Cap 4

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Esa misma noche Laura llegó a su casa, el cansancio de su cuerpo y mente era reemplazado por la felicidad y el giro que estaba dando su vida, se estaciono en el garaje ,no se percató del auto estacionado frente a su casa, al salir vio la figura de Will sentado en las escaleras de la entrada, caminó hasta quedar parada frente a él.

-¿Qué haces aquí? Lo vio algo fastidiada

-Laura, cariño, debemos hablar, lo nuestro no puede terminar así, podemos arreglarlo como siempre lo hacíamos. Laura recordó que en la cama arreglaban todo, pero esta vez no.

-Lo siento Will, pero ya término, si me disculpas quiero darme un baño y descansar. Will le impidió el pase

-No puedes hacerme esto! Le hablo fuerte

-¿Hacerte qué? Le pregunto ya con molestia

-El terminar así, solo por una tontería. Le dijo modulando la voz, tratando de que razonara

-¿Una tontería? Pues esa tontería como tú lo dices, se repitió día tras día por más de seis meses, y no debiste decirle nada a mi madre, olvídalo se terminó.. Intento caminar pero se interpuso en su camino

-Laura , por favor, no puedes acabar con dos años de noviazgo asi como asi. Alzó la voz de nuevo ya molesto

-Ya lo hice y con tu actitud celebro haberlo hecho, adiós. Will trato de detenerla jalándola del brazo. -Suéltame idiota, que no entiendes, se acabo, vete de una vez..

- Wow, que paso con mi amor, mi cielo, ahora soy idiota, esto lo vas a lamentar y te vas arrepentir. La amenazo

-De lo que me arrepiento es de haberme tardado tanto. Le dio la espalda entrando a su casa,

Se quedo recargada en la puerta con los ojos cerrados, sin proponérselo la imagen de la rubia llegó a sus pensamientos, su nariz roja, volvió a sonreír de nuevo al recordarla, algo en esa chica le movía algo en su interior, no sabía explicar lo que sentía, su orientación no estaba en duda, eso lo tenía bien claro, entonces porque esa sensación al recordarla, esa ligera emoción de querer verla de nuevo, se despejó de sus pensamientos, subió a su cuarto una ducha la haría enfocarse de nuevo....


Los días pasaban, Taylor no dejaba de visitar el hospital, siempre vestida con su traje de payaso, cuando terminaba su show, se quedaba un momento más en el cuarto de Mickey, le leía cuentos y platicaban de lo que harían cuando se pusiera bien, uno de esos días por la tarde, el pequeño recién había salido de sus terapias, Taylor no tenía ni idea que Laura trabajaba en ese hospital, entró como siempre al cuarto de Mickey.

Laura se la pasaba siempre ocupada con sus pacientitos, escuchaba el ruido pero su mente solo ubicaba el otro payaso, casualmente al despedir a uno de ellos, vio al payaso como entraba al cuarto del pequeño.-Ese no es el mismo payaso, pensó, cómo es que se llamaba, Tribilin, Tichilin. Sin dudarlo y pensando que pudiera pasarle algo a Mickey decidió hacer lo mismo, entrar pero sin hacer ruido, la mampara que ocultaba la camita del pequeño le sirvió para que no la vieran, su mente imaginaba otra cosa del payaso y quería salir de dudas...

-Hola Mickey, aquí estoy. Le dijo Taylor en voz baja

-Hola Tayshillin, ¿qué haremos hoy? Le pregunto muy animado

-Qué quieres que te lea. Laura los escuchaba a lo lejos.

-Lo que quieras, pero me gusta más cuando inventas cuentos.

Preguntale a la LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora