La otra Potter (Draco y tú) [PAUSADA INDEFINIDAMENTE]

Prólogo

Era otro día para Harry y para mí en la casa de nuestros tíos. La misma rutina de siempre; preparar el desayuno, despertar a mi hermano, limpiar, hacer la comida, limpiar, hacer la cena, recoger e ir a la cama.

-¡_____ Potter!- gritó el tío Vernon -¡Ven aquí!

-¿Qué ocurre tío Vernon?- pregunté cuando llegué al salón.

-Ve y despierta a tu hermano, tenemos que hablar con vosotros.

Me dirigí a la pequeña alacena que teníamos por habitación.

-Harry, Harry, Harry despierta- dije mientras le empujaba un poco.

-Mmmm, cinco minutos más- dijo medio dormido.

-Tú lo has querido- me acerqué a su oído y...- ¡HARRY JAMES POTTER LEVANTA TU CULO DE LA CAMA YAAAAA!

-¡AHHHHH!- gritó- A veces te odio, _____.

-Lo sé, pero en el fondo me quieres mucho.- dije dándole un beso en la mejilla- Vamos, el tío Vernon quiere hablar con nosotros.

Fuimos al salón y allí estaban la tía Petunia, el tío Vernon y Dudley abriendo sus regalos de cumpleaños.

-Como sabéis hoy es el cumpleaños de Dudley y vamos a ir al zoo.- dijo el tío Vernon.

-Si, y nosotros nos quedaremos con la señora Figg- dijo Harry desanimado.

-Como todos los años- concluí yo.

-No- dijo la tía Petunia

-¿No?- preguntamos Harry y yo atónitos.

-Desgraciadamente la señora Figg está de viaje y no puede quedarse con vosotros, así que vendréis al zoo con nosotros- dijo el tío Vernon.

A mí me encantaba ir a la casa de la señora Figg, me trataba como a la hija que nunca tuvo, era como una segunda madre para mí. Me solía hacer galletas y una vez me regaló un anillo

por mi cumpleaños, me dijo que había pertenecido a mi padre. Ella fue la que me enseñó a cocinar.

-Id a prepararos- dijo tía Petunia.

-Si, tía Petunia- dije.

-Y rápido- dijo el tío Vernon.

-Si, tío Vernon- dijo Harry.

Fuimos a nuestra habitación y nos cambiamos y me peiné un poco.

-Vamos, que si no el tío Vernon se enfadará- dije.

Salimos de casa y antes de que entramos al coche el tío Vernon nos llevó aparte.

-Os lo advierto, una sola cosa rara, tan solo una y os quedaréis sin comer una semana- dijo furioso antes de ir hacia el coche.

-Ya veremos. Si yo no cocino, ellos no comen.- le susurré a Harry antes de entrar al coche, lo que provocó una pequeña risa en ambos.

Nos lo pasamos genial en el zoo, Dudley se cayó al agua y aunque nos castigaron, nos reímos un buen rato. Fue muy extraño, Harry dice que oyó a la serpiente hablar con él, pero yo no oí nada.

Cuando entramos a casa fui a preparar la comida con la ayuda de mi hermano. De repente llegó el correo.

-Ve a por el correo- me dijo tío Vernon.

-Que vaya Harry, que yo estoy cocinando- dije.

-Tienes razón- dijo el tío- Potter, el correo.

-Que vaya Dudley.- dijo Harry.

-Yo no pienso ir a por el correo- dijo mi primo.

-¡BASTA YA! ¡ME DA IGUAL QUIÉN VAYA A POR EL CORREO, PERO TRÁEDMELO YA!- gritó tío Vernon enfadado.

-Harry vete a por el correo- dije.

Harry fue a por el correo y se lo entregó todo, menos una carta al tío Vernon.

-¡Papá, papá! ¡Una carta para Harry y _____!- gritó Dudley arrebatándosela.

-¿Qué?- pregunté alucinando.

-¡DEVUÉLVEMELA!- gritó Harry.

-No- dijo Dudley y se la dió a su padre.

-¿Quién os va a escribir a vosotros?- preguntó el tío Vernon riendo.

Los siguientes días fueron muy extraños, parecía que el tío Vernon estaba loco, tapó el buzón con unas tablas de madera y el domingo una especie de tormenta de cartas dirigidas a Harry y a mí salieron por el hueco de la chimenea.

Ese día tío Vernon decidió que nos íbamos a mudar.

Espero que os haya gustado el prólogo de mi historia.

Este prólogo está dedicado a mi amiga Bita que celebra hoy su cumpleaños.😘😘

Y solo me queda una cosa por decir, o más bien escribir.

Feliz cumpleaños Tom Felton!!!!!!!!!

Besos😘😘

Lita_Carstairs