Soy tuyo a pesar de todo. (omegaverse)

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Las tres personas cerca de la cama se encontraban aturdidas; dos de ellas debido a que acaban de despertar y el último por la escena que observaba, para Akiteru la imagen de su hermano abrazado a un alfa casi desnudo comenzó a afectar su estado de ánimo, paso del asombro al enojo en segundos y para dos de los omegas que se encontraban en aquella bodega, fue demasiado.

-Por favor Akiteru-san, cálmese –pidio Kageyama- está afectando a mi pareja y a su hermano con sus feromonas.

-Ponte atrás de mi Kei –le susurro Kuroo a Tsukkishima que lo obedeció inmediatamente, las feromonas de su hermano eran fuertes y le estaban causando malestar.

-Por favor, ambos cálmense -dijo Oikawa al percibir como las feromonas de Kuroo comenzaban a cubrir a Kei, lo que provocaba el enfado del hermano mayor y no tuvo de otra más que interponerse entre ellos, pero sus esfuerzos fueron en vano al escuchar hablar a Kuroo

-¿Quién eres tú para venir y tratar de amenazar a mi omega? –Pregunto el pelinegro al hombre frente a él, sus instintos habían salido a flote y no razonaba, su alfa había reconocido al omega de Kei como suyo al sentir la amenazante presencia del otro- aléjate o te arrancare los brazos.

De pronto apareció Kageyama detrás de Akiteru y lo jalo, alejándolo de la cama y la joven pareja; después el encargado de calmar a todos fue Oikawa que dejo salir sus feromonas y en consecuencia logro calmar a todos, lo que hizo agradecer su estado de embarazo.

Lo que nadie se esperaba es que el omega de Kei también había salido y tomado el mando de su cuerpo; éste se encontraba abrazando a Kuroo y el alfa lo tenía entre sus brazos como si fuera un pequeño bebé, lo tenía cubierto con la sabana y las pupilas de ambos se encontraban dilatadas.

-Ustedes tres vayan a preparar de desayunar, déjennos a estos dos –les ordenó Oikawa a Hinata, Kageyama y Akiteru, mientras él y Hajime se encargaban de tranquilizar al segundo género de la pareja.

Después de un rato el matrimonio logró calmarlos y los convencieron de sentarse todos a desayunar algo ligero; para el mayor de todos era muy difícil ver a su hermanito en brazos de un tipo que se decía ser su alfa.

-Necesitamos hablar Kei y de ser posible tiene que ser hoy –le dijo Akiteru mientras Kuroo se tensaba y tomaba a Kei más cerca- si quieres y te sientes seguro con este hombre entonces que así sea pero tiene que ser hoy.

-Bien –contesto el menor mientras se alejaba un poco de Kuroo- deja me voy a dar una ducha y podemos hablar.

Al ver que todo estaba relativamente tranquilo y después de asegurarse de que Kuroo no iba a matar al otro alfa, los otros cuatro invitados comenzaron a irse mientras Kuroo comenzaba con la limpieza de la mesa y el cambio de sabanas de la cama. Akiteru simplemente veía como ambos chicos se acoplaban en sus actividades diarias, mientras el menor salía de donde se suponía estaba la bañera y el alfa se acercaba a él comentando que solo faltaba limpiar la zona donde estaban sus pinturas.

Akiteru dejó que siguieran con su rutina  pero se percató que su hermano comía un poco más mientras terminaban de alistarse. Para asombro del alfa observo como el pelinegro preparaba una porción de waffles mientras hablaba por celular con alguien y como su pequeño hermano ponía café para acompañar.

-¿Vas a querer hermano?

-No gracias, acabamos de desayunar –comentó Akiteru tratando de entender el estomago sin fondo de ambos jóvenes.

-Cualquier momento del día es bueno para comer waffles –menciono Kuroo con una montaña de ellos que ponía en la mesa.

-Eso es correcto –admite Tsukki mientras come los waffles y le ofrece dos a su hermano que al ver como su hermano come bien se resigna y los comienza a comer dándose cuenta el porqué su hermano los come sin cesar.