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Después de un mes de clases, volviendo a casa, escuche un llanto. Normalmente habría seguido adelante, pero me paro el siguiente comentario

-¡Cierra la boca, maldito omega!

Mis pies se movieron por si solos.

No era la primera vez que volvía desde la estación de tren hasta mi casa. Había llamado a mi madre nada mas llegar a la estación, me había cambiado el uniforme por uno de marinera genérico, estaba cumpliendo las normas que mi madre me había puesto si quería volver sola a casa

Sin embargo... No pude evitar seguir por el callejón aquel llanto

Lo que me encontré me revolvió el estomago. Un omega estaba en el suelo y había tres alfas a su alrededor. Su boca estaba tapada, sus manos atadas y le estaban desnudando.

Esa fue la primera vez que use magia para atacar de forma consciente a otras personas. Solo una descarga que les dejo a todos KO, incluso al omega.

Me acerque a él y lo olí. Olía igual que Yuki cuando había tenido su celo esa semana, tal vez algo más suave. De mi mochila saque un inhibidor y se lo inyecte. Luego cogí el teléfono móvil antes de mirar a los alfas, estaban golpeados, serian delincuentes, podría decir que se habían peleado entre ellos

-¡Mama! ¡No se que hacer! ¡Estaba volviendo a casa y he visto a dos alfas peleándose y a dos chicos tirados en el suelo! ¡Uno de los chicos lleva un collar omega y esta en celo!

-Shion, dime exactamente donde estas y no te muevas de allí ¿Te pueden hacer daño?

-No, se han noqueado entre ellos

-Muy bien, tu solo quédate con el omega. Avisare a la policía e iré para allá



Por alguna extraña razón ahora mismo estaba con dos agentes de policía con gafas de sol que tenían pinta de guardaespaldas mientras mi madre hablaba con Yamada-san. Al parecer el chico estaba bien, pero la resistencia de los humanos de este mundo era mucho mas baja de lo que me había imaginado. Los otros chicos ya se habían espabilado y se los habían llevado en un coche de policía

¿Por qué tenía la sensación de que nunca los volvería a ver?

Después Yamada-san se puso a mi lado y se quito sus gafas de sol.

-Ahora vamos a tener una divertida charla sobre por qué no debemos meternos en callejones donde se escuchan ruidos de pelea



Aquella noche, tumbada en mi cama en mi habitación. Levante la mano y vi como arcos eléctricos pasaban entre mis dedos

Había elegido la magia eléctrica por que tras la de aire era la más fácil de ocultar, pero al parecer los humanos sin magia no tenían resistencia a la misma. Lo que había hecho, en mi mundo no habría ni arañado a un niño, aquí había dejado a cuatro inconscientes.

Me había sentido tentada de usar un ataque con magia de tierra, pero por suerte no lo había hecho. Tal vez solo con la manipulación elemental de la magia, sin hechizos, solo la imaginación, podría defenderme.

Pensé en ese chico en el suelo, o en Yuki, que siempre era tan digna y como jadeaba cuando la encontré en su cama, retorciéndose por el celo. Mi celo era teóricamente más fuerte que los suyos

¡¡Quiero una hoja de reclamaciones!! [Omegaverse] [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora