III

486 52 5
                                    


Se preguntarán que pasó para que no nos viéramos por un año y no es tan difícil de explicar... Luego de mi escapatoria de la mansión de nuestros padres, me mantuve en un periodo de tiempo en el que se me hacía difícil aceptar que estuve apunto de confesarme y que vi en Mina los mismo síntomas que yo padecía hace algunos años por ella.
Jihyo fue la única capaz de hacerme volver a la realidad, alentandome a que estaba a punto de ganar la pelea y tener la posibilidad de quedarme con la protagonista, porque Mina no era un trofeo y el que la amé no significa que la consideré un objeto.

Cuando comenzaba a visualizar todo en mi cabeza, una carta llegó a mis manos un día martes a primera hora, al parecer se decía que mi supuesta progenitora había fallecido y tenía una herencia a mi nombre, confundida por la nueva información decidí presentarme al funeral.

"Iremos, estaremos por un momento, saludaremos y luego nos iremos, así de sencillo" - mi esposa me arreglaba la corbata con una sonrisa en su rostro, nuestra Mina estaba en clases y teníamos tiempo para ir aquella ocasión que nos habían entregado la invitación hace unos días.
"Deberíamos apresurarnos, se supone que habrá una gran revelación" - apuraba a mi mujer que iba vestida muy elegantemente, subiendo ambos al auto.

En la fotografía que sostenía entre mis manos, la mujer se veía joven y nuestros rasgos no se parecían pero según me lo habia explicado el abogado hace unos minutos las pruebas de ADN marcaban que yo era hija de esa mujer.
Pocas personas se habían presentado al velorio y según un amigo de mi progenitora, los demás llegarían más tarde. Seguía observando la forma de sus ojos e intentando guardar su imagen en mi cabeza, pues su cuerpo había quedado completamente destrozado en el accidente automovilístico que le habría quitado la vida, debió haber sido lamentable morir de esa forma y cuando ya iba asimilando como eran los rizos de su cabellos, unas voces algo familiares se iban acercando a donde me encontraba hasta quedar al frente de mi.
"Tú!!!!!!!" - fue el primer grito de la voz femenina que me miraba amenazadoramente.
"Cómo has podido?!?!" - la voz impresionada del hombre a su lado que mostraba una expresión dolida, la misma que tenía su hija, Mina.
"Eres una maldita, hija de una persona horrible!!! Nos has engañado!!!" - la señora Miyoui me empujaba y me aferraba a la fotografía con todas mis fuerzas.
"Tú madre nos lastimó, a Mina y tú nos mentiste" - el señor Miyoui lo decía más tranquilo pero ocultando su tristeza.
"Maldita!!!!" - una bofetada dio fuertemente contra mi mejilla y ante el impactó tan solo di un paso hacia atrás.
Ante el espectáculo que estábamos dando los señores Miyoui fueron retirados del lugar sin antes llevarme unos gritos y golpes de la señora Miyoui diciéndome que no quería volver a verme, eso agregando que también alejaría a Mina de mi.
Cumpliendo su palabra no tuve ninguna posibilidad de verla, bloqueó el número, los guardias me mantenían lejos de la mansión, la cambiaron de colegio y ella no salía de casa sola... Un año.

(22 de marzo)

Mis padres insisten que me enamoré del chico que ellos han elegido, Nayeon no ha vuelto aparecer y por el ambiente que desbordan los adultos tampoco me he atrevido a preguntar.
Pero necesito saber de ella, la necesito aunque sea mi hermana y yo la quiera de otra manera, sé que todos me ocultan algo y sé que esa tarde que me visito Nayeon antes de que llegarán mis padres ella me iba a revelar uno de los tantos secretos que se guardaban. Le habrá pasado algo? Estará bien? O consiguió conquistar a la chica que le gustaba y por eso se alejó de todos? La preocupación me carcomia, hoy le preguntaría a mis padres de ella, ellos me debían explicaciones.

