Las fans comenzaron a gritar mi nombre, otras se miraron entre sí con duda, yo seguía aferrada al brazo de Ashton. Mis dudas volvieron a invadirme, se volvieron a instalar en mi cabeza, no sabía si les iba a caer bien, o mal. No sabía si me odiarían, o no. Pero nada iba a separarme de mis amigos. Ash y yo caminamos hasta la puerta trasera, mis piernas temblaban y mi cara, supuse, que se encontraba en un increíble color blanco. Supuse que habré dado pasos torpes durante mi “caminata” con Ash. Supuse que mi cara de sorpresa habría sido capturada por millones de cámaras. Al entrar en el estudio, me calmé un poco, ya no temblaba tanto y Ash rió ante mi cara de pánico. Me preguntó cómo estaba, y si me sentí cómoda. Articulé muy pocas palabras, pero alcancé a decirle que estaba shockeada, que tuve mucho miedo, pero que algún día me tendría que acostumbrar, pues todo sea por ellos ¿no es así?
El estudio era enormes, largos pasillos con puertas a sus costados, habían algunas abiertas, así que pude notar que se trataban de camerinos o baños. Llegamos a un lugar grande, donde ellos se vestían con ropa casual. Yo seguía con la misma ropa. A propósito, Mike me preguntó de dónde rayos había conseguido la ropa, a lo que le respondí que en el armario de mi cuarto temporal había ropa de mujer que me quedaba a la perfección, luego hablando con Calum me dijo que esa ropa era de su hermana, que alguna vez se había quedado a dormir y nunca se llevó la ropa.
El tiempo en que saliéramos y se iniciara la firma de autógrafos llegó. Yo no me quedé afuera, pues entre Calum y Mike me forzaron a salir e interactuar con las fans. Lo cual, al principio me aterró, no sabía ni como me iban a tratar, y tampoco si les iba a caer bien. Pero también sabía que si alguna me insultaba o me trataba mal, ellos estarían para defenderme correctamente.
Me sorprendí al hablar con las fans, ¡algunas, hasta me pidieron mi autógrafo y una foto conmigo! Son increíbles, ninguna me insulto, son cariñosas, algunas me abrazaron o besaron mi mejilla.
Era increíble la adrenalina que había en el ambiente, no hay nada más hermoso que ver a esas increíbles fans, contentas, eufóricas por ver a su banda preferida, a sus ídolos, a las personas que las inspiran. Hasta vi chicos, varones, de todas las edades, mujeres también. Me sorprendí al notar el furor que estos chicos causan, es realmente increíble. La sonrisa de Ash cuando algunas le dan galletas que ellas mismas prepararo.¿Y cuando a Mike le regalaron un sostén? Eso fue divertido, y más la reacción de él. La manera en la que a Luke le gritan cada vez que le van a firmar un autógrafo. Todo fue un acto de emoción, me emocioné al verlos tan contentos, haciendo una de las cosas que aman, que es dedicarles el tiempo a sus fans, que gracias a ellas, hoy están donde están.
Cuando la firma terminó, volvimos a la limosina, seguidos de muchas fans.
- ¿Qué tal te pareció? – Preguntó Calum
- Emocionante e increíble – dije emocionada
- ¿Te parecieron… buenas? – Preguntó Mike
- ¿Qué si son buenas? Mike, son sensacionales – dije sonriendo de oreja a oreja
- Pues, creo que les gustaste – dijo Ash – Reímos.
- Son tan afortunados, ¿son conscientes de lo felices que las hacen? – pregunté intrigada por saber.
- Claro que sí, creo que es la mejor parte de ser cantante – dijo Luke, y luego sonrió sin separar sus labios, lo miré bien.
- Oigan, la comida que te dan, también es una buena parte de ser quien soy – habló Ash y reí.
- Yo quiero una – dije señalando las galletas que sus fans le habían regalado.
- Consigue tus fans, pequeña – dijo él alejando las galletas y sonriendo victorioso.
Crucé mis brazos y me hice la enojada, poniendo puchero, todos me miraron enternecidos, hasta Luke, que no había hablado mucho durante el día. El mas enternecido fue Mike, eso siempre funcionaba con él, con un puchero y una cara de perrito, lo tienes ganado.
- ¡Ya, dale eso, mira su carita! – exclamó Mike quitándole a Ash sus galletas, el cual se quejó con un “Oye”
La que rió victoriosa, esta vez, fui yo. Y disfruté, en su cara, cada chispa de chocolate de aquellas galletas. Su cara de hambre me ganó y se las devolví.
- Ahora me debes dos helados – sentencié
- ¿Por qué? – preguntó él, casi gritando.
- Uno, porque te gané en lo de quien termina la bebida antes, que obviamente, gané – hice un gesto de victoria con mis uñas – y la otra porque te devolví las galletas que podría haber comido plácidamente – sonreí
- Que tramposa eres – dijo él
- Y mala también – dije con una sonrisa malvada
Al llegar a casa de los chicos, llamé a Austin y le dije que estaba bien, que con los chicos estaba disfrutando mucho y que aun no quería hablar con él, la verdad, no me sentía lista de hablar del tema, simplemente no quería. También me dediqué a llamar a mamá, contarle sobre Luke, la cual casi empieza a gritar, porque mi mamá siempre amó a Luke, el es el yerno que ella siempre hubiese querido, pero no es porque no quiera a Austin, es más, lo quiere un montón, pero siempre tuvo una debilidad con Luke. Simplemente, con una mirada, él te convence de su bondad y ternura, es un chico increíble y jamás lo negaré. Me dijo lo mucho que lo extrañaba. Mamá se sorprendería de ver lo grande que está. Mamá se sorprendería al verlo. Creo que tengo una grandísima idea.