|11|• Frío

729 85 20
                                    

Otro día sin ver a Jimin, camino a paso rápido hacia la tienda, hoy hace un poco más de frío y encojo mis hombros al sentir una fresca brisa chocar contra mi rostro.
Tengo una chamarra gigante y una bufanda roja que cubre la mitad de mi rostro mientras que el resto sufre por el clima, al llegar al trabajo entro casi corriendo y empiezo a dar brinquitos para quitarme el reciente congelamiento en busca de calor.

No hubo mucha clientela pero los productos más llevados fueron el chocolate, galletas, pan, café, leche, azúcar, etc. Todo lo necesario para preparar y comer delicias navideñas.

—¡JungKook, Jae Sun!

Los dos volteamos a ver a nuestro jefe que venía arrastrando un carrito con varias cajas.

—Necesito que instalen el árbol de navidad.

Asentimos e inmediatamente comenzamos a armarlo, desde que Jae Sun había regresado (cabe decir que el señor Heo aún no me ah dado vacaciones por la ausencia del antes nombrado) sigue sin hablarme, nunca lo hizo pero supuse que después de haber ido a comer juntos (por iniciativa de él) y conocernos un poco más me consideraría como un amigo.

—¿Por qué no me hablas? —le pregunté finalmente de forma casual mientras abría una caja llena de esferas.

Él por mientras acomodaba los bracitos del árbol, lo vi congelarse unos segundos y después siguió con lo suyo.

—No es nada. —contestó sin mirarme.

—¿Hice algo mal, dije algo que no te agradara cuando fuimos a comer? Si es así lo siento de verdad, no fue mi intención molestarte u ofenderte de alguna manera. —me disculpé rápidamente y volteó a mirarme.

—No, no es eso es solo que... —miró sus manos nervioso mientras mordía su labio— después de haber ido a comer juntos y enfermarme por no llevar suéter, a la mañana siguiente encontré un papel bajo la puerta de entrada.

Tomó aire para relajarse un poco y siguió hablando.

—No era un sobre ni nada de eso, no tenía remitente, era una simple hoja blanca que decía “Vuelves acercarte a JungKook y te cortaré la garganta”. Lo más aterrador fue que el mensaje estaba escrito con sangre y falté al trabajo más por el miedo que por mi resfriado. Por eso es que te eh negado las salidas a comer y no me acerco mucho a ti. —declaró en voz baja.

—¿No tienes idea de quién pudo haber sido?

El chico negó rápidamente.

—La seguridad del edificio donde vivo no es muy buena ni la más segura que digamos.

Con todo lo vivido en estos días ya me hacía la idea de quién pudo haber amenazado al chico frente a mi.

—Esta bien, gracias por decirme. Si lo que dice la nota es cierto, lo cual es más terrorífico si estaba escrito con sangre. Procuraré no acercarme mucho a ti, no sabemos quién es la persona que te ha mandado eso pero puede que nos esté vigilando. Si otro mensaje te vuelve a llegar me lo dices, ¿esta bien? —volvió a asentir rápidamente. No quería decirle que probablemente mi psicópata novio estaba detrás de esto. No lo quiero asustar de más.

—Ahora sigue acomodando el árbol y yo sigo abriendo las cajas.

Dimos por finalizada la conversación y nos concentramos en adornar el árbol navideño.

Al día siguiente era un ventiuno de diciembre el cielo se vio cubierto por nubes grises creando un ambiente más frío y sombrío desde la mañana donde me encontraba sentado en el sillón mientras me tomaba un café viendo el televisor donde las noticias anunciaban fuertes lluvias para los siguientes días. Pensar que haría más frío me erizaba la piel, apagué el televisor y dejé mi taza en el fregadero, me puse mi chamarra encima poniéndome el gorro de la misma y también mi bufanda roja cubriendo la mitad de mi frío rostro y salí de la casa rumbo al trabajo.

PSYCHOPATH ~KOOKMIN~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora