Es bonito ver colarse por una rendija, a través de la ventana, los amarillos los rayos del sol invadiendo la habitación.
Me levanté de la cama de un salto. Estaba sudando, tenia las manos en la frente y al quitármelas noté como se habían humedecido.Era la tercera vez que me levantaba de la cama esa misma noche. Estaba muy nerviosa porque sabia que había llegado el gran día, tenia que quedarme con un grupo y protegerlos con mi vida.
•Los superhéroes, eran muy valientes y no tenían miedo a nada. Pero el lado malo era que solo eran cuatro chicos y si me metiera en ese grupo les podría entorpecer.
De modo, que ese no era mi grupo.•Los supervivientes, eran cinco chicos que podían soportar todo lo que los demás grupos no podrían: calor extremo, cantidad de agua escasa... Y el problema era que sin mi botella de 1 litro no aguantaría ni un solo día con vida.
Este grupo estaba descartado.•Los rojos, como su propio nombre indica siempre van vestidos de rojo. Eran como una especie de policía, formada por cinco personas que vivían con el único problema de protegerse a ellos mismos. Sacrifican a su propia familia como símbolo rojo.
Yo era una persona que le gustaba mucho ayudar a los demás en lo que podía y, ademas, nunca mataría a mi familia por un simple grupo. De modo, que ese tampoco era mi grupo.•Los personajes de cuentos de hadas era un grupo mixto, formado por chicos y chicas de distinta edad. Al cumplir los dieciséis, si elegías ese grupo te otorgaban un personaje de cuentos de hadas según tu forma de ser, tus gustos...
• Por ultimo, las pistoleras. Eran tres chicas que venían del oeste, iban siempre con una pistola en la mano y se rumorea que se tratan como hermanas.
Acabé de leer mi block de apuntes sobre los cinco grupos y todavía no tenia nada claro.Habían dos grupos que me gustaban pero no me veía en ellos.
- _____, ¡a desayunar!-oí la voz de mi madre gritando desde muy lejos.
-Ya voy.
Bajé las escaleras lo más rápido que pude y me senté en la mesa del comedor con el block aún en la mano.
-¿Que, ya has elegido el grupo donde vas a estar?-dijo mirando como aferraba la mano con fuerza.
-Esperaba un buenos dias o un beso en la mejilla... Bueno, que se le va a hacer... Ah y respondiendo a tu pregunta, no, todavía no me he decidido.
Me trajo un plato de huevos fritos, tostadas con mermelada de fresa, y un zumo de naranja recién exprimido.
"Mi desayuno favorito" pensé con una sonrisa en la cara.Después de terminar de comer todo, me levanté para llevar los platos al fregador pero mi madre me hizo un gesto para que me sentara.
-¿Que pasa? Ya sabes que hoy es la elección y por la mañana tengo academia de ingles. Como no me de prisa voy a llegar tarde.
Sabia que lo de "llegar tarde" no le iba a gustar y me dejaría irme. Pero no fue así.
-Deja la academia en paz, te mereces algo mejor.
Sacó algo de la nevera y se acercó con una sonrisa.
-Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz, te deseamos todos... ¡Cumpleaños feliz!- puso una tarta de chocolate encima de la mesa. A pesar de que ese "todos" no había sonado muy bien ya que solo estábamos ella y yo, soplé las velas con fuerza y las apagué dejando al descubierto los números de mi decimosexto cumpleaños.
-Gracias por acordarte.
-Mira debajo de la tarta. -dijo haciendo caso omiso de mí.
Con cuidado, levanté la tarta y vi un sobre del tamaño de un un disco y me pregunté que sería.
Lo cogí y quité el celo con cuidado.Era un pequeño espejo con un marco de color dorado y florecitas en las esquinas.
-Quiero que esta tarde, cuando participes en la elección te mires al espejo y recuerdes quien eres.
Me dio un abrazo y se esfumó como la niebla.
Cogí la mochila, y me fui a la academia.
Dí dos toques en la puerta del aula 204 y entré con el permiso de mi profesor Alberto.
-¿Que estas haciendo aquí? ¡Hoy es la elección! ¡Hoy no hay clase!
Se me pusieron los ojos como platos, y miré al suelo tímidamente.
Salí de la academia y quedé con mis amigas que también les tocaba ir a la elección.-Hola ___, ¿que has elegido? -me dijo gritando.
Las demás la susurramos para que hablara más bajo, ya que nadie se podía enterar, ni siquiera nuestras familias.
En nuestra pandilla éramos nueve chicas. Ya teníamos bastante asumido que alguna de nosotras moriría pero a pesar de todo, se nos cayó alguna lagrimilla.
-¡Yo voy a ser divergente!- dijo mi amiga entre risas, recordando su libro favorito.
-Pues yo seré Tris. -Dijo Anna con risa maléfica.
En ese momento estábamos diciendo tonterías, pero no sabíamos lo que se nos venía encima.
Volvimos a casa pronto para no llegar tarde a la ceremonia.
A penas tenia hambre así que comí dos huevos fritos.La celebración empezaría a las cinco de la tarde así que aún quedaban dos horas.
Subí a mi habitación y abrí el armario. Había mucha ropa pero ninguna adecuada para este día.
Debajo de las perchas vi una bolsa de plástico muy grande con una nota en su interior.
Nada mas abrirla reconocí la caligrafía de mi madre.
'Espero que disfrutes de la celebración, que sepas que tu padre y yo siempre estaremos muy orgullosos de tí. Te queremos __'
Se me cayó una lagrimilla. En el lugar que quiera estar mi padre ahora, sé que se esta acordando de mí.
El único miembro que queda de mi familia es mi madre, los demas murieron en la batalla. Mi madre es muy valiente y no tiene miedo a nada, eso le sirvió a ser una de las ocho salvadoras.
Dí un beso a la nota y la aferré con fuerza a mi corazón.
Quité el plástico haciéndolo pedazos y dejando al descubierto lo que había en su interior.
Era un vestido de color blanco como la nieve. También había unas parisinas negras con un lazo en la esquina.
Era de la marca 'flower', una de las mas caras de Bruma, mi barrio.
Me miré al espejo mientras me ponia el vestido y una diadema de margaritas.
Repetí la frase una y otra vez justo cuando sonó la alarma.
"La ceremonia ha empezado, estoy preparada."
ESTÁS LEYENDO
OPERACION COBRA. (OUAT, Auryn, 1D, 5SOS, Swtc... Y tú )
FanficBruma es una ciudad de tan sólo 30 habitantes. Está dividida en cinco grandes grupos: los superheroes, los supervivientes, los rojos, los personajes de los cuentos de hadas y las pistoleras. Durante su vida, no pueden dirigir la palabra a los de los...