Después de aquel pequeño encuentro Tsukki sigue caminando, pensando en que probablemente tendrá que buscar otro trabajo pues Terushima no se detendría hasta regresarlo a sus padres. En el momento en que llegaron a la casa del rubio Kuroo lo detuvo.
-¿Seguro que te encuentras bien?
- Sí, no me creo que nos haya podido seguir el paso, dimos muchas vueltas para llegar acá –le responde Tsukki mientras empieza a buscar sus llaves.
- Bueno, de ser así te dejo y nos vemos mañana – dice el pelinegro mientras se despide con un leve gesto de cabeza y da media vuelta.
-Oye, espera –le dice Tsukki- ¿quieres cenar? –la pregunta hace que Kuroo ponga cara de confusión y Tsukki solo suspira- es lo menos que puedo hacer después de haberme ayudado, además ya es tarde, no sé que tan lejos vivas pero dudo que encuentres algo.
- Solo tienes que decir que no quieres estar solo y con gusto te hago compañía hasta que duermas –le responde Kuroo con una sonrisa ladina en su rostro.
- Entiendo, que te vaya bien y por favor que no encuentres nada de cenar –le responde el rubio mientras abre y comienza a cerrar la puerta.
-¡Hey, es una broma! –le grita Kuroo del otro lado de la puerta- la verdad es que tengo mucha hambre y te aceptó la cena.
Pasaron unos cuantos segundos y el seguro de la puerta se escucho, dejando a la vista al rubio que le hizo señas para que entrara y si el alfa ya estaba sorprendido por la magnitud de la vivienda del omega, al entrar su asombro aumentó.
- Es muy bonita tu casa.
- Gracias, la verdad muchas de estas cosas fueron regaladas, no he sufrido mucho que digamos –responde Tsukki mientras enciende la calefacción del lugar y se quita su abrigo para colgarlo en el perchero.
- Tengo curiosidad, la parte del fondo está cubierta por todas esas mamparas ¿Qué escondes ahí?
-No escondo nada, simplemente es la parte donde tengo algunas pinturas que estoy haciendo y no, no puedes verlas, no están terminadas aún y solo lo podrás hacer cuando la exhibición sea para todo el público.
- Bien, ya entendí, no te enojes joven maestro –le dice Kuroo de forma burlona, ganándose una mirada resentida por parte del rubio- pero a cambio de no verlo necesito que me contestes una pregunta –menciona el pelinegro mientras observa como el rubio comienza a sacar pequeños trozos de carne y verduras, por lo que decide ayudarlo a realizar la cena.
- Ok, ¿cuál es tu pregunta?
- ¿Quién era el imbécil que te molestaba? –pregunta el pelinegro- ya sé que es tu prometido, pero quiero saber la historia.
- Bien –responde Tsukki con un suspiro cargado de resignación- pero primero ayúdame a terminar de cocinar, tengo mucha hambre y me voy a poner de mal humor sino termino pronto.
Kuroo solo rió y se dispuso a lavar y cortar verduras mientras Tsukki ponía música y comenzaba a preparar un poco de arroz; la preparación de la cena fue amena, Kuroo le preguntaba cosas sobre su carrera y viceversa; ambos aprendieron mucho uno del otro y se dieron cuenta que a pesar de no tener los mismos gustos en muchas cosas, ambos congeniaban con su sentido del humor, eran sarcásticos, de cierta forma hirientes y directos.
Mientras cenaban, la plática seguía, Kuroo tenía que admitir que el omega de verdad se apasionaba cuando algo le gustaba y al ver la sonrisa que mostraba junto al particular brillo de sus ojos, él simplemente se sentía confortado, escucho la historia de Terushima, de sus padres y su hermano, lo que hizo que lo viera como una persona demasiado fuerte, tan fuerte que probablemente por dentro necesitaba de alguien que lo apoyara y cuidara, el alfa que fuera su compañero seria afortunado de tenerlo y, para confusión de Kuroo, ese pensamiento no le agrado para nada.
YOU ARE READING
Soy tuyo a pesar de todo. (omegaverse)
FanfictionTsukkishima odiaba el hecho de haber nacido omega, no tenía nada contra los de su segundo género pero para él hubiera sido muchísimo mejor ser un simple beta. Debido a su condición había tenido que renunciar a su más grande pasión. Lo peor, querían...