- ¡Mamá! ¡Mamá! – Dije gritando apenas abrí la puerta
- ¿Qué sucede? – Pregunto atolondrada
- Iré al baile con un chico – dije sonriendo
- Esa es mi niña – dijo mi madre riendo - ¿Cómo se llama?
- Austin Blake – dije eufórica
- ¿Es lindo? – Pregunto con tono pícaro
- ¡Es hermoso! – Grité y me desplomé en el sillón
- ¿Qué sucede? – Dijo mi papa entrando a la sala
- ¡Papi! – Dije y lo abrace – iré al baile de graduación con un chico
- Mmm, sabes que no confío mucho en los chicos – dijo dudoso – excepto Luke, con el si te dejaría ir a cualquier parte
- No lo nombres, ¿quieres? – lo miré fulminante
- Está bien – dijo - ¿Cómo se llama?
- Austin Blake – dije feliz
- Esta bien, pero… ¿Cuándo es el baile? – preguntó mi papá
Cielos, el baile es hoy y no tengo nada para ponerme
- Es hoy – dije sorprendida de mis palabras
- ¿Y qué hacemos aquí? – Dijo mi mamá – hay que conseguir un vestido
Mi mamá me tomó del brazo y me llevó hasta su cuarto, de una caja enorme sacó un vestido color crema, hermoso en verdad y unos tacos del mismo color.
- Mamá – dije impactada por la belleza del vestido – es hermoso
- Lo usé en mi baile de graduación – informó
- ¿yo lo usaré? – Pregunte con una sonrisa enorme en el rostro
- Es tuyo – dijo sonriendo
La abracé y me lo probé, me quedaba hermoso.
Mamá me llevó a una peluquería y a una maquillista, quienes me dejaron sin imperfección alguna.
Me vestí con el vestido de mi madre y algunos accesorios, finalmente mi vestimenta consistía en un vestido apretado en la parte superior y suelto desde debajo de mi pecho hasta arriba de mis rodillas rosa chicle con accesorios dorados y unos zapatos con tacos color natural.
Austin me mando un mensaje, me pasaría a buscar a las 8 y así fue. Mientras Austin estaba abajo hablando con mis padres yo estaba dándole los últimos toques a mi maquillaje.
Cuando baje el se veía genial.
- Estas hermosa – dijo tomando mi mano, yo me sonrojé un poco
- Gracias, tu también te ves apuesto – dije y le sonreí, el rió
- Una foto – dijo mi mamá con la cámara en mano
En la primera foto salimos formales, pero el resto empezamos a hacer caras raras y nos reímos al verlas, luego fuimos hasta el baile.
- No te alejes mucho de mí – dijo con tono protector
- No lo haré – dije aferrándome más a su brazo
Estaba por entrar por el gran portón donde se encontraba la fiesta pero él me detuvo
- ¿Qué sucede? – Le pregunté
- ¿Por qué mejor no nos alejamos del lio y vamos a hablar tranquilos? – preguntó
Y yo asentí, prefiero la tranquilidad.
Me llevó a un parque que estaba detrás de toda la fiesta.
Nos sentamos en las mesas y hablamos casi toda la noche.
En un momento, Austin tomó mi mano y me llevó cerca del lago, era hermoso.
- Bonito, ¿verdad? – Preguntó
- Muy bonito – dije mirando al lago, que tenía reflejada la enorme luna llena en sus aguas.
- No te supera – dijo Austin mirándome a los ojos, yo también lo hice y le sonreí
- No es cierto – dije sonrojándome y desviando la mirada, el tomó mi mentón y me obligó a verlo
- Lo eres, _____- sonrió
Mis verdosos ojos se quedaron viendo sus marrones y también unos pocos verdosos ojos.
Me tomó de la cintura y me acercó más a él, mis brazos quedaron tocando sus bíceps. Se acercó mucho y nuestras narices chocaron suavemente, el movió la suya lentamente, rozando con la mía, hasta que giró un poco mas su cabeza para encontrarse con mis labios. Así fue. Nuestros labios rozaron lentamente y se unieron para formar un hermoso, tierno, perfecto y único beso, juro que era el momento perfecto, el cielo descubierto, luna enorme y llena, un lago que reflejaba el cielo estrellado, un bosque lleno de arboles y flores y un beso hermoso y pasional.
Me acercó más a el y el beso se intensificó, rodeé su cuello con mis brazos y me apegué mas a el, estuvimos así unos minutos, hasta que lentamente nos separamos y abrimos juntos los ojos.
- Fue perfecto, ¿no crees? – Dijo a milímetros de mis labios, su aliento tenía un olor a menta irresistible
- Si lo fue – dije mirando sus labios, los cuales quería volver a besar
Sin hablar volvió a robarme un beso que también duró unos minutos.
- Austin – le dije cuando nos separamos
- ¿Si? – Preguntó
- Necesito ir al baño – reí
El también rió y me acompañó.
Me dijo que lo esperara cuando termine, iría a buscar algo para tomar.
Entré en el baño, hice lo que tenía que hacer y salí.
Me encontré con un grupo de chicos que me miraban con deseo, yo aparté la vista hasta que uno se dirigió a mí.
- Hola preciosa – dijo guiñándome el ojo
- ¿Qué haces aquí sola? – dijo otro tipo, levantando una ceja, mirando fijo mis senos.
- Espero a alguien – dije
- Ya veo – dijo uno de los chicos y se acercaron mas a mi
- ¿Están hechas? – dijo uno intentando tocar mis senos, lo que hiso que me enojara y le pegara en la mano
- Déjenme en paz – dije enojada
- Hay que mala eres – dijo uno pellizcándome el trasero
- ¡Basta! – Exclamé
- ¿Es nuestra culpa que seas sexy? – dijo el mismo que me toco el trasero
- Déjenme en paz – exigí
Los dos chicos me acorralaron contra la pared y no podía salir de allí.
- Suéltenla – dijo una voz a espalda de los dos cerdos que me rodeaban
Los dos chicos giraron a ver a aquel chico, quien resultó ser Austin.
- ¿La quieres? – dijo uno de los chicos tomándome del brazo
Austin lo miró desafiante.
- Ven por ella – dijo el chico que me sostenía y el que estaba a mi otro lado se tiró sobre Austin.