el auto se detiene así que me supongo que ya llegamos y debo confesar que estoy un poco nerviosa, pero sé que todo saldrá bien o bueno eso es lo quiero pensar
-ya llegamos- escucho lo que Iván dice así espero que el baje las maletas y algunas cosas de la cajuela para luego salir...
- ¡Iván! – escuchó que el patrón me llama así que lo volteo a mirar
- ¿¡donde demonios estabas!? hace más de dos horas te mande a que recogieras la enfermera y a su hermano- tomó la silla y me desplazo hasta estar enfrente de él
-lo se patrón, pero había mucho tráfico y me retrase un poco, pero...-
-no quiero más peros ni excusas simplemente eres un incompetente que ni siquiera eso fue capaz de hacer bien, ¿dónde demonios están la enfermera y su hermano? -
escucho como aquel hombre que supongo es el señor Montenegro así me decido por salir finalmente del auto -estamos aquí señor tampoco fue culpa de Iván que no llegara temprano por nosotros el tráfico lo retrasó y a todos nos puede pasar no hay necesidad de que lo trate mal al fin y acabo ya estamos aquí- me acerco un poco a donde estaba el señor Montenegro
-Así que tú eres la enfermera- me acerco un poco -tú no eres nadie para meterte en esta conversación y mucho menos estar defendiendo a este incompetente así que mejor toma tus maletas y entra a la casa y espérame allá que enseguida voy a darte las indicaciones--óigame señor usted...- dejó a medias la frase que iba a decir ya que Ángel me tomó del brazo mientras toma las maletas y nos dirigimos en dirección a la casa -debiste dejar que pudiera en su lugar al señor Montenegro que Iván o nosotros trabajemos para él no le da el derecho de que nos menosprecie o trate mal simplemente porque somos sus empleados también merecemos respeto- frunzo el ceño mientras tomo las maletas y subo unas gradas para entrar a la casa
-Hablaremos sobre esto después Iván y ya vete que no quiero verte- me dirijo a la casa -llamare a Roza para que lleven sus cosas a sus respectivas habitaciones
-no se moleste señor Montenegro que nosotros lo hacemos- lo interrumpo mientras tomo las maletas
Escucho lo que el joven dice así los observo tomar las maletas -tu no- le digo a la enfermera mientras la observo- debemos hablar y te explicare lo que harás, hay esta Roza- la observó acercarse -lleva al joven a su habitación y manda a alguien por las cosas de la enfermera para las lleve a su habitación estaré en el despacho hablando con ella por si algo
escucho lo que Marco dice así que guió al joven hacia su habitación y en el camino hablo con unos de los empleados para que lleve las cosas de la enfermera a su habitación
observó que el señor Montenegro llegar hasta un elevador así que me acercó para ayudarlo con la silla
-veo que ya comenzaste a hacer tu trabajo- undo el boton para subir -Me imagino que Diego te habrá comentado un poco lo que harás-
-Si señor me dijo que le haría sus terapias, que le daría sus medicinas y lo ayudaría en lo que fuera- observo las puertas del elevador abrirse así que tomo la silla y lo guio hasta llegar a su despacho
-Supongo que también te dijo que solo tendrás un día de descanso que tu podrás escoger que día será, puedes tomar asiento-
-gracias, si, aunque tengo una duda y con todo respeto señor Montenegro ¿porque usted no deja que yo lo bañe y lo vista? eso también es parte de mi trabajo y me gusta hacer mi trabajo bien hecho- lo observo pasar una mano por su cabeza en señal de su incomodidad
-creí que Diego también te había dejado eso en claro, pero bueno estoy rodeado de empleados incompetentes- resoplo un poco incómodo
-Diego si me explico su razón, pero yo siento que usted debería cambiar en ese aspecto en su forma de pensar y dejar que lo ayude- frunzo un poco el ceño ante su comentario
-veo que eres un poco imprudente, solo te contrate para que me hagas las dichosas terapias, me des la medicina y me acompañes y ayudes a hacer las cosas que evidentemente yo ya no puedo hacer así que a eso te dedicaras así que te pido que te limítese a hacer lo que te acabo de decir-
Escucho atentamente lo que me dice así que cierro por un momento los ojos y respiro lentamente para no decirle un par de verdaderas bien merecidas -como usted diga señor-
-mañana comenzarás con tu trabajo y otra cosa no creas que tu hermano estará de niño bonito así que ya dejé unas indicaciones con Roza para que lo coloque a hacer algo en la casa o en la empresa así que mañana te avisara que hará tu hermano y soy Marco Montenegro-
-Soy Elena Scott- estiro mi mano para estrecharla
-bienvenida y sin más ya puedes retirarte-
-Sí señor y con su permiso- me levanto de la silla para retirarme...
tomó la silla y me desplazo hasta llegar a un mini bar y tomo la botella de whisky y me sirvo un poco, hasta el momento no había conocido a alguien que me desafiara con la mirada hasta hoy que llegaste tú Elena y me dejaste impactado con esa mirada Angelical pero a la vez desafiante con tu valentía para defender a los demás sin importarte nada, bebo un trago mientras cierro los ojos y como si fuera cosas del destino su rostro y mirada aparecen de nuevo haciendo que por primera vez me cuestione la manera tan fría en cómo la trate...
no debí ser tan dura con el señor al fin y acabo la situación que está viviendo no es nada fácil y así como hay gente que lo supera fácil también hay gente que demora más en superarlo o que nunca lo hace y su mirada tan penetrante dice tanto que comienzo a pensar que su frialdad y su imponencia es solo un escudo para no dejar ver su debilidad y fragilidad...
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¿ALGO SUCEDE EN MI CORAZÓN?
Любовные романыMarco Montenegro es un hombre poderoso, su imperio de empresas y exportaciones Montenegro lo han posicionado como uno de los hombres más ricos del país, aunque él sabe muy bien que el dinero no es felicidad, lo supo en el momento en que por un accid...