"Hija no has probado la comida, tiene Ketchup... Debes comer" - ambos me miraban remover la comida de un lado a otro
"Necesito preguntarles algo importante y quiero que me respondan con la verdad" - se dieron una mirada entre ellos y luego volvieron a mirarme esperando la pregunta.
"Qué pasó con Nayeon?" - el rostro de ambos se desfiguro y el cuchillo cayó de las manos de mi madre.
"Ella no importa, no hay nada que saber" - el tono neutralizado de mi padre me indicaba que no debía volver a preguntar
"Pero es mi hermana, quiero..."- me. Interrumpió mi madre que se paró de su asiento gritando.
"Ella no es tu hermana, nunca lo ha sido, es una maldita adoptada y traicionera" - mi padre llegó al lado de ella, intentando tranquilizarla.
"Eso es verdad?" - lo dije en susurro aún sorprendida
"Mina..." - intento tranquilizar mi padre pero necesitaba saber
"Es verdad?!?!" - golpe la mesa levantándome de mi asiento
"Si, es verdad, nosotros..." - se detuvo al verme caminar hacia la puerta.
"Me iré, volveré, no me busquen, adiós" - abrí oyendo los gritos de mi madre y salí sin importarme que pasará al interior, necesitaba encontrar a Nayeon.

(23 de marzo)

He continuado viviendo con mis compañeras, ellas han intentado alegrarme pero no hay forma de hacerlo cuando te enteras que tú única familia les hizo algo muy malo a las personas que te adoptaron. No conozco las razones de sus acciones o lo que hizo pero si los señores Miyoui me trataron de esa forma y dijeron algo sobre Mina, entonces de verdad causó mucho daño, no he ido a buscar la herencia y me he dicho que no quiero nada de aquella señora.

Las chicas han planeado salir hoy a una fiesta, insisten que vaya pero prefiero volver a quedarme aquí, no necesito alcohol o chicas por montón para olvidar mis problemas ni menos para solucionarlos... Necesito a Mina, si tan sólo pudiera verla para su cumpleaños... le tengo varios regalos, de San Valentín, de su cumpleaños anterior, de navidad y para mañana pero estoy segura que no podré verla.

Tres golpes en la puerta me hacen dejar de pensar en ello y ver si alguna de mis compañeras se encuentra cerca, pero para mi desgracia deberé pararme a abrirla, en ese rápido movimiento de revelar quien está al otro lado veo a quien estaba pensando, la dueña de mis sueños y mi perdición.
"Mina..." - sin poder formular alguna pregunta, ella toma mi rostro entre sus manos y junta nuestros labios rápidamente, manteniendome rígida hasta que me digo que son los labios de Mina, de Mina!!! , yumm de Mina.
"Wow wow, abres una vez y ya te estás besuqueando" - nos separamos para ver la cara de perversión y entretenimiento de Jeongyeon viéndonos.
"No, pero sigan... Se veía excitante" - jeongyeon nos guiña un ojo y Mina se oculta en mi cuello con cierta vergüenza, le doy una mirada de "te voy a a matar" a la intrusa haciendo que por fin se vaya.
"Ya se ha ido, me ha gustado tu nueva manera de saludarme pero creo que debemos hablar"- la apartó suavemente de mi cuerpo y ella solo asiente.
Una vez solas en la única habitación del departamento, ella me cuenta como sus padres la apartaron, la discusión y cómo estuvo buscándome por la ciudad, por mi parte le cuento lo que recordaba de mi infancia y que ocurrió en el velorio de mi madre, ambas aturdidas con tanta información nos acostamos en la cama que estábamos sentadas y nos abrazamos.
"Deberías volver con tus padres" - suelto luego de un gran silencio
"Qué? No, quiero estar contigo" - ella junta nuestras miradas sonriendo
"Tengo un mal presentimiento, por eso digo que deberías volver con ellos solo por estos días y luego yo voy por ti" - beso tiernamente su frente
"solo por que tú lo dices es probable que lo haga" - me sonríe de nuevo y me siento fallecer con el movimiento inconsciente que hace con su lengua
"lo harás, incluso yo te iré a dejar" - me mira con impresión
"pero ahora te odian" - pasando su mano por mi cabello para luego terminar acariciando mi mejilla
"no me importa, quiero hacerlo por ti, ahora descansemos y luego te llevo" - tomó su mano y la entrelazo con la mía para cerrar los ojos.

Bella Durmiente (Minayeon) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora