensé más y salté.

A medida que caía mis alas volvieron a aparecer y el vestido blanco se convirtió en la ropa que llevaba el día que morí.

Las nubes se apartaron y batí mis alas para dejar de caer y ver donde estaba. Mis ojos se abrieron como platos y me entró el pánico.

El Empire State tenía todas sus luces encendidas a lo lejos, los coches pitaban en uno de los tan característicos atascos de la Gran Manzana. Estaba en New York. No sé que hacía aquí pero mi destino había considerado que estuviese en el primer destino de Harry.

Lentamente puse mis pies en el edificio en el que se supone que debería haber caído y abrí la puerta de la azotea guardando mis alas.

Mientras bajaba los pisos me di cuenta de que el edificio era igual que el de Harry y paré delante de la que debería ser su puerta en Londres. Esto no podía ser una coincidencia.

Llamé a la puerta y se abrió dejándome ver a la persona que menos quería ver en ese momento.

"Winter" dijo Ginger sorprendida.

"Estoy tan sorprendida como tú, pero tengo que estar aquí por algo" dije entrando en su apartamento.

Le conté todo a mi tía, desde el cetro hasta mi resurrección.

"Winter, yo fui la mujer que anunció tu destino" dijo sonriendo de lado.

"¿En serio?" dije sorprendida.

"Sí. Y sé que hemos empezado con mal pie, pero me habían dado una paliza y tú no querías darme mi llave. Lo siento, me gustaría que ahora conocieras de verdad a tu tía" dijo sonriendo.

"¿Sabes? Mis padres se van a casar, quizás debas de ir a la boda" le dije.

"Claro, vamos a Londres" dijo levantándose.

Ella no había venido a mi para que la transformara por lo que seguía siendo un ángel.

Sus alas aparecieron y las mías también. Nos cogimos de la mano y nos teletransportamos. Aparecimos directamente en mi casa.

El plato que mi madre llevaba en las manos se le cayó y gritó a la vez que se llevaba las manos a la boca.

Mi padre bajó corriendo las escaleras y se paralizó al vernos en el salón.

"¿Qué tal hermanito? Estoy tan sorprendida como tú, no todos los días viene a visitarte tu sobrina que acaba de resucitar para decirte que tu hermano ahora es humano y se va a casar" dijo Ginger sonriendo.

Mis padres corrieron a abrazarme y les correspondí al abrazo, aunque pronto me escapé.

"Lo siento, pero tengo que ir a ver a Harry" les dije.

"Ve" dijo mi padre asintiendo.

Sonreí y me teletransporté. Ahora Harry estaba solo en su habitación mirando al techo.

"Hola, Harry" dije y este saltó de la cama.

"Winter" dijo, una sonrisa formándose lentamente en su cara.

Corrió a abrazarme y por primera vez, nadie nos interrumpió.

The Angel Smile. (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora