capítulo 2: club Nocturne

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Estaba en mi habitación preparando me para ir al Nocturne donde cada viernes íbamos, pero antes de ir tenia que hacer mi ritual (si, parece una tontería pero siempre que salía hacia lo mismo y no ser si por costumbre o que, pero me gustaba) escuchaba mi música favorita mientras me maquillaba y como no me ponía enfrente de mi espejo cantando. (Era mi parte preferida cantarle al espejo). Cuando recibí un mensaje:

- Estas?? Te esperamos en la puerta- era de Tara y me extrañaba que acabaran antes que yo, siempre era yo quien tenía que esperarme en la calle asta que llegaban. (Lo suyo no era la puntualidad)

-Vale. Pero ya estáis??- Respondí

- Si. Date prisa-eso si me izo dudar

-Pero si es pronto,?- no había visto el reloj en todo momento- se puede saber que hora es??- Ya me estaba poniendo nerviosa sólo me había maquillado algo natural no muy recargado.

- Son las doce. Que  dices de temprano??- No me había dado cuenta de la hora.-Voy- Y dicho eso di como finalizada la conversación me dispuse a arreglarme con un poco de rapidez, así que deje mis rizos naturales y me vestí con unos shorts de corte alto y un corpiño que sólo tapaba mis pechos y dejaba ver mi parte de barriga que no tapaba el pantalón y unos tacones negros.

Cuando por fin llegue al sitio vi a mis dos amigas riendo y chillando como dos niñas a las que les iban a comprar un regalo. Eso era normal en ellas, no controlaba el volumen de su voz pero eso no les impedía pasarlo bien donde fuese.

-Hey!! Locas se os escucha desde kilómetros- Dije riendo. No paraban de reírse, seguro que ya habían tomado algo de beber.

- Vamos a entrar a nos quedamos mirando el horizonte??-Dijo Caittlin entre risas pero a la vez impaciente por entrar. Nos encantaba ese sitio era uno de los momento en la semana que esperábamos con ilusión, como si fuese una mañana de navidad antes de abrir los regalos.

Cuando me gire para entrar vi ese imponente edificio de 10 plantas (que no sabía para que habían tantas), de fondo se podía ver la playa iluminada por la luna y escuchar las olas, era raro ver ese bonito paisaje con ese enorme edificio pero si mirabas detrás podías ver decenas de ellos a lo lejos.

Por fin entramos y la recepción era un tanto oscura pero se podía ver la mesa de la recepcionista en el medió, una puerta tras ella y un ascensor en la izquierda. Nos acercamos a ella.

-Buenas noches. Carnets, por favor?- Nos dijo sin mirarnos. Se notaba que aquella chica no quería estar ahí.

-Aquí están- Le entregué los tres y nos mandó a la puerta de atrás donde había un hombre que parecía un armario. El edificio tenia distribuido las salas dependiendo de la edad, nosotras íbamos a la de mas de dieciséis pero yo era dos años mayor que ellas pero aun no tenia los dieciocho, me quedaban bastantes meses pera cumplirlos.

La música se oía desde fuera, cuando entramos todos estaban bailando y un poco más que bebidos pero eso no nos iba a impedir disfrutar de la fiesta, nos adentramos a la pista de baile y no paramos de bailar durante un buen rato, mientras bailábamos se nos acercaba uno que otro desagradable pero nos los quitábamos de encima rápido, (si no querían recibir) la música no para de sonar y nos dirigimos a la barra para tomar unos cubatas cuando pude ver a un viejo amigo. Era Nathan, lo conocí un día que salíamos de aquí, iba muy mal y realmente no me acuerdo muy bien de lo que paso pero según el me ayudo a llegar a casa, ya que me iba dirección a la playa y que yo sepa no soy ningún tipo de sirena.

amor indecente (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora